Independiente de la industria musical

Dentro de la música popular existe el constante debate de qué es la música indie. Si nos centramos en el origen del concepto, este proviene del diminutivo, en inglés, de la palabra independent o independiente. Es decir, se refiere a cualquier creación, no solo musical, sino cualquier rama artística, que se desarrolle al margen de las transnacionales o grandes productoras.

Lo que se conoce tradicionalmente como géneros musicales, en realidad son estilos de la música popular. Estos se definen generalmente por aspectos como su contenido lírico, su instrumentalización y contexto social en el que se originan. Es por esto que llama la atención que a un determinado método de trabajo se le haya atribuido mediáticamente un estilo.

Inspirado en primicias relacionadas a la autogestión, el indie surge como una respuesta política y creativa al contenido que era rechazado por la industria y sus estándares de masividad y rentabilidad. Es por estos motivos que la música independiente -o realizada de esta forma, que es la manera correcta de referirse a ésta- comienza a tener ciertos aspectos estéticos comunes atribuibles a los bajos presupuestos con los que en general se trabaja en esta dinámica. 

No existen elementos musicales que hagan al indie un género musical como tal. A bandas como The 1975, Animal Collective o BADBADNOTGOOD se les agrupa en la categoría indie y ejecutan estilos totalmente diferentes. Eso no quiere decir que no sean independientes, ya que, de hecho, lo son. Todas pertenecen a sellos discográficos que no tienen afiliación con las empresas que dominan el mercado: Sony, Universal y Warner.

La problemática de la comercialización del indie como género tiene su raíz en el crecimiento orgánico y éxito masivo que tuvieron bandas como Franz Ferdinand o Arctic Monkeys. Las multinacionales rápidamente se percataron que el concepto era atractivo para el público por lo que comenzaron a comprar pequeños sellos discográficos a modo de filiales y firmar proyectos musicales para venderlos como independientes con el fin de tener el control comercial de lo es llamativo para el público.

El indie se llenó de publicidad en sus conciertos, artistas emergentes rápidamente llegaron al mainstream y su estilo de vestir fue replicado y comercializado por populares marcas de ropa, tergiversando una propuesta artística que desafiaba a lo establecido por la industria y convirtiéndola en un paquete para consumo.
Por suerte, la mayoría de bandas internacionales que popularizaron este método de trabajo se mantienen fiel a él, dando el ejemplo a las nuevas generaciones de que no es necesario pertenecer a grandes corporaciones para poder crecer en la industria musical. El indie existe y pertenece a quienes hacen música por el simple afán de crear.

El desarrollo tecnológico es clave y facilita la autonomía creativa de la música. Foto: Adif.
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