Queramos o no, las redes sociales nos podrían salvar la vida

Además de entretener, la plataforma promete un contenido colaborativo. ¿Qué pasa con las mujeres que necesitan protegerse?

Tras la noticia publicada en Radio Biobío sobre la mujer que se salvó de ser secuestrada por su expareja en Tennessee, Estados Unidos, gracias a un gesto aprendido en TikTok que fue reconocido por un extraño, nos cuestionamos la seguridad en la que se encuentran las mujeres como para tener que crear códigos silenciosos para ser rescatadas en una situación de peligro. El gesto fue extender la mano frente a otra persona y esconder el pulgar bajo los demás dedos.

En las redes sociales, es común encontrarse con videos de este tipo, como el caso de un video de TikTok en el que una joven pide disculpas por provocar el susto de otra que apenas vio su vehículo detenerse y luego retroceder corrió, cuando la otra joven solo se quería ofrecer para llevarla a su casa en la madrugada. Otros videos que se pueden encontrar en la red son los que están sin sonido por seguridad y con mensajes cortos para ayudar de la forma más rápida posible, mientras que hay otros más explicativos y actuados para graficar mejor cómo pedir ayuda en una situación de vulnerabilidad, peligro y violencia de género.

Farmacias fueron fundamentales en la activación de protocolo. Imagen vía Farmacias Cruz Verde

Ministerio de la Mujer en Chile

Códigos como estos no solo se ven en Internet, el Ministerio de la Mujer lanzó una campaña en 2020 en la que se activaba un protocolo de rescate al pedir la “mascarilla 19” en las farmacias del país. Estas palabras activaban las alertas en el personal de la farmacia y se llamaba al 1445, fono ayuda de orientación en violencia contra la mujer del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (SernamEG) y, en casos más graves, a Carabineros de Chile. 

Desde SernamEG informaron que esta medida se implementó luego del aumento de un 70 % en las llamadas a la línea 1455 durante las cuarentenas a lo largo del país. Por otro lado, durante el mismo periodo las llamadas al fono familia 1449 de la policía aumentaron en un 21 %, cifras para nada menores. 

Así, es posible reconocer el peligro constante que corren las mujeres día a día, en el que se tiene la necesidad de crear códigos y mensajes de forma que estos no puedan ser reconocidos por los victimarios. Es increíble cómo el instinto de supervivencia nos lleva a simular situaciones para zafar de agresores. 

Y es que tales publicaciones en redes sociales suelen tener miles de visitas y comentarios. ¿Qué es lo mejor para hacer en esos casos, mantener el código en secreto para que los agresores no puedan reconocerlos, o exponerlos para que la sociedad sepa que se están preparando para actuar frente a una situación de violencia? Sin duda lo mejor sería que todos estuviéramos preparados para actuar de la mejor manera si somos testigos de alguna situación de violencia, pero estaría mucho mejor aún, si la sociedad supiera que no hay que violentar a nadie.

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