En estos momentos se lleva a cabo la primera semana de competencia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. A la espera de alguna medalla para la delegación nacional, cabe repasar los deportes en los que los chilenos marcaron historia en destacadas actuaciones individuales, que más no fueron hechas bajo un proceso histórico de una disciplina en particular que dejara huellas hacia una construcción futura.

13 años de sequía

El año 2008, cuando el tradicional evento multideportivo tuvo cita en Pekín, fue la última vez que un nacional obtuvo alguna medalla. Fernando González ganó la presea de plata tras llegar a la final del tenis y caer frente a Rafael Nadal. De ahí en más, nuestros representantes no consiguieron triunfos en Londres 2012 ni Río de Janeiro 2016, pese a que algunos como Tomás González estuvieron bastante cerca. 

Nuestro país participa desde la edición de Atenas 1896, completando un total de 23 ocasiones. A partir de aquel año, nuestros compatriotas solo han obtenido 13 medallas: dos de oro, siete de plata y cuatro de bronce. Aún así, alcanza para ubicarse en el séptimo puesto de países latinoamericanos con más preseas, según señala la cuenta oficial de Twitter de los Juegos Olímpicos.

La cita más fructífera para nuestro deporte se llevó a cabo el año 1956 en Melbourne. En esa oportunidad se alcanzaron dos medallas de plata y un par de bronce. A lo que el siglo XX respecta, el último gran recuerdo que atesora Chile es lo acontecido en Atenas 2004, ocasión donde el tenis entregó dos preseas máximas y una de tercer lugar.

Tenis: las mayores alegrías

Es precisamente esta actividad en la que más logros ha alcanzado nuestro país en citas olímpicas. Fernando González y Nicolás Massú, los representantes por excelencia de Chile en el llamado “deporte blanco”, suman cinco medallas: en Atenas 2004 el “vampiro” consiguió la máxima distinción en los dos frentes donde participó: singles y dobles con el propio González, quien además consiguió la de bronce de forma individual.

Por su parte, el “bombardero” sumó otra cuatro años más tarde, cuando se quedó con el segundo puesto enfrentando al español Rafael Nadal.

Tanto González como Massú tuvieron grandes carreras a nivel internacional. Sus logros en Grecia y China son parte de un proceso en el cual representaron al país tanto en Copa Davis como en competencias individuales alrededor del mundo. De hecho, según cuenta La Tercera, ambos se relacionaron profesional y humanamente desde pequeños.

Boxeo

El boxeo se puede catalogar como la segunda disciplina donde nuestro país alcanza un importante rendimiento histórico. Precisamente los tres logros en esta materia se obtuvieron en Melbourne 1956, donde Claudio Barrientos sumó un bronce en categoría peso gallo, Carlos Lucas hizo lo propio en semipesado y Ramón Tapia se puso en el cuello una medalla de plata en la división peso medio.

Sin duda meritorio lo de aquellos púgiles que sumaron triunfos olímpicos en épocas donde el deportista nacional poseía aún menos herramientas de entrenamiento y salud para su preparación, además de enfrentar a grandes exponentes europeos, tal como consigna el medio boxeadores.cl.

Equitación

En 1952 Óscar Christi logró las marcas nunca antes hechas y tampoco superadas posteriormente. El en aquel entonces capitán de Carabineros ganó una plata en competencia individual y otra en equipos en conjunto con Ricardo Echeverría, capitán del Ejército, y César Mendoza Durán, teniente de Carabineros.

Ellos fueron capaces de sumar triunfos a un pequeño medallero olímpico que ese año solamente poseía una: Manuel Plaza en maratón en 1928.

Otros triunfos

En otras disciplinas Chile ha sumado solitarias medallas fruto de épicas consecuciones. En jabalina, Marlene Ahrens alcanzó una presea de plata que continúa siendo la única medalla de tintes femeninos en una delegación de nuestro país. Fue en Melbourne 1956, cita donde también fue la abanderada.

Por otro lado, para continuar con ejemplos, el popular fútbol también se subió a un podio olímpico de la mano de jugadores como Iván Zamorano, quien condujo a una selección sub 23 a obtener un bronce por su tercer lugar en Sídney 2000. 

¿Qué sucede hoy?

En cuanto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, ninguna de las anteriores materias mencionadas aparece como opción clara de obtención de medalla. Como detalla AS Chile, las apuestas están entregadas a compatriotas como Kristell Köbrich en natación, Clemente Seguel en velas, Arley Méndez en levantamiento de pesas, los primos Grimalt en vóleibol playa y Bárbara Riveros en triatlón, entre otros exponentes. 

Pese a poseer la delegación más grande de nuestra historia, si nos centramos en las tres categorías donde mayores triunfos se han generado, no asoman atletas de renombre que, al menos en la previa, supongan igualar hazañas como las anteriormente descritas.

Tomás Barrios en tenis se encuentra en su mejor ranking histórico (194°), pero lejos de la explosión que se espera para un mediano plazo. En comparación con lo realizado por Fernández González y Nicolás Massú, este último llegó a la cita olímpica en la ubicación 12 del circuito, en pleno apogeo de su carrera, y los dos estaban inmersos en un contexto nacional exitoso de este deporte, con un equipo donde compartían palmo a palmo con Marcelo Ríos. Por lo demás, el mejor tenista del momento, Christian Garín, decidió bajarse de los JJ.OO. para priorizar otros campeonatos.

La equitación, hoy representada como deporte ecuestre, posee dos integrantes del Team Chile: Samuel Parot y Virginia Yarur, quienes llegan en similares condiciones en perspectiva con Óscar Christi. El otrora medallista no aterrizó en Europa con grandes luces y se vio complicado por el estado de sus caballos tras el extenso traslado, pero superó aquellas dificultades. Yarur, eso sí, aparece con el cartel de ser la primera mujer chilena en equitación en este tipo de competencias, tal como informa Radio ADN. 

El boxeo derechamente no presenta representantes para esta cita, principalmente producto de la suspensión a principio de año del preolímpico que otorgaba clasificaciones a países sudamericanos a través de competencias.