¿Cómo el mundo editorial convive con la digitalización? Entrelíneas por Soraya Coñuecar - 18 abril, 202218 abril, 20220 La lectura en formato digital revolucionó la industria editorial, haciendo que muchos pensaran que era el fin de los libros físicos. Sin embargo, su producción impresa sigue muy vigente y creciente. Entonces, ¿existe realmente una amenaza de la que deban preocuparse las editoriales? “Nos encanta leer y nos gusta la idea de que a otras personas les haga sentido algunos títulos que a nosotros también nos genera un significado”, menciona Daniela Escobar, codirectora y editora de Ediciones Overol. Pese a que comenzó a responder con un tono neutro, su emoción va creciendo a medida que cuenta cómo surgió en el 2015 su editorial, en la que trabaja junto a Andrés Florit. “Se nos ocurrió hacer este proyecto para poder compartir los textos que teníamos ganas de que empezarán a circular. (…) Nos enfocamos en difundir manuscritos inéditos de escritores consagrados, que no estaban disponibles de ninguna manera y que reviven un interés por releer”, dice. De hecho, el atractivo de volver a reencontrarse con autores destacados es lo que hizo surgir la editorial penquista Vísceras en el 2018. “Partimos con la idea en un momento donde estábamos trabajando con poetas del siglo XIX y XX, autoras canónicas que al ser muy conocidas en el mundo académico faltaba un acercamiento al lector no tan versado, fue entonces que nos aventuramos en el mundo de la edición”, cuenta Paulina Cofré, cofundadora y editora de Vísceras. Asimismo, la aparición de obras inéditas también hizo surgir en el 2010 a La Pollera Ediciones, un negocio editorial que se ha dedicado a publicar libros de narrativa, poesía, ensayo y crónica. Su editor Simón Ergas cuenta que el proyecto “nació por accidente. Cuando salimos de la universidad queríamos hacer algo que nos mantuviera cerca de la literatura, pero no lo encontramos hasta que aparecieron las obras inéditas del autor José Edwards”. Existen múltiples personas y editoriales nacionales que continúan prefiriendo el formato físico de los libros. Foto de Arif Riyanto en Unsplash. La era digital Los avances tecnológicos han transformado nuestros hábitos de lectura y la manera de acceder al conocimiento, haciendo que el mundo literario esté al alcance de un clic. Actualmente, podemos encontrar obras en formatos digitales y aparatos electrónicos que se asemejan y cumplen la función de los libros. Es entonces que aparece una realidad que está “chocando de frente” con la producción imprenta de los libros. Según el último informe estadístico ISBN de la Cámara Chilena del Libro, durante el 2021 se registraron 2 472 publicaciones en otros soportes distintos al papel, representando el 29 % del total de obras inscritas en el año. Además, el formato que lideró en ediciones digitadas fueron los E-books. Ahora bien, en cuanto a comercialización, lo digital alcanzó el segundo puesto, siendo antepuesto por el material impreso. ¿Un peligro para las editoriales? Evidentemente, el panorama nacional en producción editorial no ha hecho más que agrandarse. Por un lado, continúan surgiendo editoriales dispuestas a difundir la literatura en formato físico, tal como Vísceras Editorial, que nació hace dos años. Y, por otro lado, la impresión de libros ha ido en aumento. “Hemos ido creciendo en la cantidad de libros que hemos publicado, por ejemplo, partido con cinco y ahora llegamos a los quince. Incluso, es muy probable que este año lleguemos a los veinte títulos”, dice Escobar. El formato digital fue el segundo más vendido en Chile durante 2021. Foto de James Tarbotton en Unsplash. Es entonces que, desde las tres editoriales, no significa necesariamente un peligro o amenaza, sino que una forma de avanzar y complementar el mundo de los libros. Al respecto, Ergas menciona que “no lo veo como una guerra. Lamentablemente cuando hay cambios tecnológicos importantes, al principio nos ponemos mañosos, no los aceptamos y los combatimos. Pero los cambios ocurren porque mejoran la vida”. Sumado a esto, Cofré añade que “lo digital va de la mano con el proceso y crecimiento editorial, no se transforma finalmente en una amenaza porque los libros en físico le entregan otra experiencia al lector. Entonces, son experiencias distintas que no tienen por qué ser enemigas”. Incluso, los editores hablan de que el espacio digital es un buen modo de llegar al público. “Tener redes sociales viene a reemplazar un poco lo que era antes la tarjeta de presentación”, dice Cofré. Sin embargo, los tres editores concluyen que donde realmente las personas los conocen y compran son en librerías y ferias. La digitalización de los libros no llegó para reemplazar al formato físico, sino que busca ser una manera de acercar la lectura a todas las personas y complementarse entre sí, pudiendo disfrutarse de ambas sin tener que negar a una.