Que un agujero negro, un exoplaneta, fotografías de Marte o de una supernova. Los descubrimientos astronómicos se hacen cada vez más rutinarios. Sin embargo, ¿es esto positivo o negativo?

Vivimos en un mundo en donde los avances tecnológicos han favorecido la búsqueda de respuestas para las ilimitadas preguntas que tiene el ser humano, de lo cual la astronomía no ha sido la excepción. 

Día a día astrónomos y astrónomas trabajan para superar lo que ya se conoce del universo. Sin embargo, parece ser que, fuera de quienes están involucrados en el área, no hay demasiado interés ni credibilidad por parte de la población. Eso al menos ha sucedido con la NASA, que no ha visto la mejor recepción para los últimos anuncios presentados. Pero ¿a qué se debe? Ambas partes son responsables.

Es cierto que la ciencia en general no ha descubierto del todo cómo acercarse a la gente. Si bien los hallazgos de la NASA llegan a la prensa, estos no son más que comunicados que deben ser desglosados por los mismos periodistas o científicos independientes, como es el caso de Teresa Paneque, quien ha masificado su nombre a través de la explicación de fenómenos astronómicos de forma que puedan ser entendidos por todas y todos. 

No obstante, es acertado mencionar también que se ha normalizado el consumir contenido de modo frívolo. La globalización junto a la misma rutina han llevado a que se busque crear una clase de información concisa y atractiva para los sentidos. Mas no quiere decir que como receptores haya que conformarse con aquello. Ya hay suficiente desinformación y fake news rondando para que los usuarios y usuarias se permitan esa pasividad que conduce a quedarse solo con el titular. 

Ambos puntos de vista provocan una gran expectativa sobre lo que se va a informar, creando una especie de limbo en el que emisor y receptor nunca se entienden como deberían. Por una parte, la NASA aborda cada descubrimiento como si fuese lo más grande que se ha hecho. Mientras que, por su lado, el ciudadano común siempre espera algo que cambie sus vidas para siempre. 

Así, cada parte debe comprender algo: que los descubrimientos son procesos, es decir que, el hecho de que no se confirme vida humana en Marte o la existencia del multiverso, no quiere indicar que la fotografía de un agujero negro no sea importante; pero la misma astronomía debe abordar sus anuncios de manera que las personas recuerden que si la Tierra tiene 4.500 millones de año de existencia, el cosmos es más antiguo todavía.