La batalla generacional del buen gusto musical Entrelíneas por José Cancino - 17 junio, 202218 junio, 20220 Los conflictos generacionales no son sorpresa para nadie, distintos contextos crean distintas personas. Sin embargo, sus consecuencias resultan más interesantes de lo que se piensa. Sobre todo, en la música. No es novedad el exponencial aumento de intensidad en la ferviente batalla que llevan a cabo generaciones opuestas. Sobre todo, en sincronía con el aceleracionismo que ha provocado el internet y su expansión. A esto, se le suma la psicología presente en el conflicto que ha sido estudiada desde diversas aristas. Una de ellas y que ha tomado peso significativo es el manejo de estos conflictos al interior de organizaciones tales como empresas. Sin embargo, tomemos estos elementos y llevémoslo a un rubro más cotidiano: la música. Ahora bien, y antes que todo, es importante analizar el nuevo surgimiento de etiquetas. Con esto, me refiero a la variedad de nombres con los que una generación u otra se denominan. Llámese “millennials” “generación X”, etc. Estas han permitido que personas, sin ningún atributo en común más que su edad, puedan unirse bajo una misma bandera potenciando el conflicto aún más. Ante esto, los gustos musicales no son la excepción, y es que este roce ha existido tal vez desde que la misma música existe como tal. Es precisamente por este conflicto que hemos podido apreciar la música como una contra cultura en varias escenas, siendo las más relevantes por su contenido contestatario el Hip Hop y el Punk. Ambos presentando un claro quiebre generacional. Una prueba de que es un concepto que supera la barrera de las edades, es un estudio de Roberts Radio en Gran Bretaña afirma que los “Baby Boomers” (quienes actualmente figuran entre los 55 a 73 años) son los menos propensos en mostrar interés por la música antigua. Fuente: Santo Tomás en línea. Esto nos muestra un patrón clave y es que tal y como lo dijo Peter Blos: “La creación de un conflicto entre las generaciones y su posterior resolución es la tarea de la adolescencia. Su importancia para la continuidad cultural es evidente. Sin este conflicto no habría reestructuración psíquica adolescente”. Dicho esto, podemos concluir que esta gran batalla de edades resulta más que nada, un fenómeno social ampliamente reconocido y que ha construido los cimientos de la industria musical desde que se tiene consciencia colectiva. Las concepciones necesitan ser puestas en duda y conflicto para la creación de nuevas piezas acorde a nuevos contextos. Así como dijo Giorgio Moroder: “una vez te sales de las reglas preconcebidas puedes hacer lo que sea que quieras”.