Los e-sports y los deportes tradicionales 

Cuando se piensa en deportes vienen a la cabeza rápidamente imágenes de actividades al aire libre o como mínimo que demanden algún tipo de esfuerzo físico, pues el concepto, al menos el presente en los imaginarios colectivos, es el de disciplinas que exigen de habilidades motoras capaces de entrar en competencia con las de otro individuo producto del entrenamiento. 

También, la RAE define la palabra como una actividad física ejercida en forma de juego o competición cuya puesta en práctica supone de entrenamiento y normalmente sujeto a normas. Por otro lado, lo anterior contradice principalmente con la definición de algunos deportes, por ejemplo el ajedrez o la Fórmula 1, pues no serían considerados en el espectro de “actividad física”. 

Sin embargo, otras definiciones definen al deporte como un modo profesional de un juego, con reglas establecidas, además más serio y competitivo. Bajo lo anterior, se puede concluir que una disciplina obtiene la clasificación de deportiva en cuanto se profesionaliza y se crea un espectro de competencia donde se medirá la habilidad del participante con respecto de otro con las mismas condiciones, con la salvedad de la RAE que apunta necesario involucrar actividad física.

La más reciente final del mundial de League of Legends contó con cerca de cuatro millones de espectadores en simultaneo.

Grandes clubes mundiales como el Barcelona o el Paris Saint Germain llevan tiempo compitiendo en sus ramas de deportes electrónicos, brindando la misma seriedad con la que se abordan las competiciones deportivas tradicionales. Así mismo pasa con los equipos nacionales que cuentan con su división gamer, pues los clásicos universitarios se viven también en League of Legends y en otros títulos. Esto porque la liga cuenta con la participación de Cruzados y Azules e-sports, los representantes de las mayores casas de estudios en el país. 

La participación de equipos tradicionales y conocidos por la población hacia los deportes electrónicos dotan de familiaridad a las disciplinas, siendo un paso adelante para su masificación, así como también la creación en 2019 de la organización E-sports Chile, miembro de la International Esports Federation. Aunque reciente, contar con instituciones que representen al país permite un gran desarrollo amparando a jugadores y clubes, apuntando con esto, una vez más, a la profesionalización. 

Por todo lo anterior, no es arriesgado señalar que las actividades vinculadas al trabajo profesional están cada vez más cerca de equipararse entre deportes tradicionales y electrónicos rompiendo con esto la tradición de disciplinas necesariamente como un despliegue físico sino de habilidad.

Fotografía: ESL.

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