La triple cara de la cultura en la ciudad: Galerías de arte y pintores penquistas se niegan a sucumbir en escenario post pandemia

Desde galerías privadas hasta aquellas que cuentan con fondos públicos y artistas amateur, el Gran Concepción retoma con fuerza su identidad cultural, pese a la adversidad del rubro

Durante todo el transcurso de la pandemia –que ya suma dos años que parecen interminables– hay una cosa que ha quedado más claro que el agua: que el patrimonio y la cultura ha sido una de las áreas más golpeadas por la crisis por el Covid-19 y que, lejos de ser un factor absolutamente determinante, el Gobierno Central no ha hecho lo necesario para amortiguar los daños.

De hecho, y solo para contextualizar, en el año 2021 el gasto público dedicado a la cultura pasó de ser de un 0.4% a un 0.3%, esto, según el observatoriodepoliticasculturales, lo que evidencia la merma en políticas públicas que benefician a las organizaciones culturales, una muestra fehaciente que no ha sido una prioridad para la institucionalidad desde la llegada del virus a Chile, e incluso antes de este.

El arte desde lo privado            

En esta misma línea, y como suele ocurrir en el mundo del arte y el patrimonio, las organizaciones culturales tienden a salvarse por cuenta propia y con ayuda de privados que impulsan el interés, la sobrevivencia de estas instancias y la compra y venta de obras.

Pero por qué ocurre esto? Desde la Galería de Arte Contemporáneo Jannette Osses, ubicada en la calle Barros Arana 631, Galería Universidad de Concepción, local 21, 2°piso, que se dedican a la venta y compra de obras de arte de forma privada, más específicamente de pinturas, nos cuentan que, si bien ha sido difícil el paro provocado por la pandemia, están acostumbrados a los momentos de crisis y que, ni siquiera para el terremoto del 2010, se negaron a cerrar sus puertas al público.

“En un principio fue difícil afrontar el tema de la pandemia, fue como si alguien nos apagara la luz. Sin embargo, tuvimos que tomar una decisión firme frente a esta realidad y abrir nuestras puertas (…) fue profundamente gratificante, por otro lado, cuando clientes que hemos hecho a lo largo de quince años –un trabajo silencioso pero constante– comenzaron a comunicarse con nosotros en plena pandemia; clientes amigos, amistades de mucho tiempo, que querían empezar a adornar sus espacios, sus casas y, todo esto, a través de las redes sociales: fue un despertar lento pero lindo iniciar la comercialización de las obras de nuestros artistas”, dice Osses.

Galería Jannette Osses

Asimismo, la galería asegura que nunca ha recibido apoyos ni respaldo de la Municipalidad de Concepción y es algo que tampoco les incomoda, en parte porque son una entidad que prefiere moverse en el mundo privado.

“Nosotros nunca hemos recibido un ofrecimiento de apoyo de forma directa o indirecta, porque tampoco lo esperamos, ya que somos un espacio privado, de arte comercial, de manera que tenemos colecciones de arte que son exclusivamente de la galería, que rondan las trecientas. Por tanto, los fondos públicos –y lo damos por sentado– son para las organizaciones que verdaderamente lo requieren y nunca hemos pretendido abusar de ellos”, acota la galería.

 En cuanto a las proyecciones de la organización, según relatan, su proyecto “busca abarcar el arte desde todo Chile” y viajan y se instalan en ciudades como Talca, Valdivia, entre otras ciudades, en busca de talentos jóvenes que quieren salir adelante con sus propuestas artísticas. Actualmente, la galería muestra obras de Gustavo Riquelme, Luis Zapata, José María Ibáñez, Jaime Petit, por mencionar unos pocos.

El arte desde la institucionalidad

Como quedó claro, el arte tiene sus propias maneras a la hora de establecerse en la ciudad según su misión y visión y que, entenderlo como dos caras desiguales es crucial para educarse con respecto a sus intenciones para con la cultura y la sociedad.

Así al menos se aprecia en la Galería de Arte Contemporáneo “Amor al Arte”, ubicada en el Aula Magna, Caupolicán 459, al costado de la catedral de Concepción. Esta organización, al contrario de otras, se caracteriza por exponer pinturas, esculturas –disponible para su compra y venta– además de incentivar la danza y la literatura penquista, proyecto que nace de fondos públicos del Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y del Gobierno Regional del Biobío (GORE)

Amor al Arte

La directora del proyecto cultural, licenciada en arte, Silvia Ruíz Segovia, cuenta cómo nació la iniciativa –única en su clase en Concepción– a través de un proceso concursable y gestión de proyecto a cargo de todo el equipo que conforma “AAA”.

“Mira el proyecto Amor Al Arte tiene su historia. Primeramente, Amor Al Arte comenzó desde la Televisión Universidad de Concepción (TVU), en un segmento que tenía el mismo nombre y que yo conducía junto con Kathy González (…) y ahí nace la idea primigenia de cómo nosotros queríamos potenciar el arte en Concepción y ayudar a los artistas que se han visto empobrecidos por la pandemia. Y ahora estamos acá, en el Aula Magna, junto con Pía Aldana, pintora y escultora, que también es parte del plan y la exposición”, acota Silvia.

