El peligro detrás del fanatismo extremo por los artistas musicales Entrelíneas por Francisca Heredia - 10 junio, 202210 junio, 20220 La cultura asiática ha llegado a Latinoamérica de una manera bastante notoria, por lo que es común encontrar, incluso en tu propio grupo de amigos o conocidos, a alguien que le guste un grupo de K-pop o algún idol en particular, pero ¿qué sucede cuando ese gusto por determinado artista se transforma en una obsesión enfermiza? El K-pop llegó para quedarse, ya son muchos los fanáticos de los distintos grupos y bandas de este estilo musical, por lo que es bastante común reconocer el nombre de alguno de ellos e incluso haber disfrutado de alguna canción, sin saber que era proveniente de Corea. Algunos de los que se encuentran mejor posicionados dentro de los charts o tabla de posiciones son BTS, Super Junior, Blackpink, entre otros. Sin embargo, pese a su gran acogida en los países de habla hispana, existe un fenómeno que se da en mayor medida en Corea del Sur y puede ser muy peligroso para la sociedad en general. Las llamadas “Sasaeng” o fanáticas extremas de algún idol o grupo musical en particular, quienes los persiguen de manera insistente y hacen todo lo posible, incluso lo imposible, para que su artista favorito las note y puedan tener un mínimo contacto con ellos. Tan solo les basta una mirada para seguir con su conducta, la cual puede ser bastante cuestionable en algunos casos. Grupo de fans esperando a BTS en el aeropuerto para tomar fotos y recibirlos de vuelta en Corea.Obtenida de m.vlive.tv. Pero ¿quiénes son las Sasaeng? Por lo general, este nombre se les entrega a chicas de un estatus social alto o con bastante dinero, ya sea propio de familiares o mediante préstamos, que se dedican a seguir de una manera obsesiva a un miembro de algún grupo, normalmente, escogen solo a uno, sin embargo, han existido casos en los que llegan a interesarse por todos los integrantes. Su vida completa gira en torno a las agendas de las estrellas, llegando a esperarlos en los hoteles o arrendar las habitaciones de al lado o si existe un edificio justo en frente y con vistas a la habitación, tomar esa para mantenerlos vigilados. Todo esto, al punto de vender información de las vidas privadas de los famosos y fotos de actividades, que realizan en espacios que supuestamente debieran ser seguros. Este actuar es muy conocido en el país asiático y se han creado leyes para resguardar a los artistas de estas fans obsesivas. A pesar de ser un término desconocido para gran parte de los chilenos, sin darnos cuenta, hemos adoptado una conducta similar, llegando al punto de buscar a futbolistas o actores en lugares públicos o privados, esperando incluso horas hasta que salgan del recinto para pedir una foto, video o firma. Una actividad que no es muy distinta a lo ocurrido en Corea del Sur y que rápidamente puede escalar a un comportamiento obsesivo.