“Si no estás en el Código Sanitario, no existes”: Alerta Tecnología Médica Entrelíneas por Felipe Mendoza - 2 octubre, 20212 octubre, 20210 El Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile enfrenta un difícil escenario luego de que el Ministerio de Salud ingresara sus indicaciones al proyecto que busca modificar la actual norma que rige a toda el área. El cínico reconocimiento del ejecutivo a los trabajadores del área de diagnóstico tecnológico de la gran cantidad de exámenes que se realizan año a año se revela ante una lamentable ausencia de sus especializaciones en el Código de Salud. La tecnología médica ha sido una de las áreas más demandadas por la pandemia. Una gran cantidad de exámenes respiratorios y PCR -entre otros- fueron realizados por profesionales formados en esta materia. Sin embargo, mientras desde el Minsal se jactaban de la cantidad de procedimientos realizados a diario a nivel país, en las indicaciones ingresadas a la Comisión de Salud de la cámara baja, se desconocían a las y los especialistas que realizan esta labor. El verdadero problema tiene una larga data. El Código Sanitario no responde a la realidad país desde hace por lo menos dos décadas; ni a los problemas que día a día enfrentan miles de trabajadores al interior de Hospitales y Centros de Salud, ni a la norma que se pretende alcanzar para mejorar el sistema. Hoy, la redacción de una nueva constitución se revela como una oportunidad de direccionar los esfuerzos que el gremio completo venía realizando en pro de estas modificaciones. Pero nuevamente, el actuar del ejecutivo ha dejado a todos en desconcierto. Un valde de agua fría Tras cuatro años de trabajo conjunto entre los diversos colegios médicos, el objetivo era claro; actualizar el libro V del Código Sanitario. Sin embargo, las indicaciones ingresadas por el Ministerio de Salud al proyecto de reforma, que ya está en la Cámara de Diputados y Diputadas, parecen desconocer todos los esfuerzos realizados. Las reacciones no se hicieron esperar. Uno de los actores afectados, el Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile, a quienes no les reconocen tres de sus cinco menciones, lamentaron la arremetida del gobierno. Desde el gremio se sumaron a la declaración de rechazo levantada por los Colegios Profesionales de la Salud, solicitando el retiro de este proyecto. El documento, al final se convierte en un petitorio, que, apelando a la iniciativa parlamentaria, insiste en considerar puntos relevantes como la exclusividad universitaria -extendida a todas las profesiones del área-, el incorporar a todo el equipo de salud al Código Sanitario -incluyendo las carreras faltantes, técnicos en enfermería de nivel superior y auxiliares- y del mismo modo, definir adecuadamente las atribuciones y campos técnicos de los distintos oficios. Además, en su declaración señalaron la necesidad de establecer el control ético profesional por parte de los mismos colegios, el no dejar la descripción de las diversas profesiones vía reglamento -sino que sean parte del Código- y el rechazar las autorizaciones especiales de la Seremi a titulados en el extranjero. La intención del gremio es que las indicaciones sean retiradas y se retome un trabajo conjunto, el cual ya existía y se desechó sin razones aparentes. Así como, días antes, el colegio de matronas acusó que el Ministerio de Salud desconocía todo lo trabajado en conjunto, señalando que se ponía en riesgo a su profesión, también otras carreras del área enfrentaron la decisión del gobierno como un valde de agua fría. Las manifestaciones también se realizaron a través de las redes sociales del Colegio de Tecnólogos Médicos de Chile. Foto obtenida de colegiodetecnologosmedicos.cl. Quienes no están en el Código Las paralizaciones fueron una de las respuestas ante el bochornoso actuar del gobierno. Los distintos colegios se manifestaron durante agosto desde diversos escenarios, sin embargo, en la página web del Minsal no hubo ninguna mención a lo que estaba ocurriendo, los medios de comunicación cubrieron el problema de forma escueta y temerosa, y con las celebraciones de septiembre, el problema fue descartado de la opinión pública. Mientras algunas de las áreas enfrentan la reducción de sus funciones, otras ni siquiera fueron incluidas o descritas por las indicaciones hechas a la norma. Las más privilegiadas, se incluyeron de forma parcial. Las restricciones puestas al accionar de muchas y muchos profesionales son tan descabelladas, que, por ejemplo, en el caso de la tecnología médica, no se reconocen las especializaciones que durante la pandemia han gestionado, procesado y ejecutado, la mayoría de los exámenes PCR. Tanto la especialidad de Morfofisiopatología y Citodiagnóstico, como Hematología, Banco de Sangre y Otorrinolaringología, además de Laboratorio Clínico, quedaron fuera de la norma que regula a todos los trabajadores en la salud pública. El colegio de Tecnólogos Médicos de Chile se declaró en alerta y convocó una primera paralización, realizada a nivel nacional, el lunes 23 de agosto. “Esta es una situación muy grave, sobre todo para la población y nuestros pacientes, ya que se les arrebataría el derecho de ser atendidos por los profesionales más adecuados e idóneos de estas especialidades. Por ejemplo, la mención de Laboratorio Clínico ha tenido un rol relevante en esta pandemia. Se han realizado más de 19 millones de PCR y, sin embargo, esta no aparece en el Código Sanitario”, señaló Edith Valenzuela a Radio UChile. La presidenta nacional del Colegio de Tecnólogos Médicos emplazó al Ministerio de Salud para que explicara el porqué de la forma en cómo se avanzó en este proyecto. Además, recalcó la importancia de cada una de las cinco menciones de diagnóstico