La alucinación de la extrema izquierda a través de la mirada de la extrema derecha EntrelíneasPor Kathia Cancino - 26 julio, 2021 Desde las franjas de los presidenciables, hasta el actuar de la prensa, lo que se observó en las pantallas de la televisión abierta fue la constante discriminación hacia las ideologías políticas de algún candidato evaluado positivamente por un gran sector popular. Todo ello, en un contexto donde se hace más que necesario que la prensa opte por un enfoque neutral y no de favoritismo hacia uno u otro candidato presidencial. Si en primera instancia los pensamientos de los sectores conservadores veían con recelo la popularidad en redes sociales de su contraparte, había un cierto silencio respecto a lo que Chile quería o buscaba. Tal concepto fue burdamente atacado con el pasar de los días y la cercanía de las primarias. De pronto, el país tajantemente no quería comunismo, epíteto observado en franjas electorales y ampliamente difundido en el último debate por cadena nacional. Por su puesto, es necesario no desviar el foco del actuar de los medios tradicionales de comunicación y su amén para con algunos candidatos, en detrimento de las ideas de otros. Incluso después de los resultados de una nueva jornada histórica en el acontecer nacional, fue posible -y aún lo es- observar una agenda renovada: Cuba y Venezuela dejan de existir súbitamente, y sus situaciones país y protestas en las calles de Santiago se acaban de un día para otro. El gran problema de la industria es que existe una notoria concentración de poder que no busca, si quiera, obviarse. Una forma de encausar los relatos hacia un cierto beneficio, o por lo menos de una manera sutil que engaña y confunde al menos informado. Pero aún más importante es la propuesta de la derecha tradicional vendiéndose como una nueva forma de hacer política, pero con planes de Gobierno retrógrados y que solo condena las violaciones a los DD.HH. en territorios distantes porque en el propio existe una ceguera selectiva. Es importante, en todo momento histórico, analizar el amplio espectro político desde una vereda neutra pero crítica, que no trate de tergiversar los hechos a su favor para instalar una verdad concreta por sobre otra, y que no disfrace el pensamiento político conservador extremo en candidaturas simpáticas que entienden al poblador común y corriente. Hoy más que nunca es necesario que los mensajes erróneos de suponer una extrema izquierda se calmen, más viniendo desde un espectro aún más extremista y que no presenta soluciones ni diálogos. Como Revista Entrelínea, creemos que es importante informar desde la objetividad, para lograr un periodismo de calidad y que no sugestione a los y las lectoras según sus propias ambiciones.