La pandemia educativa: cuando los niños no logran aprender a leer

Históricamente en Chile los niveles de lectoescritura en alumnos de educación básica se han posicionado por debajo de lo esperado. Sin embargo, la pandemia ha impactado negativamente en este ámbito, situación que genera preocupación en padres y profesores.

Tras el retorno a la presencialidad, los efectos de dos años de clases en línea impactan fuertemente a las comunidades escolares. Sobre todo en educación básica, donde uno de los principales pilares del desarrollo educativo se ha visto perjudicado: la lectoescritura. 

Según información entregada por la evaluación diagnóstica Decatest, el 52 % de los alumnos de segundo básico no sabe leer. Las cifras son alarmantes, no sólo para Chile sino también a nivel latinoamericano. Así lo demuestra un estudio realizado por el Banco Mundial y la Unesco, el cual arrojó que cuatro de cada cinco niños y niñas en América Latina no podrán comprender un texto simple en el futuro.

Crisis del aprendizaje en Chile

Durante la última década, el nivel de lectoescritura en Chile ha ido en descenso y la pandemia no ha hecho más que profundizar esta crisis. Así lo relata Francisca Arriagada, quién se desempeña como profesora de educación básica y le ha tocado vivir en carne propia esta situación. “Es complejo lo que se percibe, tenemos estudiantes de tercero básico, incluso cuarto básico que todavía no logran aprender a leer, la independencia que ellos tienen es super nula y creo que las clases online fueron las que retrasaron ese proceso”, relata con preocupación.

Los más afectados han sido niños de entre siete y ocho años, quiénes ingresaron a cuarentena en sus niveles iniciales de educación en lectoescritura. Fotografía: Shutterstock

El panorama actual en cuanto a los niveles de aprendizaje alcanzados es alarmante, tomando en cuenta que durante el año 2020 se disparó la deserción escolar en educación básica. Cerca de 20 400 niños y niñas hicieron abandono del sistema educativo, información entregada por un estudio de Acción Educar.

Clases remotas y brecha digital

Las clases remotas se presentaron como un gran desafío tanto para los profesores como para las familias, factor que influyó en la calidad de la enseñanza. En relación a esto, el tesorero del Colegio de Profesores del Biobío, Marco Echeverría expresó su pesar ante la problemática, ya que “el retraso pedagógico que hay es real, no todos los alumnos se conectaban y muchas veces nos encontramos con evaluaciones que realizaban los padres y apoderados”. 

Para el dirigente, uno de los principales factores del contexto educativo actual es la brecha digital, la cual “perjudicó sobre todo a las escuelas públicas en donde se encuentran los alumnos más vulnerados en todos sus derechos, porque es distinto en colegios particulares donde a pesar de que no había presencialidad, tenían una modalidad remota más actualizada a través de la tecnología y poseían más recursos”, afirmó.

El panorama descrito se condice con la realidad, puesto que actualmente en el país 2.680 recintos escolares no poseen acceso a internet y el 47 % son rurales. Es decir, uno de cada tres establecimientos a la fecha no cuenta con las condiciones para poder efectuar clases híbridas u online, datos entregados por la Subsecretaría de Telecomunicaciones.

Según cifras entregadas por la la OCDE (2019) en Chile hay 380 000 estudiantes que viven en zonas rurales y poseen baja conexión a internet. Fotografía: Jorge I. López

Iniciativas que impulsan la lectoescritura

La seremi (s) de Educación del Biobío, Milka Leva, se refirió a las iniciativas para mitigar esta situación y señaló que “durante el contexto de la pandemia se potenció el programa Leo Primero, que es un plan nacional de enseñanza de la lectura y tiene como objetivo que todos los estudiantes aprendan a leer de manera comprensiva en primero básico y consoliden habilidades de lectoescritura en los años venideros”. Según cifras entregadas por el último registro del Mineduc, se triplicó el número de beneficiados en la Región del Biobío, llegando a cerca de 59 000 estudiantes, pertenecientes a 550 recintos educativos. 

La psicopedagoga Vanessa Olivares recalcó la importancia de “conocer las habilidades de cada niño y desde ahí empezar a entregar las estrategias que ellos realmente necesitan”. Además explicó que “uno de los mayores desafíos es trabajar las habilidades personales precursoras, las cuales son previas a la lectoescritura, ya que son los cimientos para establecer este proceso”.

Otra iniciativa llevada a cabo con éxito ha sido el programa de televisión AlfadecaTV, el cual enseña a leer y escribir a través de entretenidas animaciones. Actualmente cuenta con una segunda temporada, la cual se emite a través de la señal NTV. 

Existen también organizaciones de apoyo en lectoescritura, como es el caso de la Fundación Crecer con Todos, que gracias a su programa de nivelación, logró que el 91 % de sus beneficiarios aprendieran a leer en el 2021. Esta cifra refleja que con el compromiso de las instituciones, es posible revertir la situación y conseguir que los niños y niñas adquieran estas competencias, fundamentales para poder desenvolverse en el futuro.

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