tecnológico, enfatizando que son ellos -los profesionales formados en cada especialidad-, los más idóneos para ofrecer exámenes bien ejecutados a la población. De la misma manera, Barbara Gómez, Coordinadora de la mención de Morfofisiopatología y Citodiagnóstico del colegio de Tecnólogos Médicos, Regional Valparaíso, explicó el porqué del llamado a paralizar las actividades. Argumentó que esta modificación solo contemplaría una descripción muy vaga de la labor. Además, recalcó que se incluirían solo dos de las cinco menciones. “Es importante que estén todas descritas, ya que cada una tiene un ejercicio completamente distinto. Somos una parte fundamental en el apoyo diagnóstico y quienes debemos brindar calidad a cada examen realizado a los pacientes”, aseguró la profesional. Cabe destacar la labor de difusión que Barbara está realizando desde plataformas como Instagram, dedicando su cuenta personal a la difusión de esta problemática que le afecta tanto a ella, como a sus colegas. «Somos una parte fundamental en el apoyo diagnóstico y quienes debemos brindar calidad a cada examen realizado a los pacientes” Una labor invisibilizada El apoyo en la realización de exámenes PCR es realizado por algunas de las menciones que no se incluyeron en las indicaciones presentadas por el Minsal. Foto obtenida de Canal 13. Actualmente, son 18.190 los tecnólogos médicos inscritos en la Superintendencia de Salud de Chile. Según los datos publicados por el Minsal, desde el inicio de la pandemia, al 13 de marzo del 2021, se habían realizado 10.052.114 exámenes PCR. Todos procesados y analizados por tecnólogos médicos. Sin embargo, estas cifras son poco decir. A 2019, las prestaciones al servicio público realizadas en laboratorio clínico alcanzaron un total de 106.861.918. En imagenología y anatomía patológica, 9.561.910. En medicina transfusional, la cantidad fue de 2.270.687. Y en lentes ópticos y audífonos, de 274.371. La suma de todas estas fue de 119.642.215 prestaciones, solo en 2019. Junto con esto, la participación del tecnólogo médico en las garantías incluidas en el GES es parte de una lista interminable, con especialidades distintas en sus cinco menciones. A esta desconocida -pero activa- labor, se suman sus funciones de apoyo en programas emblemáticos en salud cardiovascular, sexual y reproductiva, de prevención y control del VIH/SIDA e ITS, de la Infancia y de la mujer, de enfermedades respiratorias agudas (IRA), del adulto mayor, entre un listado de 14 planes nacionales. El desconcierto del gremio es ante la forma en que el gobierno celebra todas estas cifras como logros del sistema de salud, pero a la vez, desconociendo a los profesionales detrás de ellas. En 2020 las prestaciones sumaron un total de 99.044.434. Carla Vejar Díaz, tecnólogo médico con mención en Morfofisiopatología y Citodiagnóstico, egresada en el año 2006 de la UdeC y actualmente docente y coordinadora de la especialidad en la misma casa de estudios, puso el énfasis tanto en la larga lista de prestaciones que año a año realizan sus colegas, como las cifras que el mismo Ministerio de Salud maneja. El problema, señaló la docente, es que, “si no estás en el Código, no existes”. “Lo que se está haciendo desde el gobierno es precarizar la salud. Somos nosotros los profesionales más capacitados para realizar labores de diagnóstico tecnológico y cada mención es una realidad distinta. Al no incluirlas en el Código, se nos está ninguneando”, defendió, lamentando el que, con las indicaciones presentadas por el Minsal, su propia mención no podría ejercerse. Uno de los reconocimientos que piden los tecnólogos médicos es el que la descripción de cada mención que aparezca en el código sea trabajada desde la misma especialidad. Foto obtenida de Twitter, perfil @marko21aedo. Un egreso complicado Los estudiantes de pregrados de las diferentes casas de estudio que imparten la carrera de tecnología médica han sido una parte distante, pero activa, en el conflicto. Interesados en el futuro de su carrera, muchos de ellos se han sumado a conversatorios y manifestaciones. Son aquellos alumnos y alumnas que cursan sus últimos años, quienes, ya habiendo escogido una especialidad, enfrentan con mayor preocupación el desaire del gobierno. Tomás Martínez Bravo, delegado de la mención Laboratorio Clínico de la carrera de pregrado en tecnología médica de la Universidad San Sebastián, se mostró molesto con la situación. “Con esto se nos deja sin respaldo y se nos posiciona en un rol insuficiente que nos afecta, por ejemplo, en los campos de investigación. El problema es que, para muchos exámenes, el tecnólogo médico es el más capacitado. Con esto se afecta directamente a los pacientes”, señaló preocupado. Del mismo modo, Angélica Ortiz Guzmán, estudiante de Tecnología Médica, mención en Morfofisiopatología y Citodiagnóstico, de la Universidad de Concepción, se refirió a la incertidumbre a la que se enfrentan muchos de sus compañeros y compañeras. “Nuestra labor es de suma importancia y al no incluirnos se da pie a que cualquiera pueda realizarla. Además, en mi caso particular, es extraño estar estudiando una mención que no fue incluida, es como si todo lo que he estudiado no existiera”, lamentó. El llamado a realizar movilizaciones por la dignidad de ser incluidos, exigida tanto por el Colegio de Tecnólogos Médicos, como por los demás colegios del gremio, sigue siendo parte de las presiones que toda el área de la salud está poniendo sobre la mesa. Sin embargo, la desconfianza que ha generado el actual gobierno pareciera no permitir una voluntad de diálogo efectivo con el ejecutivo. La mirada de los trabajadores de la salud está puesta en el parlamento, y ahora también, en el trabajo que se está realizando en la Convención Constituyente.