La práctica de los narcisistas: cuando solo ven el reflejo de sí mismos

El narcisismo es un trastorno de la personalidad que puede dejar graves consecuencias para quienes conviven con una persona con aquella afección si no se toman medidas a tiempo.

“Lo conocí en una reunión de excompañeros de trabajo. En ese momento, estaba atravesando un periodo bastante vulnerable a nivel personal; me había peleado con mi familia, tenía un montón de carga laboral y salía de una ruptura amorosa. Recuerdo que él se acercó, conversamos por varias horas, me escuchó y solo me dijo ‘te comprendo’”, relató. 

Al poco tiempo, la relación de Alexandra (37) con ese nuevo “amor” comenzó a fluir. Se hablaban todos los días por llamada y el bombardeo de mensajes románticos alegraban su día. Le comentaba, aún sin conocerla bien, que quería viajar con ella al extranjero para vacaciones. Sin lugar a dudas, la cortejó de mil maneras posibles, pero lo atribuyó a la intensidad del momento. 

Cuando accedió a dar “el paso” de abrir su corazón nuevamente, las cosas cambiaron drásticamente. “Al principio todo fue un paraíso. Salíamos, veíamos películas y cocinábamos juntos. Sin embargo, con el paso de las semanas empezó a distanciarse. En primera instancia, pensé que estaba atravesando estrés laboral, debido a que siempre comentaba que se llevaba mal con sus compañeros de trabajo, pero la situación fue empeorando. Su tono de voz fue cambiando, la comunicación era casi nula y aunque quise explicarle lo que sentía con respecto a su comportamiento no le importó”, indicó.

Un estudio de la Universidad de Buffalo (EE.UU) reveló que los hombres son más narcisistas que las mujeres. Fotografía: radiofrance.fr.

Y así estuvo cerca de seis meses. Hubo un momento, como comenta, en que las conversaciones que mantenía con aquella persona la desgastaban emocionalmente. Nada lo interpretaba de forma positiva, pues solo existían pesares externos que empeoraban su comportamiento. Pese a ello, siempre trató de comprenderlo para salvar la relación, pero llegó a una instancia en que se dio cuenta que estaba en una espiral sin fin, donde ella sería la única perjudicada. “Hablé con mi expareja, sin embargo me echó la culpa de sus propias reacciones. Fue ahí cuando dije que no podía seguir con esto. No me atrevía a soltar, debido a que volvía a ser el romántico empedernido, lo que me hacía caer otra vez ”, señaló. 

Semanas después, Alexandra decidió ir a una psicóloga porque algo en ella había cambiado. Se insegurizaba por todo, el dolor de estómago no la dejaba dormir y era susceptible ante cualquier eventualidad que se presentaba. La profesional al ver la situación, le explicó que estaba en una relación con una persona con trastorno de personalidad narcisista.

El mito de Narciso

La mitología griega cuenta que Narciso era un joven con una apariencia extremadamente hermosa y cautivadora. Todas las mujeres y hombres quedaban enamorados de él, sin embargo, este los rechazaba. Para castigarlo por su comportamiento, Némesis (diosa de la justicia y venganza) lo hechizó, enamorándolo de su propia imagen reflejada en un estanque hasta su muerte.

Si bien el narcisismo es una palabra, generalmente peyorativa, usada en la cotidianidad para describir a personas vanidosas o con actitudes soberbias, también puede ser pensada en una dimensión más amplia de la personalidad. Otto Kernberg, psiquiatra estadounidense, dio un repaso a la definición del concepto desde la teoría psicoanalítica. En aquella instancia lo determinó como “aquello relacionado con la regulación anormal de la autoestima o de la autoconsideración”. Esto significa que la construcción del individuo narcisista dependerá de las experiencias que tenga con los demás, ya sean frustrantes o gratificantes, así como de la evaluación personal que un sujeto pueda percibir de sus logros o fracasos a lo largo de su vida. 

Kernberg afirmó que “un superyó exigente con demandas inconscientes de perfeccionismo y prohibiciones infantiles favorecerá una baja autoestima y que, a su vez, afectaría la satisfacción de las necesidades tanto libidinales como afectivas”. Por su parte, el psicólogo Daniel Vásquez, se refiere al narcisismo patológico como “un trastorno, que principalmente se genera en la población masculina, para experimentar y regular su propia autoestima”, señaló. 

La historia de Ester Orrego (54) pudo haber tenido otro final, pero confió en que su pareja cambiaría de comportamiento, lo que hizo más tortuoso el camino. “Lo conocí a través de un exjefe cuando trabajaba en Santiago. En ese entonces, esta persona vivía en Ovalle y viajaba periódicamente a verme. En un principio fue todo color de rosa; me agasajaba con regalos caros, chocolates y salidas a cenar. Para mí fue un encanto, pues me hacía sentir en las nubes”, indicó.

El mito de Narciso retratado en la obra del pintor Michelangelo Meresi da Caravaggio (1597). Fotografía: lacamaradelarte.com.

