La distopía de Byung-Chul Han: La sociedad de la transparencia en su apogeo Entrelíneas por Felipe Mendoza - 2 octubre, 20212 octubre, 20210 “Una relación transparente es una relación muerta, a la que le falta toda atracción, toda vitalidad. Solo lo muerto es totalmente transparente”, invoca Han a Senett. La siguiente historia en tu Instagram podría ser sobre el retrato que el autor coreano realizó en su ensayo. En el infierno de lo igual, todos desayunamos la misma información y perdemos los estribos por las mismas noticias. En el infierno de lo igual, es imposible llegar al almuerzo sin enfrentar la saturación. La sociedad avanza acelerada, precipitada y en un mar de contenido instantáneo. Es ahí donde el autor realiza su observación. Han es uno de los filósofos más despiertos de nuestra era. En su ensayo pone de relieve al individuo y la dirección en la cual avanza su discurso público: La sociedad de la transparencia es positiva, dispuesta a la exposición y la evidencia; se manifiesta de forma pornográfica. En esta sociedad sin secretos, sostiene que, habiendo desaparecido la confianza, la apuesta ha sido a la vigilancia y el control. El autor considerará a las redes sociales como un gran panóptico, que, como espacios de libertad, concentran una gran acumulación de Egos, incapaces de acción común, política, o de un nosotros. El fenómeno comprende una mera acumulación, en detrimento de una comunidad. La particularidad es que, en este panóptico, cada uno se entrega voluntariamente. El morador de esta prisión se desnuda y expone a la mirada de todos, y a la vez, suma su propia mirada al gran enjambre. Byung-Chul Han, no apuesta por un escenario utópico, y ya desde “La sociedad del Cansancio” se mostraba crítico con el ser del individuo, quien toma el rol de su propio explotador. En este panóptico no perspectivista de la transparencia, este rol, además, se expresa desde todos los lados. «El morador del panóptico digital es víctima y actor a la vez. Ahí está la dialéctica de la libertad, que se hace patente como control”, describe. Foto obtenida de El País. Sin embargo, el filósofo desarrolla su punto en un momento en que las redes sociales recién comenzaban a irrumpir en Alemania y el resto de Europa. Hoy, de la mano de Instagram, Snapchat, TikTok y un cumulo cada vez más grande de nuevas aplicaciones, perfectamente podemos relacionar esta obra a todo aquello que hoy nos es cotidiano. La sociedad de la transparencia es un libro genial de principio a fin, que entrega una mirada en perspectiva del avance de nuestra sociedad y que merece ser releído hoy desde un escenario postpandemia, donde las plataformas digitales son un espacio cada vez más familiar. Ni este texto, ni el libro de Han, deben ser entendidos como un spoiler. La realidad que hoy abrazamos es un mundo distinto al que planteaba el autor, pero el individuo sigue siendo el mismo. Cada uno de nosotros, cada lector, enfrenta los mismos impulsos y es seducido por los mismos placeres. Ahí radica la genialidad de una obra, que, insisto, debe ser releída.