Según Ruiz, la materialización nace de un proyecto que lanzaron directamente a la Municipalidad de Concepción, llamado Fondos de Apoyo a Iniciativas Culturales Comunales (FAICC), el cual está abierto a todos los vecinos de la ciudad, tanto a personas naturales como jurídicas, pero asegura que también ha habido ayudas de otras instituciones gubernamentales.

“Todo fue muy expedito en cuanto a la postulación de fondos; primero postulamos al FAICC de la municipalidad y, cuando se nos aprobó el proyecto de la ciudad, dimos un paso más allá y nos fuimos directamente a la Gobernación (…) actualmente –casi todo– el 95% del financiamiento que recibimos es del Gore; y es que les encantó tanto la iniciativa que se las arreglaron para sacar adelante a la galería y nos sorprendimos cuando nos enteramos que todo iba viento en popa”, dice la directora.

Amor al Arte

Una de las expositoras, directora de gestión cultural, perteneciente a colectivos feministas en el arte en Concepción, Pía Aldana, que ha presentado sus trabajos en Miami, EE.UU., nos describe sus principales motivaciones artísticas de sus obras.

“Yo parto desde los recuerdos y la memoria familiar y colectiva, incluso cuando hay ciertos recuerdos que no son verdad, esas anécdotas de las abuelitas o nuestras tías que las cuentan una y otra vez y que el tiempo las vuelve reales (…) entonces desde ahí yo trabajo con esa colección de recuerdos. Por ejemplo, en mi exposición “La memoria de umbrales”, lo que hice fue reconstruir en miniatura diversos edificios patrimoniales y emblemáticos de la ciudad, porque nosotros como sociedad tenemos recuerdos y recovecos en esos espacios, llenos de reminiscencias”, dice la artista.

Pía Aldana

En este momento, la galería de arte contemporáneo cuenta con la presencia de varios artistas penquistas que están en exposición, que pueden comprarse con el asesoramiento guiado de los gestores culturales. Entre los y las artistas se encuentra Constanza Green, Patsy Milena, José Fernández, Caterina Oxley, Oscar Barra, entre otros.

¿Y qué pasa con el arte amateur y sin fines de lucro?

La ciudad es un lugar donde la diversidad y el movimiento de actividades culturales no tiene límites en su haber. Desde lo privado, lo institucional hasta lo fiel a la esencia misma del arte libre, hay quienes se mantienen firmes en esta última tarea que, con sus propios medios, crean espacios personales para el desarrollo de sus capacidades en el mundo de la pintura.

Así al menos lo demuestra el artista Jorge Fuentes, pintor penquista, que expone su trabajo en redes sociales bajo su seudónimo @coipu_art, y que se dedica a la realización de pinturas al óleo sobre lienzo por encargo que hace desde su taller en casa, pero también en la calle en una forma de llevar su talento a la comunidad pintando en lugares públicos; en las veredas, en las plazas, universidades abiertas, y en donde sea que encuentre significados y significantes que despierten su creatividad.

Jorge Fuentes

“Durante la pandemia, y lejos de ser un obstáculo, mi obra ha crecido mucho, debido a que de cierta forma la mascarilla me dio una confianza como para salir a la calle y pintar espacios públicos. De algún modo, he visto que la gente sigue con su misma rutina, y el encierro me hizo querer salir a la calle para llevar el arte a la gente, en parte también para socializar y crear lazos a través de mi trabajo”, dice Fuentes.

Según Jorge, sus principales intereses creativos son los colores y la materia prima que le brinda la luz de la ciudad, la flora, y el movimiento de la sociedad.

“Me gusta el arte que se entienda, que se pueda generar una historia a través de los trazos; yo siempre digo que una buena obra debe tener al menos tres palabras, tres mensajes para que logre crear una significancia, un relato para contar”, finaliza el pintor.

Por otro lado, el arte sin fines de lucro también forma parte del espectro cultural penquista. La galería de arte “El caballo verde”, ubicada en la calle Caupolicán 321, local 5, que lleva más de 35 años funcionando, afirma que su finalidad es llevar el arte a todos y todas, pero que en la actualidad están cerrados por la pandemia.

“En época de pandemia obviamente hemos tenido que mantener cerrada la galería y en la medida de lo posible, atender solo con cita previa personalizada, pues es muy difícil mantener el aforo. Nos mantenemos conectados con el público a través de las redes sociales, sin embargo, y pese a todo, seguimos manteniendo como política mostrar lo más destacado de las artes visuales del país en Concepción, en decir, descentralizar el arte es nuestra prioridad. No nos interesa el arte comercial”, sentencia El caballo verde.

Pintura en exposición, El caballo verde

En definitiva, y como ha quedado demostrado, el mundo de las culturas en la ciudad es como una criatura de más de una cabeza; se bifurcan y se expanden en busca de caminos variopintos, de colores y matices, de luz y de sombras, que vive y se mueve a su gusto por cuenta propia, al ritmo del pincel de la libre expresión.

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