La fórmula secreta de la adaptación perfecta sigue aún sin ser descubierta.

En la industria del cine existe una maldición que suele manifestarse a través de un género específico de películas, estas son las cintas inspiradas en videojuegos que no suelen tener resultados positivos en la crítica.

Cada vez es más habitual encontrarse con películas que intentan adaptar el mundo de algún videojuego a proyectos cinematográficos. Producciones multimillonarias que suman fuerzas apostando por llevar estas historias a la pantalla grande y que, pese a los esfuerzos, muy pocos estrenos son los que logran hacerlo de manera eficiente.

Esto último sucede porque no es tarea fácil adaptar historias que cada uno de los jugadores sintió de manera diferente durante su viaje por el videojuego. En este apartado es donde Free Guy hace un giro a la fórmula habitual y produce algo interesante que la diferencia de otros proyectos antepasados.

El protagonista de esta cinta es un NPC llamado Guy, el actor Ryan Reynolds interpreta a un banquero que habita en el caótico mundo de un videojuego en línea. Inspirado de manera implícita en el mundo de GTA Online, Guy se siente así mismo como una humano regular que pertenece a este inverosímil mundo donde ocurren asaltos, crímenes y atentados como si fueran situaciones de la vida diaria.

Esto último cambia cuando Guy logra adquirir unas gafas de realidad virtual que le otorgan conciencia de su existencia dentro del mundo virtual. A partir de ese momento, nuestro protagonista comienza su viaje que termina desenvolviendo la trama.

La película resalta por sus temáticas, sus personajes y la historia que relata a la audiencia acerca del funcionamiento de la industria de los videojuegos. Sobre sus operaciones, prioridades y problemática a la hora de desarrollar y promover un producto como un servicio social y cultural.

Guy incluso tiene espacio dentro de su odisea virtual para preguntarse acerca del significado de la existencia, de su propósito en la vida tras descubrir la verdad de su mundo. Temáticas como estas no son comunes en el género cinematográfico. La simpleza de los guiones que las películas basadas en videojuegos han acostumbrado a utilizar impiden que estas historias logren tocar temas así de complejos.

Free Guy tiene mérito por tomar el camino difícil, tomar la ruta compleja a la hora de crear una película inspirada en el género. El cine aún continúa buscando la fórmula de la perfección para las cintas inspiradas en videojuegos.