¿Qué se respira en las zonas de sacrificio ambiental en Chile?

En enero del 2022 se declaró alerta ambiental para las localidades de Quintero, Puchuncaví y Concón, debido a la alta concentración de dióxido de azufre en el aire. Sin embargo, los planes de descentralización comienzan a regir desde el 2025, ¿Qué otra cifra se necesita para acelerar este proceso?

El cambio climático ha sido uno de los grandes temas durante estos últimos años. Se habla de una aceleración de la crisis ambiental, altas temperaturas y el aumento en la contaminación del aire causada por distintos factores de intervención por el ser humano. Es necesario detenerse en este último punto, puesto que existen cinco zonas de sacrificio medioambiental en el país que corresponden a centrales termoeléctricas de carbón: Quintero, Puchuncaví, Coronel, Huasco, Mejillones y Tocopilla.

Pero ¿qué significa esto? según la definición entregada por la Fundación Terram, se refiere a las zonas en donde se concentra una gran cantidad de industrias contaminantes y que -en su mayoría- son localidades de escasos recursos que se instalan con el propósito de incrementar el desarrollo en el lugar y mejorar sus condiciones de vida. No obstante, debido a los testimonios de sus habitantes, reconocen que solo contribuyen a la contaminación del aire y, en consecuencia, a intensificar enfermedades respiratorias en las personas. Ahora bien, la preocupación está en el incumplimiento de los niveles de emisiones por parte de estas industrias, ya que -los habitantes de estos sectores- viven diariamente respirando sustancias como Material Particulado (MP), Dióxido de Azufre (SO2), Óxido Nitroso (NO3) y Mercurio (Hg).

Protestas en Puchuncaví por el cierre de la central. Fotografía por: Fundación Terram

Esto sigue sucediendo debido al mal establecimiento de las normas sobre los niveles de contaminación en las industrias. Por ejemplo,para la OMS, la sustancia Material Particulado,  presenta un 25 % más de exigencia anual que la normativa en Chile. Por lo que, si continúan de esta forma en un corto plazo los habitantes comenzarán a padecer enfermedades respiratorias, cardiovasculares, entre otros problemas causados por la constante exposición a estas mezclas altamente tóxicas. 

Situación que está pronta a suceder, ya que en el plan de cierre de las centrales se consideran 18 de ellas hacia el año 2025 y para el 2040. Entonces la pregunta es: ¿Qué significa la contaminación para estas grandes empresas? La respuesta queda inconclusa, pues las personas tendrán que vivir expuestas a químicos por casi 20 años más, donde la urgencia por una solución es ahora. Nadie debería vivir bajo esas condiciones, especialmente con la crisis climática cuyas industrias no hacen más que potenciarla. El tiempo se agota y las soluciones cada vez son más ineficientes.

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