Luego de seis meses de pololeo a distancia, se atrevieron a dar el “sí” en el registro civil, pero la miel sobre hojuelas solo fue el prefacio de una estrepitosa caída del castillo naipes. Pese a la advertencia de la madre de Orrego, que presentía que algo iba mal en la relación de su hija, se fueron a vivir a Ovalle, lugar en donde la pesadilla comenzó. El romanticismo y el interés por parte de él fue decayendo hasta llegar a un punto inerte. Le prohibía salir, las palabras se transformaron en críticas hacia su aspecto, le decía cómo vestir y si no lo hacía, los insultos aparecían. Su autoestima bajó considerablemente, pues percibía que la menospreciaba. 

“Habían ocasiones en que no me hablaba por días, prácticamente, como si no existiera. La indiferencia fue carcomiendo mi esencia; me volví una persona apagada, ya no disfrutaba las cosas que hacía y me sumí en una depresión que me llevó a atentar contra mi propia vida”, comentó. 

Cuando despertó en el hospital por una sobredosis de medicamentos, la vio una psiquiatra que empezó a ayudarla en su recuperación. “Lo primero que me dijo fue que debía huir (sic), porque se encontraba con una persona con rasgos narcisistas. Inmediatamente, ella la derivó con una psicóloga para  tomar las medidas necesarias y enfrentarme ante la situación”, señaló. 

Tiempo después, decidió tomar sus cosas para salir de la ciudad. Nunca más lo volvió a ver, pero asegura que las marcas aún persisten, debido a la triste experiencia.

Trastorno de personalidad narcisista (TPN)

Desde el Centro de Salud Alianza, afirman que “las personas que tienen esta patología se caracterizan por idealizarse a sí mismos, sintiéndose excepcionalmente competentes y capaces, lo que promueve fantasías de éxito, belleza, poder e inteligencia, aun cuando no corresponda necesariamente con la realidad”. Para la psicóloga Camila Ángel, el narcisista “tiene un patrón de comportamiento de grandeza. Se creen superiores a los demás, tienen mucha necesidad de admiración, por eso su discurso siempre comienza con ‘yo he hecho esto’, pero la mayoría de las veces son invenciones. Asimismo, se convencen a sí mismos que son personas especiales”, destacó. 

El narcisista patológico trata a los demás conforme a un objetivo determinado. Si el individuo no está “al nivel del narciso” interactúa de manera distinta, vale decir, como si fuera un peón dentro de una tablero de ajedrez. Otras de las características que destaca la profesional, para tomar atención ante la eventualidad de encontrarse con un sujeto con este tipo de trastorno, radica en las conversaciones. “Generalmente son personas que sienten celos de los logros ajenos, mienten constantemente, nunca tienen la culpa de algo, porque todos sus malestares provienen del exterior y son muy arrogantes. Además, no muestran simpatía por el prójimo y el trato con ellos se hace muy complicado”, expuso. 

Para una persona que conoce o vive con un narcisista es complejo mediar ante una discusión, ya que levantará la voz repitiendo una y otra vez sus argumentos hasta ganar por abandono de la parte contraria. Además, como se sienten superiores, no se preocupan por las consecuencias de sus reacciones, porque en realidad no tienen desarrollada la empatía.

El narcisista tiende a confundir a su víctima para someterla a sus propios deseos y así afirmar su autoestima. Fotografía: Glamour.

En cuanto a la vida amorosa y sexual de la persona con TPN se caracteriza por una fuerte dificultad o incapacidad de enamorarse y establecer vínculos afectivos profundos de manera estable con la pareja. Esto significa que les cuesta entablar relaciones amorosas donde se integren los sentimientos de ternura, compromiso a largo plazo y la experiencia de excitación en la sexualidad. “La dinámica que se puede observar en el enamoramiento narcisista es la selección de un objeto de amor que le sirva para el fortalecimiento de su autoestima”, señaló Cristián Montes, psicólogo de la Universidad de Chile.

Posible tratamiento que requiere de esfuerzo

Para un hombre o mujer que padece de trastorno de personalidad narcisista no es fácil establecer vínculos humanos efectivos. Su carácter causa problemas en diferentes esferas de su vida, como en las relaciones amorosas, el trabajo, la escuela o asuntos socioeconómicos. En la mayoría de los casos, los individuos con esta patología se sienten infelices, decepcionados, enojados y ansiosos cuando perciben que no reciben la atención que ellos creen merecer. 

El narcisista se esconde en máscaras de seguridad extrema, pero detrás de esa careta existe una autoestima frágil que lo hace vulnerable a la crítica más leve. Generalmente, un individuo que tiene este trastorno no se da cuenta del problema que padece y, por lo mismo, no suelen buscar tratamiento. Para la psicóloga Arlyn Cortés “quien llega con esta patología no llega a la consulta por voluntad propia, sino por problemas derivados como la depresión, lo que dificulta la ayuda. En la mayoría de los casos, las personas no se dan cuenta que padecen de la afección y se hace tremendamente difícil tratarlos con psicoterapia, aunque no es imposible”, indicó. 

A pesar de ser una tarea compleja, la persona que vive con TPN tiene probabilidades de cambiar o al menos de reducir el tipo de conducta para evitar dificultades en su vida personal y con los demás. En cuanto a las personas que han vivido desagradables experiencias con parejas, jefes o familiares narcisistas es menester que reciban ayuda psicológica, pues al final la salud mental es la base de la integridad de los seres humanos.

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