A 23 años de su estreno: ¿por qué seguimos hablando de Sex and the City? Entrelíneas por Jesús Herrera Bravo - 3 septiembre, 20213 septiembre, 20210 Carrie Bradshaw para mí fue el personaje de culto en la producción: una mujer exitosa que hablaba sobre sexo sin tapujos en un diario neoyorkino y que se movía en las cúspides del upper east side con sus bolsas de Prada o Manolo Blahnik para calmar sus inseguridades. Y es que esta serie, más allá de presentar la idealización de la búsqueda del príncipe azul con final feliz, también presentaba la dinámica entre personas que tenían trabas emocionales, produciendo una serie de altibajos en sus relaciones interpersonales. Quizás ese fue el enganche que causó sensación en su época, tan así que aún seguimos hablando de ella. La serie estrenada en 1998, basada en el libro de Candace Bushnell (del mismo nombre), producida por la cadena HBO y protagonizada por Sarah Jessica Parker, Kim Cattrall, Cinthia Nixon y Kristin Davis narra la historia de cuatro chicas que luchan por tener un lugar en un mundo cosmopolita, lleno de competitividad, amores fallidos y sexo en vísperas del nuevo siglo. Carrie, personaje principal de la serie, comparte un denominador común con sus amigas: la búsqueda de relaciones amorosas y el sentido de la moda. Su personalidad insegura en el ámbito personal, pero a la vez abierta para abordar las intimidades en su columna nos entrega una caracterización matizada y disonante entre la estabilidad e inestabilidad, lo que nos hace amarla u odiarla, de vez en cuando. Miranda, Charlotte y Samantha no lo hacen nada de mal, tampoco. Si bien son mujeres empoderadas que viven la vida y disfrutan de su sexualidad libremente (hasta que encuentran pareja), la serie va revelándonos, a lo largo de sus seis temporadas, que sus personalidades dejan entrever diversas inseguridades que autosabotean sus relaciones. Primeras imágenes de And just like that (spinoff de la serie) y que está siendo grabada en Manhattan. Fotografía: Vogue. Pese a que pertenecía al género de comedia, la serie logró captar perfectamente temas delicados para la sociedad, entre los que se contaban el vientre de alquiler, relaciones homosexuales, la violencia hacia la mujer, entre otros aspectos. El valor agregado de esta producción fue la genialidad de narrar una historia con toques de humor, pero que en el fondo escondía un gran drama en sus personajes. Rupturista para su época, Sex and the City marcó un antes y un después en la cultura pop a nivel mundial. Sin duda, ver las andanzas de estas cuatro amigas en sus 94 capítulos se disfruta tanto en soledad como en compañía. Aunque ya han pasado más de 20 años de su estreno, los temas que abordan parecen no tener caducidad en el tiempo.