Verdad y mentira ya no importan para la política

Mucho se ha hablado acerca de lo polarizadas que estuvieron las pasadas elecciones, o sobre la baja afluencia del padrón electoral a la hora de ejercer su derecho a voto, sin embargo, un factor sumamente importante y que se ha deslizado bajo la puerta, son las fake news. 

Las noticias falsas existen hace bastantes años, no hay necesidad de estrujar nuestra memoria para recordar la famosa frase “el Mercurio miente”. Y es que desde que existe el poder y la consciencia en el ser humano, nace la mentira. No obstante este tipo de engaño resulta alarmante por dos motivos. El primero, es que existen organizaciones con conocimientos claros respecto a su profesión y códigos de ética que están violando estos principios de manera intencionada y con el fin de obtener una recompensa -monetaria, política ,etc- . Lo cual resulta preocupante, ya que existen personas quienes deliberadamente están dispuestos a renunciar a su calidad de profesional con tal de obtener beneficios. Sin embargo, lo que resulta aún más desconcertante que lo anterior, es el segundo motivo: que la gente crea estas noticias. 

La cantidad de noticias falsas en procesos electorales ha visto un significativo aumento el último año. Esto ha llevado a que el Servel abriera un espacio destinado a la publicación y evidenciación de noticias falsas que circulan en la web, a modo de precaución. 

Ahora bien, es importante comprender que las pasadas elecciones presidenciales estuvieron fuertemente cargadas de polémica y polarización. Prueba de esto es la incesable cobertura que existe por parte de los medios a la figura del actual presidente y la vasta cantidad de interacciones y lecturas que genera a diario. Sin embargo, es aquí donde se encuentra el punto de inflexión, ya que las fake news -al menos las intencionales- estaban caracterizadas por ser emitidas por cadenas de medios pequeñas e independientes, a veces incluso por un ciudadano común y corriente. No obstante, en las elecciones pasadas fueron publicadas, no sólo de forma encubierta, sino que abiertamente por cargos públicos y representantes de partidos postulados a la candidatura. Incluso, debido a esta estrategia medios de comunicación de televisión tuvieron que adoptar por primera vez, políticas de verificación de datos emitidos por los candidatos en el debate de la Asociación Nacional de Televisión.

Sin embargo, lo más grave de todo esto, es que luego de terminadas las elecciones no hubo sanción alguna.

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