“Si quieres gobernar primero tienes que creer en ti. Para demostrar tu amor debes guiar al rebaño con mano firme. Tú también puedes crear un paraíso contigo como guía”. Nadie duda al decir que el ser humano es un ser complejo, es el único capaz de crecer, destruir y renacer entre las cenizas -o sus muertos- a la vez y todo con un solo objetivo: el poder.

Según la RAE el poder es el dominio, imperio, facultad y jurisdicción que alguien tiene para mandar o ejecutar algo; entonces ¿todos a nuestro alrededor tienen poder? Pues sí, hay quienes ejercen su poder en el trabajo, en su propio hogar, en las calles y en nosotros mismos.

Sin embargo, cuando este dominio llega al gobierno y es tomado a través de un golpe de estado y además por un tirano, es cuando la historia comienza a tomar un nuevo rumbo, o más bien dos, o estas con ellos o en su contra.

Dictaduras…es todo un misterio lo que se oculta tras de ellas, misterio que se resuelve una vez terminada y salen a la luz todos los horrores que el ex líder del país oculto en su momento. No obstante, todos en el algún punto nos hemos preguntado ¿cómo lo logró? Esta fascinación por el mal y por la toma de poder absoluto se responde en la nueva serie documental de Netflix “Cómo se convirtieron en tiranos» que, a lo largo de seis episodios, se narra como diferentes dictadores del mundo elaboraron su hoja de ruta hacia el poder, aclamación y admiración del pueblo.

¿Cómo Adolf Hitler conquistó el poder? ¿Son calculables los muertos de Saddam Hussein? ¿Qué método empleo Idi Amin para conservar su poder? ¿Lenin fue el gurú de Josef Stalin? ¿Cuál fue el error de Muamar el Gadafi? y finalmente, el secreto del poder eterno de la dinastía de los Kim en Corea del Norte. Todas estas preguntas, que si bien tienen respuestas dejan una gran interrogante en el espectador ¿cualquiera puede ser un tirano? La respuesta es que sí.

En cambio, se hace mención que no hay mujeres dictadoras en el mundo. Aun así, la tiranía es el gobierno de las personas que quieren resultados por lo que solo basta esperar la oportunidad y decir “yo, yo soy quien salvará a nuestro país».

¿Qué necesito para ser dictadora?

La profesión de tirano ha estado casi siempre reservada exclusivamente a los hombres y estos muchas veces han tomado el control dando un golpe de Estado impulsándose en el ejército, pero ¿ser dictador es para todos? Primero, los dictadores poseen un rasgo característico: personalidad narcisista, ósea, tener fe ciega en uno mismo. Además, se suman puntos extras si eres: prepotente, manipulador, arrogante, logras mantener la calma en situaciones de alto estrés y como guinda de la torta careces de empatía.

Características que cualquiera puede desarrollar o tener ¿no? Sin embargo, hay algo clave de comienza a marcar la línea entre la mujer y el hombre: la agresividad. Algunos expertos como James Fallon, famoso neurólogo y neuroanatomista, enlaza el comportamiento de los dictadores con el de los psicópatas «las opciones de que una mujer sea extremadamente agresiva, condición casi indispensable para un dictador, son más bajas que las de un hombre».

Estudios recientes demuestran que las mujeres están menos inclinadas a la violencia, son educadas para evitar conflictos, negociar, cooperar, concertar y llegar a acuerdos, antes que competir, pelear, imponer y reclamar, como sí se enseña a los varones. No obstante, esto no responde a ninguna razón biológica.

Pero no es que las mujeres no aspiremos al poder no, no es eso. Como se menciona anteriormente, la mayoría de los dictadores han asumido el poder gracias a un golpe de estado y total apoyo del ejército.

Sin embargo, que en la lista de dictadores no existan nombres femeninos no significa que no hayamos tenido la oportunidad de gobernar. Las mujeres solo han tenido la oportunidad de ser dictadoras estando casadas con dictadores o siendo las hijas de estos. Por ejemplo: Indira Gandhi, hija del héroe nacional Jawaharlal se desempeñó como primera ministra de la India entre 1966 hasta su muerte en 1984.

Ladys genocidas: las eternas enamoradas del poder

En Dictadoras, escrito por Rosa Montero, se señala que “en efecto, hay una relación directa entre la intimidad y la gran y devastadora historia de las dictaduras”. Por consiguiente, es de esperar que detrás de todo líder hay una mujer que marcó su vida. Comenzando por la madre, esposa e hijas. Por ejemplo, en el caso de Francisco Franco (dictador español) era Carmen Polo (esposa) quien regia y presidia toda la aristocracia española siendo ella una amante de los regalos y bienes de lujos mientras que el país se sumergía en la pobreza.

Según el libro “Los malos de España” de Juan Carlos Losada, Carmen Polo “nunca mostró compasión o cariño, al contario, era avariciosa, gélida y amante del poder”. Además, presidio el Patronato de la Mujer, un reformatorio para mujeres y niñas que «se salían del camino» impuesto por la religión católica. Entre las causas de internamiento estaban quedarse embarazadas siendo menores o tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.

Existió también una mujer que convirtió a un español en Rey de Inglaterra, su nombre  María “La sanguinaria” a quien se le describe como una mujer triste, una reina sangrienta, una esposa desconsolada y una eterna embarazada. Una de sus primeras medidas fue encarcelar y ejecutar al Duque de Northumberland quien impidió durante años su ascenso al trono. Después de esa ejecución lo prosiguieron otros 300 muertos. 

Se suman a la lista de mujeres con poder: Dewi Sukarno, primera dama de Indonesia en 1962-1967 y quien intentó convencer a la oposición para que trabajaran con su marido. “Son los americanos quienes llaman dictador a sus detractores” les señala a sus opositores quienes finalmente se negaron a colaborar con el régimen de Sukarno.

Finalmente, si quieres ser tú la líder ya sabes lo que debes hacer o que ejemplos seguir.