Toma de terreno en la ciudad de Curicó: ¿Crisis habitacional o aprovechamiento?

La pandemia y la gran cantidad de migración que enfrenta el país son factores clave en la gestación de esta ocupación ilegítima.

Durante los últimos tres meses la ciudad de Curicó, ubicada en la Región del Maule, ha sido protagonista de una situación insólita en su historia. Por primera vez se enfrenta a una toma de terreno ilegal la cual se ubicó en la Riviera del río Guaiquillo.

La ocupación, habitada en gran parte por familias migrantes haitianas y una chilena, fue puesta rápidamente en el radar del alcalde debido a que el terreno en cuestión es de carácter municipal. El día 23 de febrero, el edil Javier Muñoz organizó una reunión con Carabineros de Chile, PDI, el delegado presidencial provincial Leopoldo Ibáñez y los directores de Dideco y de Seguridad Pública; donde acordaron iniciar acciones legales y programar el desalojo con inmediatez. A lo cual los ocupantes respondieron con una manifestación frente al municipio.

Actualmente se están llevando a cabo investigaciones por la PDI y Carabineros de Chile que podrían ligar esta toma con otras dos surgidas posterior a esta en el sector de Sarmiento y en el centro de Curicó respectivamente.

Pilar Contardo, trabajadora social y directora de la Dirección de Desarrollo Comunitario de la Municipalidad de Curicó relata que: «Se ha intentado trabajar desde distintas perspectivas. Nosotros como municipalidad hemos ofrecido a estas personas apoyo y colaboración desde nuestra oficina municipal de interculturalidad y asuntos migratorios, sin embargo, la respuesta de estas personas no ha sido la mejor. Ellos manifiestan que su único deseo es quedarse ahí y que tienen el derecho. En ese momento se corta la comunicación. Se cierran al diálogo y a cualquier otro tipo de intervención».

Por otra parte, también argumentó que: «Si bien en un inicio se intentó abordar desde la empatía y comprendiendo que esta gente, en su mayoría, no tiene conocimiento de la ley del país; luego de tantas intervenciones ya realmente no se puede utilizar este argumento. Están plenamente conscientes que esto se trata de una ocupación ilegal».

Crísis Habitacional

Con el relativamente rápido surgimiento de estas ocupaciones ilícitas, las autoridades se enfrentan a una insuficiencia habitacional que azota a la ciudad.

En la Mesa Intersectorial para dar solución a esta problemática el seremi de Desarrollo Social y Familias Manuel Yáñez Espinoza junto con el GORE se refirieron a medidas previsionales para mitigar el rápido avance poblacional de Curicó. Aunque, estas estuvieron enfocadas principalmente a la gente en situación de calle.

Algunas medidas planteadas son: el aumento de albergues existentes (en el caso de que los fondos de emergencia del Gobierno Regional den abasto) y la activación de puntos en ruta-calle con el apoyo del Hogar de Cristo para entregar insumos y kits para protegerse de la lluvia y el frío.

No bien las tomas pueden presentar soluciones, también pueden presentar otros problemas. «Uno cuando desarrolla planes para la ciudad tiene considerado un destino para cada terreno. Ahora, una toma generalmente es un elemento disruptivo de esta planificación y lugares que estaban destinados para algo concreto como áreas verdes o incluso viviendas quedan inutilizables o bien se vuelve más costoso el trabajo debido al previo desalojo que hay que hacer.» Afirma la arquitecta Ángela Molina Espinoza.

«También un elemento importante a considerar es que cuando se planifica, sobre todo en temas de vivienda, se deben tener en consideración elementos del entorno. Por ejemplo, en este caso una construcción al lado de un río puede ser sumamente complejo por las inundaciones».

Según el INE 40 718 extranjeros habitan actualmente la Región del Maule, lo cual equivale al 2,8 % del total de migrantes en el país. Foto: Música y Noticias.

Aprovechamiento

Durante los chequeos realizados por la Municipalidad en conjunto con Carabineros, previos a la decisión del desalojo y la toma de acciones legales, se percataron de la existencia de un sujeto quién se adjudicó el terreno y cobró a las familias por instalarse en el sector. Tornando así mucho más compleja la labor del municipio de comunicarle a los ocupantes que se trataba de un área privada.

La persona, cuya identidad se mantiene incógnita para efectos de investigación, ha sido acusada por vecinos y habitantes de la toma en varias ocasiones y en distintas instancias como el organizador y principal gestor de la toma de terrenos. Programas de radio y espacios comunitarios de redes sociales son algunos.

Debido al tenso estado que esto generó, la toma ha estado caracterizada por episodios de violencia e inseguridad entre los vecinos de la zona. Matías Mitchell quién es vecino del sector detalla lo siguiente: «Se han dado bastantes altercados principalmente con autoridades, vecinos asustados, rumores de narcotráfico, cortes de luz y en un lugar que realmente es tierra de nadie».

La demolición y desocupación total del territorio fue programada para 10 días corridos desde el 20 de mayo y es de esperarse que la paz y la calma sean quienes protagonicen la jornada.

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