La crisis hídrica y el golpe a nuestros suelos Entrelíneas por Sebastián Arias Cortés - 18 abril, 202219 abril, 20220 La problemática en torno a la sequía en distintos puntos del país ha sido un tema de discusión que ha llevado a las autoridades a tomar acciones de urgencia para el cuidado del agua. Sebastián Arias CortésSebastián Arias Cortés Chile lleva 13 años en un estado de sequía según las estimaciones del Gobierno, en el cual se observa una reducción en la disponibilidad del agua entre un 10% y 37% a nivel país. A finales de marzo, el Presidente de la República, Gabriel Boric, dijo que “urge un cambio que garantice el acceso al agua como derecho humano». El firmar el Acuerdo de Escazú fue un buen acierto en la materia medioambiental, por la urgencia y la pertinencia que se merece la crisis climática. Otra medida que se implementará será la del racionamiento de agua, lo que se empezó a aplicar en primera instancia en sectores de la Región Metropolitana. Como país hemos gastado en lo que va de 2022 cerca de $10 mil millones en camiones aljibes por esta delicada situación, y la cosa al parecer seguirá en ascenso. El sector industrial y sobre todo el agrícola son quienes más consumen agua, alcanzando cerca del 90% en la región. Ha sido evidente que la complejidad del asunto va más allá del poder de la persona común, quien es la que debe finalmente pagar las consecuencias de esto. Desde el Biobío se pidió al Gobierno no cobrar el sobreconsumo de agua, que lamentablemente viene de otras raíces en una crisis agudizada. El año 2021 cerró como uno de los años más secos en la historia del país, registrando un déficit de precipitaciones de más de un 50%. Fotografía: Agencia UNO. El sector privado, el forestal en particular, no se detiene en la plantación de monocultivos de pino, el cual requiere de enormes cantidades de agua para su crecimiento. Empresas que absorben agua y capital, estamos hablando de 9/10 del consumo total en la región. La localidad de Rere en Yumbel debió empezar un racionamiento de agua hace algunas semanas, evidenciando la problemática y dejando varias interrogantes. El exigir racionar este bien humano únicamente a la población común es un error garrafal, es tapar el sol con un dedo. La sostenibilidad es crucial en cualquier negocio productivo, por lo que se debería priorizar invertir en elementos que reduzcan el costo operacional. Eso es lo mínimo realmente, puesto que fácilmente se podría ser aún más categórico y tomar medidas mucho más drásticas. Una crisis de este calibre es algo que no se puede dejar pasar año tras año, ya va más de una década esto en aumento, por lo que la urgencia y el daño es incalculable. No hay vuelta atrás ni pasos en falso ante la lucha contra el cambio climático, sobre todo en el cuidado y preservación de un bien humano como el agua.