La riqueza narrativa y visual de Pedro Almodóvar

La predominancia del rojo, un toque kitsch en escena, el llamativo valor estético que cautiva las pupilas y un guion plagado de figuras femeninas son parte fundamental de su obra cinematográfica.

Punkis, roqueros, monjas, prostitutas, travestis, homosexuales, hombres y mujeres son los personajes que orbitan la vida urbana y el underground presente en la filmografía almodovariana. Sobre todo, papeles femeninos memorables, llenos de fortaleza y atravesados por el dolor.

En ese sentido, la película “Todo sobre mi madre” estrenada en 1999, es uno de los mejores ejemplos para hablar de mujeres con personalidades fuertes y magnéticas. No por nada ganó una estatuilla de la academia a mejor película extranjera y un globo de oro a mejor película de habla no inglesa.

El filme narra la historia de Manuela, quien pierde a su hijo Esteban tras un accidente automovilístico. La pérdida y su maternidad trizada la conducen a Barcelona, a buscar al padre de Esteban, Lola. Este último personaje, denota la presencia de otro tipo de identidades, mujeres y hombres trans que transitan por distintos estados con autonomía y libertad.

La cinta expone el universo creado por el director español en donde las normas están para romperse y el modelo tradicional no es más que un molde vacío y carente de carácter. Así, podemos contemplar un cine que no lo rige ni la iglesia, ni el Estado.

Pedro pone en escena una familia fracturada, travestis que ejercen la prostitución y monjas enfermas de sida. Guiones que giran en torno a la vida de mujeres que comparten, se cuidan y ayudan, guardan culpas y mantienen secretos. Este esqueleto narrativo tiene su razón de ser en su madre, Francisca Caballero, quien es una influencia fundamental para comprender su obra.

El uso del rojo se transformó en un sello personal del director manchego, una marca fundamental en sus obras. Cortesía de: Film Affinity.

Ya que la madre es uno de los personajes dicotómicos más relevantes dentro de la vasta filmografía de Almodóvar. La maternidad herida dentro de un seno familiar marcado por la ausencia y el abandono del padre es la gran tragedia encapsulada en “Todo sobre mi madre”.

De modo que, contamos con narrativas seductoras y llamativas, pero el universo cinematográfico de este director tiene mucho más que ofrecer, su obsesión por la simetría y los colores son rasgos que no se pueden pasar por alto.

El filme denota personalidad y autenticidad. La colorimetría, el predominio del rojo y el azul, el uso de metáforas visuales para direccionar narrativas, la decoración de los ambientes y una detallada elección compositiva caracterizada por lo kitsch y el artificio, lo dotan de vitalidad y sofisticación

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