Violencia normalizada en adolescentes chilenos Entrelíneas por Michelle Ailin C. Rosales Gómez - 18 abril, 20220 Dos años de aislamiento evidencian que las actitudes negativas de la adolescencia de nuestro país no necesariamente se generan por sus interacciones sociales en sus instituciones educacionales. Algo que solía escuchar muy seguido en las reuniones de apoderados en el liceo del cual salí era que, tras alguna acción violenta en sus hogares, los alumnos aprendían malas conductas en las salas de clases, que los compañeros o compañeras eran el problema y no sus hijos. Han pasado tres semanas desde la amenaza realizada por un estudiante en el colegio San Ignacio de San Pedro de la Paz el cual fue detenido al día siguiente, tal vez entre mandar amenazas vía redes sociales a llevar a cabo una masacre hay diferencias, pero es la violencia de este comportamiento lo que debería encender las alarmas, Esto nos lleva a preguntarnos ¿este adolescente no presentó signos que llamasen la atención de las personas con las que vive? Alumnos San Ignacio. Fotografía: @sanignacioconcepcion en Instagram. Si bien no estoy de acuerdo con que los videojuegos son la principal razón del aumento de la agresividad en adolescentes apoyo la idea de que la exposición a imágenes graficas de violencia a temprana edad no hace más que normalizar esto, sabemos que juegos con contenidos como estos están calificados para mayores de 15 o 17 años pero las restricciones no son respetadas y las personas responsables de lo que consumen los niños y adolescentes no le toman el peso a lo que podría conllevar ésta falta de preocupación. Los años en cuarentena ayudaron a evidenciar que las conductas antisociales no son aprendidas y replicadas por los jóvenes en sus escuelas ni 100% relacionadas a las personas que le rodean en ellas. El ambiente familiar suele ser una de las principales razones de la violencia, así también las interacciones que los jóvenes tienen en redes sociales o inclusive los cambios hormonales que le suceden a las personas que están en esos rangos etarios los cuales de por sí ya les genera reacciones alteradas, la falta de supervisión responsable ante cualquiera de las señales que un joven en un ambiente toxico es la responsable de este aumento de violencia. Que jóvenes porten armas blancas en clases o que conviertan objetos comunes en algo que puedan usar para agredir a sus compañeros o profesores se podría evitar al reaccionar de forma pertinentemente y a tiempo, pero no podemos solo responsabilizar a las familias o personas con las que viven, otro dicho popular por los apoderados de mi liceo era que “el liceo es como la segunda casa” y si los profesores, psicólogos o algún docente pusiera atención a actitudes poco usuales en los estudiantes se podría evitar el llegar a tal punto de alertar sobre una amenaza de tiroteo en colegios.