Perspectiva de género: nuevos representantes e inclusión en los programas

El enfoque de género en Chile se debe establecer como un principio básico para desarrollar políticas públicas conscientes con la realidad de un país donde la desigualdad es una de las mayores problemáticas.

Por Isis Fuentealba

Avanzar en la construcción de una sociedad más justa y democrática va de la mano con la eliminación de las desigualdades. La asignación de roles, especialmente desde una perspectiva biológica, se ha convertido en un factor determinante para la discriminación y desvalorización de la diversidad; expresiones de antaño considerando el significativo progreso en materias de género.

El reconocimiento de la equidad de género es fundamental para el desarrollo de las comunidades, por lo mismo, trabajar con condiciones de igualdad en la búsqueda de promover la identificación y los cuestionamientos resulta una pieza clave para el funcionamiento de grupos, organizaciones e instituciones estatales.

El nuevo Chile, perspectiva de género en los espacios

Luego de un 2021 cargado de votaciones en el territorio nacional es posible evidenciar un cambio sustancial entre representantes y sus ideales. Una nueva gama de principios que se presentan en planes y programas figuran como el establecimiento de pilares para un manejo óptimo de las diversas problemáticas, dando amplias señales de la urgencia por el cambio.

La cifra de mujeres que fueron como candidatas en las distintas elecciones y las que hoy se encuentran en cargos de representación política liderando y formando parte de distintos grupos paritarios de trabajo demuestra el posicionamiento del feminismo como un horizonte. Lo anterior, presenta un hecho significativo para la sociedad chilena, además de ser un ejemplo de cómo cambiar los paradigmas e instaurar medios más legítimos.

Durante enero, la comisión de Sistemas de Justicia de la CC aprobó tres normas que incluyen la prevención de la violencia de género y la integración de justicia feminista. Créditos: Isis Fuentealba.

Para la integrante del bloque de mujeres Biobío, creado para fiscalizar y defender la agenda de género en la región, Gianina Paredes, los estándares de los liderazgos políticos deben seguir en aumento. “Los principios de paridad y probidad deben estar establecidos, en especial en entornos críticos que atraviesan el abandono gubernamental. Es importante que la perspectiva de género se involucre en todo ámbito para acoger las propuestas de la ciudadanía”.

De acuerdo con Paredes, es crucial tener presente las diferentes realidades al momento de planificar y accionar. Si bien los programas se realizan en torno a un ciudadano, se ve como un abrazo a la inconsecuencia creer que existe sólo un tipo y omitir la diferencia de carga que existe para las mujeres; se debe abrir la mirada para poner en agenda a las personas que han sido históricamente relegadas de sus derechos.

Avance de principios y mejora de condiciones

La incorporación del enfoque de género en distintos estamentos e instituciones del Estado no debe ser al azar. El abordaje de los debates junto al trabajo de integración debe partir desde la examinación de falencias, unificación de directrices y establecimiento de políticas vinculantes para que la toma de decisiones sea un aporte al cambio cultural en beneficio de una sociedad más justa e igualitaria.

Quema de una de las consignas el pasado 8M en Concepción, «fuego al capitalismo y el patriarcado». Créditos: Isis Fuentealba.

Según Carolina Lara, periodista y representante del comité de género de la oficina de cultura en la Municipalidad de Concepción, “velar por gestiones que incluyan la perspectiva de género es súper importante para la apertura a las diversidades y también el tomar más conciencia de las condiciones en las que trabajamos y nos desenvolvemos en general las mujeres”. Desde su equipo consideran que los temas relacionados a la paridad, las condiciones justas de trabajo y de oportunidad, las de crianza y conciencia de la realidad son “principios de una índole tan particular que ya no se deben perder”.

Definir transversalmente con enfoque de género los programas de cada espacio es apuntar a que nunca más se tomen decisiones sin todas las partes relevantes. “Una vía necesaria para la planificación humana”, señala la periodista e integrante de la red ciudad constituyente, Ana María Calavarie. Bajo su rol de activista y mujer indica que:

“El cambio de gobierno y el proceso constituyente serán un fortalecedor de ciudades democráticamente justas para que dejen de ser neoliberales”.

“Potenciar el uso correcto de la ciudad donde todas tengan la posibilidad de vivir en un ambiente sano, libre de violencias y desigualdad puede verse como algo radical, sin embargo, son los pasos para mejorar las políticas públicas y todo lo que se desarrolla a partir de ellas”. Al margen de un sistema que no entrega principios básicos como seguridad alimentaria, vivienda digna, corresponsabilidad de cuidados ni remuneraciones equitativas para quienes se encargan de la logística del hogar, urge promover soluciones para que los procesos funcionen, apunta Calavarie.

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