¿Ser semivegetariano es ser hipócrita?

La existencia de dietas alternativas al vegetarianismo y/o veganismo, donde se permiten ciertas flexibilidades, generan constantes críticas despectivas a quienes simplemente desean reducir su consumo de alimentos de origen animal.

Aunque quería ser vegetariana, esta dieta no se ajustó en mí por varias razones. Sin embargo, encontré un camino que me mantiene lo más apegada posible a ella: ser pescetariana. El pescetarianismo es un régimen que sigue la idea del vegetarianismo, consumir únicamente productos de origen vegetal, pero integrando a esta condición los pescados y mariscos. Lo que al principio me pareció una buena idea, con el paso del tiempo comencé a sentir vergüenza de admitir mi alimentación.

Seguir una dieta semivegetariana o flexivegetariana significa tener un régimen alimentario que limita de forma flexible la ingesta de productos de origen animal, permitiendo comer ocasionalmente pescados, mariscos y/o aves. No obstante, para la sociedad es equivalente a ser una persona hipócrita o con doble estándar, ya que demuestra que eres alguien incapaz de tener fuerza de voluntad y compromiso por sus ideales. Asimismo, la crítica nace del “eres una o la otra, pero no las dos”, porque para la comunidad vegetariana/vegana se te considera un inconsciente, mientras que para el resto eres extremista por dejar de consumir carnes.

Tener una dieta semivegetariana es ser constantemente criticado. Foto de Gardie Design & Social Media Marketing en Unsplash.

Pese a los constantes encasillamientos de la sociedad, detrás de la elección de estos patrones alimentarios están personas que solamente intentan reducir su consumo de los productos de origen animal. Considerando que el principal objetivo de las dietas vegetarianas es este, entonces, ¿por qué les molesta tanto que alguien sea el punto medio? Deberíamos alegrarnos de que existan estas alternativas.

La principal razón de la molestia que generan las dietas semivegetarianas es que al integrar el término “vegetariano” es, prácticamente, ponerse una etiqueta para aparentar algo que no eres. La realidad es que se utiliza esta palabra porque los regímenes flexibles también basan su alimentación en las plantas, los otros productos son un adicional esporádico.

El hecho de que pensemos que hay que ganarse ese nombre cumpliendo con cada condición es una idea infantil, que hace perder el foco de lo que realmente significa dejar de comer carnes. Nadie es 100 % vegano ni vegetariano, debido a que inevitablemente hay demasiados productos de los que desconocemos su proceso. Por lo que siempre va a existir una persona que siga mejor que uno las dietas libres de origen animal, convirtiéndonos a todos en el hipócrita de alguien más.

Top