La historia del autodenominado Dios encarnado en la tierra narrada con lujo de detalles e intimidades exclusivas propias de testigos que formaron parte de la mismísima Secta de Colliguay.

Por Cristian Márquez

La historia de Ramón Castillo Gaete, más conocido como Antares de la Luz, líder de la Secta de Colliguay. Eso es lo que narra Cinco Gotas de Sangre, el libro escrito por la periodista Verónica Foxley. 

Si bien los hechos ocurrieron en 2013, los detalles macabros descritos por la autora a lo largo de los 10 capítulos harán que no importe la data de los sucesos. Asimismo, el contar con una testigo que fue parte de la mismísima Secta de Colliguay y que accedió a contar su versión de los hechos en este libro lo transforman en una interesante lectura para este verano que se avecina, por ejemplo.

La particular historia de Ramón Castillo, un profesor de música y frecuente consumidor de ayahuasca que viajó a China para aprender técnicas de meditación y abducción, es de por sí ya una historia atrapante, pero lo más intrigante es que este carismático sujeto fue capaz de liderar una secta a pocos kilómetros de Santiago y convencer a personas que tenían estudios profesionales de involucrarse en esta comunidad.

¿Quién era este sujeto que decía ser la reencarnación de Dios en la tierra? ¿Cómo el carisma de una sola persona fue capaz de convencer a jóvenes con estudios de seguirlo y permanecer junto a él a la espera del supuesto fin del mundo?¿Cómo una joven madre fue capaz de entregar a su hijo recién nacido para que lo quemen vivo? ¿Por qué Antares afirmaba que este lactante representaba a Lucifer y al Anticristo? Estas son solo algunas de las interrogantes que responde Verónica Foxley en este libro.

La autora además de la narración detallada y pormenorizada de la historia, suma registros documentales claves para graficar los hechos de mejor manera. Fotografías de Ramón Castillo en su viaje por China (antes de convertirse en Antares), imágenes de los lugares donde se asentó la Secta de Colliguay y de los mismos protagonistas en dichos lugares, registros clínicos y psicológicos de los miembros de esta particular comunidad. Incluso Foxley se da el trabajo y dedicación de incluir las letras de las canciones que escribió Ramón Castillo Gaete.

Todo lo descrito anteriormente configura un panorama completo de lo que ocurrió en la secta, con lujo de detalles y, lo más importante, es que se trata de un hecho real, en donde se puede comprender cómo funcionaba la mente de este macabro sujeto, que afirmaba ser una Dios en la tierra, que asesinó a su hijo recién nacido por creer que representaba el Anticristo y que finalmente terminó suicidándose en otro país.