Los impactos tras el proyecto de reducción de la jornada laboral

El 2005 se redujo la jornada laboral de 48 horas semanales a 45 como forma de crear plazas de empleo. Desde el 2017 el escenario es totalmente diferente, pues se comenzó a debatir sobre una nueva reducción y, recién este año, el interés por este tema volvió a ser objeto de debate.

Diminuir a 40 horas de trabajo semanal con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas, aumentar la productividad y disminuir los riesgos en la salud. Todo eso sin perjudicar los sueldos de los trabajadores es a lo que apunta este proyecto de ley. Mismo que actuaría luego de 12 meses tras ser publicado en el Diario Oficial y que beneficiaría a gran parte de la población.Una iniciativa que lleva en tramitación por un largo periodo de tiempo, donde -incluso- pretenden mejorar las condiciones laborales como el aumento en el horario de colación a una hora y dejar atrás los 30 minutos estipulados por la normativa a la fecha.


Repercusiones de las jornadas laborales en la salud mental


Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Chile se encuentra en el sexto lugar de países con más horas de trabajo al año. Puesto que -evidentemente- ha causado impactos negativos en los trabajadores, debido a las altas tasas de estrés presentes, las cuales aumentaron aún más durante la pandemia. Según el diario El Mostrador, un 30 % de los empleadores presentó licencias médicas por salud mental debido a las altas horas de trabajo. 

Ya sea por la cantidad de tiempo en la empresa, poca o casi inexistentes horas de descanso y un ambiente laboral tenso. Esas son parte de las causas más comunes que inciden en la aparición de estragos emocionales. “Actualmente existe una extensa jornada para los trabajadores la que, sumada a los tiempos de traslado y a las propias demandas de las tareas, genera un desgaste físico y emocional. No le permite a las personas tener espacio para el autocuidado ni para la realización de actividades placenteras (…) De igual modo, tampoco se logra una conciliación entre el trabajo y la familia, lo que -muchas veces- gatilla en cuadros de estrés, ansiedad y depresión”, explicó Josselyn Valdebenito, psicóloga clínica.

Protesta por sobrecarga laboral de trabajadores Integramedica. Imagen extraída de El ciudadano.

Más tiempo de calidad en uno mismo y un poco menos para pensar en el trabajo. Esa es la convicción que tiene este proyecto que pretende incorporar más horas de descanso al día para que las personas ocupen su tiempo libre para distraerse.

Sin embargo, surge una interrogante, ¿esto tendrá efectos negativos? Valdebenito sostuvo: “Al tener mayor flexibilidad horaria, es posible organizar una rutina de manera más equilibrada, lo que permite incluir actividades de ocio y perpetuar el autocuidado. Algo muy importante, ya que se previenen patologías de salud mental”.

Se pueden observar distintas ventajas en la propuesta, una de ella sería para los padres y madres, ya que podrían estar más presentes en la crianza de sus hijas e hijos. Otro beneficio es que tendrían la posibilidad de hacer actividades recreativas y desarrollar otras habilidades. Desde esa mirada, a nivel psicológico, “la reducción de la jornada laboral traería una baja del burnout, un aumento de la motivación, la productividad y la satisfacción laboral”, comentó la psicóloga.

¿En qué afecta a las pymes?

No obstante, hay que mostrar las dos caras de la moneda. Si bien a un sector de la población la reducción de la jornada laboral los beneficia, hay un alto porcentaje de trabajadores que se ven perjudicados, como lo son para las microempresas y pymes.

Según Francisca Vilches, fundadora del local de comida “Frangourmet”, argumentó que “será difícil para las pymes, porque lo que se destaca de ellas es que son atendidas por sus dueños y no dependen de terceros. Mientras más horas le dediques a tu negocio, es mejor para poder salir a flote. Con la disminución vamos a tener que destinar una fracción de las ganancias en pagarle a otra persona y no tenemos los recursos suficientes para eso”.

Las pymes podrán acceder a una disminución gradual. Fotografía extraída de El mostrador.

Por otra parte, Jorge Torres, emprendedor de Embatec, no cree que implementar la medida llegue a desfavorecer considerablemente a la población. “En mi caso, estoy de acuerdo con el proyecto de 40 horas, al tener buena comunicación con los operarios se puede llegar a un buen acuerdo”, sostuvo.

Visiones divididas que -igualmente- se ven influenciadas por sus cargas laborales. “La verdad es que yo hago mucho más de lo establecido por la ley. Trato de trabajar lo más posible para obtener una mayor cantidad de pedidos y, asimismo, más ganancias”, comentó Vilches. No obstante, para Torres, la situación es diferente, ya que solo trabaja ocho horas diarias de lunes a viernes, mas “cuando es necesario incrementar la productividad, debemos aumentar la carga laboral. Muchas veces hay que acomodar la colación y conversar con los operadores para modificar los tiempos”, concluyó.

Las condiciones actuales, y lo recientemente vivido por la pandemia, nos deja claro una cosa: hay una alta sobrecarga laboral en nuestro país. Independientemente de las posturas, ambos coinciden que el sueño siempre será trabajar menos y ganar más, sin embargo, son conscientes de que es una utopía. Cabe destacar que, sin una base legislativa que incorpore la salud mental como fundamental en la creación de políticas relacionadas con el trabajo, no será posible avanzar y la ansiedad o la depresión laboral seguirán latentes en nuestra sociedad.

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