Ausencia de cuarta dosis y aumento de muertes: ¿Ocurrió un relajo en la población?

Desde los inicios de la pandemia por COVID-19 en 2020, hasta la creación y distribución de las distintas vacunas. El panorama ha cambiado mucho a nivel nacional.

En un comienzo sólo existía la instrucción de quedarse en casa, ante lo novedoso, impredecible y peligroso que se tornaba este nuevo -aunque conocido- virus que azotaba a la humanidad, como tantos otros en su momento. Todo esto a la espera de una solución a la ola de contagios que tenía en vilo a todos los sistemas de salud, incluyendo al sistema público y privado de Chile.

Se creó la vacuna y esta llegó -entre vítores- a territorio nacional. Una primera y una segunda dosis a los cuatro meses como refuerzo. Todo un éxito para la salud chilena ante los ojos expectantes del mundo, que veían como, de forma impecable, avanzaba a pasos agigantados la vacunación.

Imagen extraída de Martín Bernetti / AFP

Con la vacunación se fueron viendo los primeros resultados alentadores, una baja en la cifra de muertos e incluso, baja en la cifra de contagios. Todo acompañado con campañas que buscaban motivar a las personas, convenciéndolas de que vacunarse salva vidas y que no sólo se cuidan a si mismas sino también al resto. Especialmente a quienes son más propensos a agravarse en caso de contagio.

Imagen extraída de Esteban Felix/AP Photo/picture alliance

El entusiasmo no es eterno

La idea de una tercera y, posteriormente, cuarta dosis. Ya no resultó tan necesaria para las personas, que en su mayoría consideraban que con las primeras dos dosis bastaba. Caso aparte quienes por voluntad propia decidieron no inocularse.

Al respecto, Javiera Gómez, enfermera que trabajó dos años en el sector de urgencias respiratorias del Hospital Regional de Concepción, en pleno apogeo de la pandemia. Se refirió a esta situación “Existe un relajo generalizado debido a las cifras, ya no es el mismo nivel de ocupación en urgencia respiratoria. Y todo eso, es gracias a la vacunación. De hecho, el 60% de los contagiados que se agravaron o que fallecieron, eran antivacunas. Incluso adultos mayores lograron estabilizarse al contar con su esquema completo a la fecha de contagio y presentación de síntomas”

Si bien es positiva la apreciación por parte de la profesional, hizo hincapié en un punto que no es de conocimiento general. La inmunización tiene a bajar. “La inmunidad llega a su punto más alto y empieza a decaer. Y si no hay refuerzos, termina siendo como si la persona nunca se hubiese vacunado. Por lo que se encontraría en peligro”

Es sabido que, como parte de la evolución de los seres humanos, las vacunas han sido claves en la salud a lo largo de la historia de la humanidad. Es considerable e innegable el aporte al combate y erradicación de todo tipo de enfermedades y patologías.

Javiera Medina, enfermera de la Clínica UDD, hace énfasis en la desconfianza de las personas en las vacunas, al menos en la cantidad de dosis que debiesen ser necesarias. “Se ha producido cierta desconfianza en general sobre las vacunas por la cantidad de dosis requeridas, como si el primer esquema de vacunación no fue bueno e intentaran parcharlo con más dosis. Aun así, parte del relajo de la gente es porque existe confianza en las vacunas. Ya que, al estar protegidos, la sintomatología no debería ser peor que un resfriado común”

“Creo que se ha hecho una buena campaña para instar a vacunarse. Ahora, el último tiempo, en los medios de comunicación se le ha dejado de dar tanto auge y cobertura al tema. Y las muertes que van relacionadas con la falta de la cuarta dosis, incluso de la tercera, entonces así menos se le va a tomar el peso real”

El cansancio y el anhelo de normalidad

Como casi todos los problemas que pueden acaecer en la vida, de forma personal o de forma colectiva, el agotamiento generalizado, la desconfianza y la latente necesidad de una vida normal han hecho merma en la disposición de la población.

Esto se ha visto reflejado especialmente en la cuarta dosis. Situación que, según cifras del Minsal, tiene a 3,8 millones de personas rezagadas con su esquema de vacunación incompleto. Cifra preocupante para las autoridades, teniendo en consideración la inminente llegada del invierno. Estación del año en que aumentan los casos de enfermedades respiratorias, dentro de las cuales, se sumó el Covid-19.

Imagen extraída de Getty Images

La luz al final del túnel

Pese a que desde marzo los fallecimientos siguen -lentamente- al alza. Además de los nuevos casos positivos y activos. Se ha recurrido a medidas de emergencia, cuestionadas por algunos, aplaudidas por otros. Como el bloqueo del polémico pase de movilidad, que le impediría a las personas que no cuenten con su sistema de vacunación completo, ingresar a ciertos lugares o realizar cierto tipo de actividades.  

De a poco se ve una salida a esta pandemia que tanto dolor y pérdidas ha dejado a su paso. Más de lo que algunas personas podrían creer. Si la luz al final del túnel se está acercando, para bien, hay que agilizar las medidas que aceleren ese andar.

No caminemos en la dirección opuesta.

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