La tierra prometida Entrelíneas por Marcelo Sotomayor - 6 mayo, 20226 mayo, 20220 La revolución digital ha traído muchos cambios en la forma en la que vemos el mundo y todavía nos estamos acomodando a ello, pero existen grupos que siguen moviendo la línea de lo que es posible gracias al internet. Con la rápida expansión que ha tenido el mercado de los tokens no fungibles, o por sus siglas en inglés NFT, un grupo se ha puesto a la cabeza como la colección más grande e influyente de esta tendencia: son “Bored Ape Yacht Club”, que son propiedad de la compañía de tecnología blockchain Yuga Labs. Jimmy Fallon compró el Bored Ape Yacht Club número 599 y lo presentó en televisión. Créditos: ultcube88.com. Este grupo maneja otros 5 conjuntos de NFT y una criptomoneda llamada ApeCoin que instauró para la compra y venta de estos NFT. Su nuevo proyecto es probablemente el salto más grande que ha tenido esta compañía y es que puso a la venta parcelas virtuales, llamadas “Otherdeeds”, como parte de su nuevo proyecto “Otherside”. Este consiste en una especie de videojuego que funcionará con los NFT de la compañía, pero del que todavía no se sabe detalles y que solo ha mostrado un tráiler que no muestra nada de lo que será el resultado final. Pese a esto, 55 mil terrenos se pusieron en venta este pasado 30 de abril, lo que les consiguió a la empresa una ganancia de alrededor de 320 millones de dólares. La verdad es que estas tecnologías no funcionaron al unísono como sus creadores esperaban. La increíble velocidad con la que Otherside se vendió provocó que los servidores de Ethereum, la blockchain donde operan todos estos servicios, cayeran y, a su vez, produjo una caída de su moneda ApeCoin, que bajó alrededor de un 40 % debido a esto. Yuga Labs quiere impulsar la llamada “Web 3.0”, una nueva forma de entender el internet que pretende la descentralización de todos los servicios posibles, de modo de no depender de instituciones gubernamentales o compañías privadas. Esto se hace para lograr una independencia del usuario y evitar un monopolio; sin embargo, son ellos mismos quienes están construyendo una marca que ya ha comprado más de otros tres proyectos NFT. También está el detalle de que esto no es nada innovador. En el videojuego Minecraft ya se hacían transacciones de terrenos en los distintos servidores privados, donde el dueño de un servidor podía venderle un espacio a un jugador por dinero real, de modo que este fuera el único usuario que pudiese construir en el sector, lo que es lo mismo que pretende hacer Otherside, pero implementado de una mejor manera y en un videojuego que pretende ser divertido y no un modo de hacer negocios.