Albergues de invierno 2022 Entrelíneas por Paulette Duarte - 18 abril, 202218 abril, 20220 Cada año se inicia un plan de invierno en donde la municipalidad pone a disposición un albergue de acogida para personas que no tiene hogar, este programa llamado Noche Digna ha sido especialmente importante para los usuarios, ya que, este lugar les provee seguridad, salud, comida y hogar. El plan de invierno, es una política pública que se ha implementado durante varios años en temporalidades de invierno para ir en ayuda de las personas en situación de calle. Dentro del plan de invierno se encuentran varios programas de ayuda social, en este entran los albergues, las rutas sociales, que son atención en calle para las personas las cuales no quieren irse a los albergues. Y también, la ruta médica, que entrega atención médica. Todos estos programas trabajan en conjunto para que disminuyan los casos de muerte por hipotermia en la calle. Carolina Soto Villagran, encargada de programas sociales de la Municipalidad de Los Ángeles, comenta que durante el año anterior y este han habido algunas diferencias, principalmente en cuanto al estado de los albergues y los recursos que se le otorgan a estos programas. “Como es un convenio con el ministerio de desarrollo social, el cual nosotros postulamos como municipalidad, este año aún no se abren las postulaciones, hay un atraso considerable entendiendo que el año pasado partimos con el albergue en abril”. Con respecto a la modalidad, desde el 2020 y producto del Covid-19, hay ciertos protocolos que se entregan a través de la Seremi. Los cuales son el TRIAG evaluación de los signos y síntomas del covid. Este debe ser realizado una vez que los usuarios hacen ingreso al dispositivo. Además, deben tener más espacios individuales, que espacios comunes. Pero, como aún no están las bases para el nuevo proceso de postulación, no tienen claridad sobre si se mantendrán estas estrategias o deberán implementar nuevas. Que ofrecen los albergues Foto por: La Tribuna El albergue cuenta con alojamiento las 24 horas del día, higiene y útiles de aseo para cada persona, abrigos, y ropa, alimentación, desayuno, almuerzo, once y cena. Y, además, atención básica en salud a través del técnico en enfermería. También, existe la posibilidad de atenderse con la ruta médica una vez a la semana y las derivaciones de salud que puedan haber después de esa atención. Según Soto, “los albergues no reciben el apoyo necesario porque estos deberían estar abiertos durante todo el año y no se puede, ya que no cuentan con los recursos para eso, si tuviéramos más apoyo se podría. Aunque igual se ha avanzado, por lo menos la municipalidad arrienda el lugar y tiene recursos de alimentación, de aseo y ropa de cama, donde siempre tenemos el problema es en el recurso humano, el cual son las personas que tenemos que contratar para llevar a cabo el albergue y es ahí donde siempre nos faltan recursos para poder echar andar todo”. Visión desde adentro usuarios y monitores compartiendo par fiestas patrias el año anterior foto por: Carlos Cruz El funcionamiento interno del albergue es por turnos, turno vespertino, diurno y nocturno. Por cada turno hay cinco trabajadores, dos monitores, una persona que hace el aseo, un manipulador de alimentos y un técnico en enfermería. En total trabajan 14 personas. Elisa Esparza, monitora del albergue por estos últimos tres años comenta que “el albergue es mucho más que un lugar donde ir a dormir y comer, muchas veces he visto personas que tienen hogar, pero prefieren estar en estos lugares porque en sus casas no están bien y no se les ayuda de la manera correcta, acá los profesionales se toman en serio el ayudar para generar un cambio desde la base, con talleres de distintas temáticas, de salud física, de drogas y alcohol, financieros, incluso tratan de ayudarlos a nivel familiar para que vuelvan a relacionarse con sus hijos e hijas”. Aunque no está listo el proceso de postulación, desde el principio el albergue municipal cuenta con una cobertura de 20 usuarios, la cual fue diferente en los años pasados, ya que al estar en pandemia se le asignó mayor cobertura por ser más alta la cantidad de personas que necesitaban estar resguardados. Moises Santis usuario del albergue durante varios años cuenta que, “yo voy desde hace mucho tiempo y siempre me han tratado muy bien las personas que trabajan ahí, me ayudan con mis discapacidades y me aconsejan. Yo tengo casa, ahí vivo con mi mamá y mi hermano, pero no me gusta estar ahí porque mi hermano me pega y me molesta. El albergue es un lugar en el que puedo estar tranquilo, creo que como yo hay mas usuarios y peores, gente que vive en la calle por muchos años metidos en las drogas, que exista este lugar es casi como un salvavidas”. Usuarios y trabajadores esperan que este tipo de programas sociales puedan extenderse de buena manera en todo el país y se logre disminuir los casos de muerte por hipotermia.