Encanto: cuando es necesario romperse ante la presión

La última apuesta animada de Disney muestra a una mágica familia en apuros. Mientras los Madrigal deben ser perfectos ante su matriarca y el pueblo, sus poderes son dañados por la presión de las expectativas y deben revelar sus preocupaciones ¿Para bien o para mal?

Por Patricia Castillo Placencia

Escondida en el bosque montano de Colombia, Encanto presenta con colores vibrantes y canciones pegajosas a la familia Madrigal, un grupo diverso en personalidades y talentos. Estrenada en noviembre del 2021, esta es la primera película animada de Disney enfocada en el público latino y situada en un país real, a diferencia de la serie Elena de Ávalor que se desenvuelve en un mundo ficticio.

En el corazón de la historia se encuentra un pueblo migrante desplazado de sus hogares y liderado por Alma -apodada abuela-, quien recibe un milagro que les entrega nuevas moradas, incluyendo una casita. A la vez, su linaje obtiene poderes que deben usar para preservar la permanencia de la aldea. Siguiendo la tendencia latinoamericana del realismo mágico, el filme utiliza elementos fantásticos para explorar conflictos humanos, mas no para solucionarlos.

Entre los dones de sus parientes -como metamorfosis y fuerza extraordinaria- se encuentra Mirabel, la única descendiente que no posee el encanto e intenta compensar su carencia con sonrisas alegres y manos hábiles. Sin embargo, la heroína no puede ignorar las diferencias entre ella y el resto de la estirpe y es acechada por una tristeza que no comparte. Ya que la chica reconoce su pena, también percibe las grietas que contaminan al hogar familiar y se embarca en una aventura para proteger la normalidad del clan y los pobladores.

El hogar físico –casita- es un personaje propio que marca el conflicto familiar y el clímax de la animación. Foto: Zac Retz.

En su búsqueda la protagonista se da cuenta de que los Madrigal no se enfrentan a una amenaza externa, sino que, al igual que ella, viven conflictos internos que somatiza la casita y hacen peligrar la magia. La presión de ser útil y perfecto de forma ininterrumpida los encamina en un sendero de autodestrucción. Solo la valentía de Mirabel, quien está dispuesta a develar secretos y conversar sobre las verdades incómodas, provoca que puedan verse con honestidad.

En definitiva, Encanto entrega una enseñanza sobre la importancia de la comunicación y el entendimiento entre una comunidad que carga con traumas intergeneracionales, como la pérdida del hogar. Esta historia familiar traspasa las barreras del lenguaje con una pieza sensible y comprensiva que cree en la capacidad del amor para sanar las heridas, siempre que estemos dispuestos a conocer los matices menos agradables, menos perfectos, de nuestros seres queridos. Todo al ritmo de compases latinos.

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