La carrera por el futuro de Chile

Con una primera vuelta electoral tan estrecha como las elecciones de 1999, este 19 de diciembre se decidirá a la persona que liderará el rumbo del país durante los próximos cuatro años. Y con ello, un complejo escenario que enfrenta en diferentes materias. Al parecer, un aspecto más bien irrelevante para el debate público.

Ha sido posible observar una fuerte contienda entre el candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, y el del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, a pocos días de disputarse el gobierno de los próximos cuatro años. Más allá de los últimos pormenores, como los cambios en sus proyectos programáticos, la polémica por el examen de UC CHRISTUS y los controversiales dichos del diputado Johannes Kaiser, es necesario volver la atención a la importancia de esta elección.

Más allá del color político, los hechos son evidentes: será uno de los gobiernos más complejos en décadas. La pandemia de la COVID-19 terminó de remover los principales frentes que constituyen la sociedad chilena, y será su próximo presidente quien encabezará la tarea de recomponer el país.

Chile sufrió una caída del 6 % en su Producto Interno Bruto (PIB), la pérdida de más de un millón de empleos y un aumento tanto de la pobreza como de la desigualdad en 2020, de acuerdo a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). El impulso económico desde el Estado fue clave para atenuar estos efectos negativos en las familias del país, por lo que recobrar la sostenibilidad fiscal en los próximos años será uno de los principales objetivos a nivel económico.

El candidato electo asumirá la presidencia el 11 de marzo de 2022, dando término al gobierno del actual Mandatario. 
Créditos: Agence France-Presse.

Respecto a la educación, será necesario disminuir al máximo los vacíos en el aprendizaje y desarrollo socioemocional de niños, niñas y jóvenes, con el retorno a la presencialidad. Todo ello en un contexto en el que aún no es posible controlar por completo el coronavirus y la potencial amenaza de futuras variantes.

Mientras que las patologías pos-COVID-19, el atraso en las listas de espera y el deterioro de la salud mental en la población se suman a los desafíos que enfrentará el Ministerio de Salud en los próximos cuatro años. Una futura gobernabilidad que podría verse afligida ante el actual escenario político: la desconfianza en las instituciones públicas, un proceso constituyente y el conflicto territorial al sur del país.

Ante tal escenario, no resulta una insensata petición centrar el debate en lo que realmente está en juego durante la elección del próximo 19 de diciembre. En las conversaciones de rutina, en los programas de los medios de comunicación o en la información que se difunde en la nueva era digital, se requiere aterrizar la discusión para atender las temáticas de fondo en esta carrera por el futuro del país.

Top