Karadima y la Iglesia

Durante cientos de años la figura de la iglesia católica ha sido enaltecida donde ha sido enaltecida por los fieles que se han encargado de defender de manera acérrima todo lo que el clero cree y representa. Sin embargo, no es hasta mediados del siglo XX que se comienza a cuestionar su actuar en diversas materias, convirtiéndola actualmente en un credo sumamente cuestionado y con menor representatividad cada día.

El pasado lunes 26 de julio falleció el ex sacerdote Héctor Karadima debido a problemas cardíacos, quien ha sido el protagonista del mayor escándalo de abusos sexuales por parte de la iglesia, donde, lamentablemente, las sanciones que tuvo fueron solo monetarias, dejándolo sin cumplir ni siquiera un solo día de cárcel. Desenlace que dejó a muchas personas descontentas. Siendo este personaje un icono de los abusos de la iglesia católica y de las influencias que esta tiene en la sociedad chilena.

En 2010, salen a la luz los casos de abusos y manipulación por parte de Karadima a Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo y James Hamilton, quienes, en su adolescencia, participaban en distintas actividades en la Parroquia el Bosque de Providencia. Posteriormente, en el año 2011 el Vaticano lo declaró culpable de los abusos, condenando a una vida de oración y penitencia. Es recién en el 2018 que oficialmente de la Iglesia Católica, teniendo durante ocho años a un reconocido abusador de menores en sus filas. 

Karadima no tuvo una pena efectiva en la cárcel, debido a que los delitos ya habían sido prescritos, quizá sea un vacío legal o una mala práctica judicial, por lo cierto es que fue una decisión sumamente injusta, siendo una burla para quienes fueron víctimas de esos abusos y, pese a que fue una alta suma de dinero pagado como indemnización, nada puede borrar los horribles momentos por los que pasaron esos niños y cómo estas atrocidades fueron ocultadas.

Estos hechos solo se suman a la larga lista de crímenes de connotación sexual vinculados a la Iglesia Católica, ninguno con un castigo ejemplar. Al parecer, su influencia como orden religiosa pesa más que la misma legislación, ya que, ante estos casos, es el Vaticano quien toma las riendas del asunto y se encarga de enjuiciar a los acusados.

Esta constante entre los sacerdotes católicos no puede ser solamente coincidencia, quizá la manera en que son formados es la equivocada, lo que los lleva a desarrollar este tipo de trastornos. Lo más lamentable, es que estos casos pudieron haber sido evitados, sin duda alguna, fue la misma congregación la que llevó al catolicismo a tener cada día menos adeptos.

foto por Alexandr Podvalny
Foto por Alexandr Podvalny.
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