Las calles de Concepción son víctimas de una falta de conciencia respecto a la basura en las calles

Una situación complicada y que demuestra lo peor de una ciudad donde los puntos de bolsas y desechos esparcidos rompen con la imagen de una ciudad como la nuestra.

Quizas no sea yo el unico en ver esta nefasta y preocupante situación, pero si hay que buscar responsables no deberíamos solo apuntar a la empresa recolectora de desechos con la cual la municipalidad tiene el contrato de limpieza, sino más bien a la inmensa cantidad de basura que estamos generando y para peor dejando sin cuidado alguno en nuestras calles penquistas.

Basta con caminar en calles como O’Higgins, Los Carrera, La diagonal Pedro Aguirre Cerda o incluso afuera de varios locales comerciales de comida rápida para encontrar este espectáculo de descuido y poca conciencia con el aseo y el ornato, ni siquiera hay un cuidado tan sencillo y facil como utilizar “tachos” o contenedores apropiados para al menos evitar que estos acopios sean destruidos y aun más dispersados por roedores y animales callejeros.

Uno podría vincular exclusivamente tambien a los locales comerciales, pero parte de los basurales son compuestos por desechos domésticos y lo que es peor, de algunos materiales que perfectamente pueden ser reciclados pero que sin embargo terminan encontrando un destino en los rellenos sanitarios, espacios que incluso ahora se ven en peligro de saturación debido a las enormes cantidades de descargas que reciben de diversas localidades de la localidad.

Quisiera ser enfático en que si bien la critica siempre es al comercio deberíamos considerar aquello que nosotros producimos en casa, deberíamos replantear el significado de lo que estados despachando a la calle y aquello que estamos ignorando por querer ahorrarnos unas horas de nuestro tiempo para ir a los puntos de reciclaje.

Concepción es una ciudad cuya imagen es responsabilidad nuestra, si no queremos repetir el mismo paisaje de la Región Metropolitana, entonces es momento de empezar a preocuparnos, “ponernos los pantalones” y repensar el cómo nuestro día a día puede significar la transformación de una ciudad tan cultural pero tan gris con tanta bolsa que queda abandonada a su suerte en el pavimento.

Calle Paicaví, cerca de Plaza Perú, en el conocido Barrio Universitario, un sector donde vecinos y locales comerciales demuestran una falta de compromiso con la limpieza.
Fotografía: Diario Concepción
Manuel Ignacio Rosales
Estudiante de Periodismo UdeC
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