Imagen extraída de LaTercera.cl.

El fenómeno que ha sido el apogeo del género urbano chileno en la industria musical hispanoparlante. No fue un hito que haya pasado desapercibido para el público. Especialmente para el mayor consumidor de esta música, la juventud chilena.

El nuevo género urbano

Estilo traído de Estados Unidos, es producto de una mezcla de música electrónica con rap. Y sus gestores fueron Gucci Mane, T.I y Young Jeezzy.

El 2018 fue el año en que se inició la consagración del Trap como la primera piedra del nuevo género urbano chileno. Esto, de la mano de Pablo Chill-E, Polimá Westcoast, DrefQuilla, Gianluca. Entre otros artistas pioneros que se tomaban la escena musical chilena y que darían que hablar pese a su corta edad.

Actualmente, siguen vigentes Pablo Chill-E y Polimá Westcoast. Y se sumaron a artistas como Young Cister, Ak4:20, Cris Mj, Pailita y Marcianeke. Que se han tomado la escena chilena con una mezcla de Trap, Reggaeton y Maleanteo.

Las cifras los avalan

Hoy en día, el éxito de los artistas se mide en reproducciones. Y los exponentes del género urbano chileno no se han quedado atrás en estas nuevas reglas del juego. Un ejemplo de esto es Marcianeke, quien sólo por la colaboración con Pailita en la canción «Dimelo Ma» en la plataforma Spotify y YouTube, con más de 43 millones de reproducciones en esta última plataforma. Ganó un aproximado de 100 millones de pesos chilenos.
Otro ejemplo ha sido Ak4:20 quien se mantuvo en el top 10 de artistas chilenos más escuchados en Spotify durante todo el 2021. Y con 3 canciones que se mantuvieron en lo más escuchado: «Siempre fine» , «Skyline» y «Rata Tan Tan». Con más de 3 millones de oyentes mensuales.
Así también Cris Mj que se transformó en el artista urbano chileno más escuchado con su canción: «Una noche en Medellín». Sumado a que cuenta con más de 15 millones de oyentes mensuales, según cifras de Spotify.
Es de conocimiento público que este nivel de éxito les ha traído grandes réditos económicos, fama y notoriedad en la escena musical chilena.

Contenido explícito: ¿Cuál es el límite?

No todo son elogios para estos nuevos referentes del género urbano en Chile. Puesto que, así como han ganado adeptos, también han ganado detractores por el contenido explícito en las letras de sus canciones.
Apología a las drogas, a la delincuencia, cosificación de la mujer, entre otras temáticas se les han acusado de mostrar como si de algo positivo se tratara. Los artistas se defienden dejando en claro que su música es festiva y que el contenido de esta refleja las realidades que les ha tocado vivenciar previo a la fama.
Pese a esto, también hay otros artistas como Young Cister o Pailita, que le cantan al amor, desamor o intentan dar un mensaje positivo a la juventud, especialmente este último quien a confesado ser un enemigo de las drogas y de la violencia.

Género urbano «antiguo»

El otrora género urbano en Chile de los noventa fue el Rap. Claro, con un enfoque más político y contestario, temáticas más alejadas de la ostentación y la fiesta. Con exponentes como Tiro de Gracia, Makiza, Panteras Negras, entre otros.
Ya en la primera década del dos mil tomó la posta el raggamuffin, mezcla entre reggae, rap y reggaetón. Más festivo y bailable que el rap chileno más clásico. Cuyo principal exponente fue Shamanes del Asís. Agrupación que se transformo en un hito, marcando un precedente en la escena chilena.

Con el tiempo las generaciones cambian, así también las preferencias en cuanto música. El avance de la tecnología y las redes sociales han cambiado la forma de percibir y consumir la música. Hoy por hoy, los mayores referentes de la música chilena son los artistas urbanos y la consagración de estos ha sido inminente. Aún es muy pronto para sacar conclusiones.