Fiestas clandestinas: la insistencia en no seguir las reglas

 El aumento de los casos de COVID-19 tiene muchas causas y una de ellas son las fiestas clandestinas a lo largo de todo el país.

El hacer reuniones familiares, juntarse con amigos o el simple hecho de asistir a un evento masivo de cualquier tipo eran comunes en el estilo de vida pre-covid. Sin embargo, con la llegada de la pandemia y el rápido aumento de los contagios el gobierno ha tenido que tomar medidas que restringen el aforo máximo de personas dentro de un lugar, tanto cerrados como abiertos. Esto llevó a que grupos de personas comenzaran a organizar fiestas masivas, aumentando las posibilidades de contagiarse. 

Cami en la Gala de los Grammy Latinos en noviembre de 2019 en Las Vegas.

Ante estos hechos disminuyen las posibilidades de retornar a la llamada “normalidad” a la que estábamos acostumbrados, la cual no incluía cuarentenas ni restricciones de movilidad dentro y fuera del país. La pregunta que surge ante esto es ¿cuál es la necesidad de no seguir las reglas impuestas? Se puede pensar que tal vez falta información sobre los efectos del virus en la salud, pero los medios de comunicación y las autoridades sanitarias están constantemente informando sobre el tema, además de advertir sobre las sanciones que se podrían recibir al infringir las normas. 

Gran parte de estas fiestas han sido organizadas por personas que son consideradas influyentes en redes sociales, siendo “el ejemplo a seguir” de millones de personas. Un ejemplo es la cantante Camila Gallardo, más conocida como “Cami”, quién enero de este año organizó una fiesta en su departamento ubicado dentro del Hotel W, donde superó el aforo máximo estipulado por el gobierno. En una sociedad que consume constantemente contenidos de internet e imita el comportamiento de otros ¿realmente funciona la propaganda convencional? puede ser que no, o tal vez los chilenos se sienten atraídos a lo que no pueden hacer. 

Si estas personas que son consideradas influyentes no compartieran en redes sociales sus infracciones a la ley tal vez disminuiría el total de población que realiza estas mismas acciones, ya que según un estudio de la Universidad de Columbia el deseo por algo prohibido disminuye, cuando renunciamos a él en grupo, esto quiere decir que nos resulta más sencillo respetar los límites cuando lo hacemos en grupo. 

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