Capitales chinos: el nuevo poderío geopolítico del gigante asiático en Chile Entrelíneas por Felipe Mendoza - 26 julio, 202127 julio, 20210 Las recientes inversiones y licitaciones captadas por la potencia mundial asiática en Latinoamérica han levantado críticas positivas y negativas. Mientras algunos pregonan los peligros del modelo económico que ofrece China, otros valoran de forma positiva el ingreso de sus recursos y tecnología a los mercados sudamericanos. La relación política y comercial entre Chile y China no es nueva, pero una paulatina y creciente participación del gigante asiático en la economía local ha suscitado dudas e incertidumbre. Actualmente, los vínculos entre ambos países se manifiestan no solo en el ingreso de tecnología, la exportación de alimentos o un compartir diplomático, sino también en la capitalización de importantes porcentajes de inversiones en empresas estratégicas chilenas por parte de transnacionales chinas. La preocupación de algunos medios de comunicación, periodistas, políticos y otros actores, por estas maniobras económicas, ha instalado un debate sobre los riesgos de que una cultura diferente -de gran control estatal sobre sus empresas- arremeta en Chile. Los actuales dueños del negocio La Fiscalía Nacional Económica (FNE), anunció en marzo del 2021 la aprobación de la venta de la Compañía General de Electricidad Industrial S.A (CGE), a la State Grid International Development Limited (SGIDL), la cual es parte de la empresa estatal State Grid Corporation of China (State Grid), la distribuidora eléctrica más grande del mundo, que en Chile ya controlaba acciones en Chilquinta. Con la adquisición de estas acciones, China alcanzó un 56,6% de acción en la distribución eléctrica en Chile. Foto obtenida desde La Tercera Esta nueva participación se suma a las operaciones del holding -también estatal- Sasac, controlador tanto de la State Grid, como de la State Power Investment Corporation (SPIC) y Southern Power, accionistas en las empresas locales Pacific Hydro y Transelec, respectivamente. Sin embargo, las preocupaciones por posibles efectos anticompetitivos o por un aumento del poder de mercado, fueron descartadas por la FNE tras un análisis del caso. Algunos países con mecanismos de restricción al acceso de capitales extranjeros ya han limitado a China en sus intenciones de expansión económica. Australia, por ejemplo, le ha enfrentado con dureza en asuntos de negocios y Reino Unido decidió excluir a Huawei del despliegue de su red 5G. También Estados Unidos puso condiciones a la expansión de Tik Tok en su territorio. A la inquietud por la concentración en el sector eléctrico se suma la preocupación por la presencia china en otras aristas estratégicas de la economía, como las telecomunicaciones, el agua potable, la minería, e incluso en el rubro de la piscicultura. En 2020, el gobierno chileno admitía estar estudiando la posibilidad de aplicar algunos filtros específicos para futuras operaciones con el gigante asiático. El nuevo poder geopolítico en Latinoamérica Jerónimo González, licenciado en ciencias geográficas, posicionó a China como el mayor productor de manufactura a nivel mundial y puso especial atención en las importaciones de materias primas latinoamericanas. “China ingresa al continente ofreciendo créditos para infraestructura con tasas de interés muy bajas. De esta forma se realizaron muchas de las obras necesarias para la exportación de materias primas desde nuestra región”, señaló. “Sin embargo, en estos préstamos hay dos condiciones a considerar; una exclusividad de contrato a empresas chinas para desarrollar estas obras y el monitoreo de las mismas construcciones a futuro, a través de empresas que también son contratadas mediante exclusividad”, cerró, preocupado por el poder geopolítico que poco a poco ha ido adquiriendo el país asiático. Marco Arellano, administrador público con mención en gestión pública, descartó la idea de un intento de colonización China en Chile, pero si destacó el hecho de que el poder económico es una de las bases del poder político. “La influencia puede ser cultural, como el predominio estadounidense en el cine, la música y en otros elementos, pero también económica, como lo ha sido el modelo importado y desarrollado por nuestro país en las últimas décadas”, comentó el profesional. “Si bien China ha ido en avanzada, sigue siendo una potencia poco estudiada y su predominio en Chile aún no es significativo como en otros lugares del mundo”, concluyó. Por su parte, Andrés Ulloa, jefe del Departamento de Economía de la Facultad de Economía y Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de la Santísima Concepción, contextualizó las relaciones entre ambos países en una nueva mirada ideológica, que deja atrás la concepción que las naciones ricas traen desgracia a las pobres con sus inversiones. El académico enfatizó en los puntos positivos del accionar chino. La tecnología desarrollada por empresas chinas los proyecta como líderes en tecnología 5G para el 2025. Foto obtenida de winxgo. “Ellos nos ofrecen un sinfín de nuevas oportunidades, tanto económicas, como tecnológicas, que no deberíamos ver con temor. En nuestro país tenemos instituciones robustas y nuestro sistema de licitaciones es claro y transparente. Creo que las inversiones chinas son muy bienvenidas porque necesitamos desarrollar tecnologías y Chile podría ser la plataforma de entrada de esos recursos a Latinoamérica”, cerró el jefe de departamento. De este modo, mientras algunos advierten con temor sobre un nuevo actor en el mercado chileno, otros ven las posibilidades de progreso y desarrollo para el país, de la mano del bloque asiático liderado por China.