Disminución de población de abejas: ¿cómo impacta en el medio ambiente?

abejas

Durante el 2021 se registró una caída del 90 % en la producción de miel, debido a una disminución de la polinización, provocada por olas de calor y factores causados por el cambio climático. Este año, a través de una nueva investigación, se pudo conocer otro aspecto que explica la reducción de estos polinizadores.

La transferencia de polen de una flor a otra a través de agentes externos -o también llamada polinización- es un proceso vital para la existencia de diversos ecosistemas, debido a que da como resultado la producción de frutos y semillas. Por lo tanto, es de suma importancia para la agricultura y la producción de alimentos que esta se conserve. Dentro de los tipos de polinizadores encontramos a las moscas, polillas, mariposas, no obstante, quienes se encargan del mayor porcentaje de este proceso son las abejas.

Durante este último tiempo se ha visto una disminución en su población, debido a distintos factores como la pérdida de su hábitat por la creciente urbanización de las ciudades, el uso de pesticidas y fertilizantes en los cultivos, entre otros.

Factores que repercuten en las abejas

El efecto es solo para los tendidos eléctricos cercanos a cultivos. Fotografía extraída de Empresas Electricas A.G.

A través de una investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de Talca y la Universidad del Bío-Bío, se descubrió un efecto adverso que tienen los tendidos eléctricos y antenas de celulares en estos insectos.

“Los campos magnéticos emitidos por distintos dispositivos, por ejemplo líneas de alta tensión, las torres de electricidad y también las antenas de celulares que generan campos electromagnéticos, producen un estrés en los polinizadores”, explicó Marco Molina, académico del Instituto de Ciencias Biológicas de la Casa de Estudios maulina.

Pero, ¿qué efecto tienen en las colmenas? A grandes rasgos, si los campos magnéticos se encuentran cercanos a una plantación frutícola, las ondas que emiten las desorientan y no pueden cumplir su función polinizadora como corresponde, por lo que -muchas veces- terminan muertas.

¿Qué les ocurre específicamente? Las abejas aumentan las enzimas ornitina descarboxilasa y los heat shock proteins (proteínas de choque térmico), lo que -en simples palabras- se traduce como indicadores de estrés. En ese sentido, el académico comentó que “significa que cada vez que una abeja se acerca a un tendido eléctrico o antena de celular, se estresa. Aumentan su temperatura interna y disminuye el servicio de polinización (…) Hemos demostrado que también pierden su sentido de orientación, por lo mismo, muchas abejas no retornan a sus núcleos una vez que pasan por estos campos”, aclaró Molina.

¿Quienes se ven afectados?

Los más perjudicados son quienes tienen sus cultivos cercanos a tendidos eléctricos. “Afecta bastante, porque las abejas polinizan una gran cantidad de árboles. Si bien no son los únicos polinizadores, cumplen con la mayor parte del trabajo, ya que se encargan de transportar el néctar de una flor a otra. Esto hace que mejore la cantidad y calidad de la fruta, pero cada día la situación está peor”, explicó Carlos Jiménez, apicultor de la región de Ohiggins.

Abeja meliponini originaria de Yucatán, México, Fotografía extraída de iNaturalist.

De lo anterior, se puede deducir que la falta de este proceso afecta a la flora y a su vez perjudica a la cadena alimenticia de los depredadores primarios, ya que -siendo herbívoros- dependen totalmente de ella.

El rol de las abejas es tan significativo que, si no cumplen con este proceso, las plantaciones agrícolas se ven seriamente afectadas y muchos árboles pueden llegar al riesgo de la extinción. Asimismo, tras el inminente riesgo de esta problemática, si estos insectos no cumplen con su función habitual, también se ve reflejado en la producción de miel. Misma que va a la baja y de la cual dependen directamente los apicultores y su economía.

Posibles soluciones

Frente a una eventual disminución de la población de abejas, distintos expertos en el área han tenido que tomar una serie de precauciones y soluciones. “La falta debería suplirse con la importación de abejas de otros lugares, como por ejemplo de Centroamérica”, comentó Jiménez sobre el procedimiento a considerar ante una reducción. 

Refiriéndose a las ondas, el académico de la Universidad de Talca aclaró que “los campos pueden causar la extinción de una abeja hasta los 20 metros”. De este modo, una solución sería distanciar los cultivos a una longitud mayor a la anterior y evitar estos efectos negativos, tanto para las abejas como para los cultivos.

Por otro lado, desde el sindicato de apicultores de San Clemente, Apisnativa, explicaron que la reducción no solo se debe a estas ondas electromagnéticas, sino que también a los pesticidas que se usan en los cultivos. 

“Una de las soluciones que proponemos es que los cultivos utilicen químicos más amigables con el medioambiente y la biodiversidad o, simplemente, no utilizarlos”, sostuvo Aurora Muñoz, vocera de los trabajadores. Además, comentó que el problema debería abarcar un espectro más amplio, ya que “lo que se necesita son soluciones para el cambio climático y mejorar el entorno de estos agentes. Los efectos causados por la crisis traen consecuencias directas en ellos”.

Un problema grave que solo se podrá revertir con el poder del ser humano. Acción que debe empezar ahora, para que las grandes guerreras de la Tierra puedan subsistir y mantener el equilibrio de nuestro ecosistema.

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