La música vuelve a ser apuntada como responsable de los casos de violencia en recintos estudiantiles, esto a tal punto que un grupo de parlamentarios buscará hacer ley un proyecto que prohibiría el género urbano en los colegios y liceos de Chile. La medida tiene especial énfasis en censurar las letras que puedan incentivar el uso de armas y el consumo de drogas a modo de solución a los problemas de convivencia en las aulas. 

No es secreto que la música popular que suena en el país es la del género urbano, misma que de la mano de sus ritmos mayormente bailables y pegajosos han logrado conquistar los rankings en las listas de los más escuchados, incluso en el mundo. Si bien esto lleva siendo así en los últimos años, la novedad es que en el presente la mayor parte de los artistas que se consumen en Chile son de origen nacional, volviéndolo todo un movimiento cultural y dando pie a una escena musical chilena que es difícil de ignorar.

¿Es un problema que esto llegue a las aulas? A ojos de los parlamentarios de Renovación Nacional, sí, pues lo apuntan como uno de los responsables ante el aumento de la violencia en los establecimientos educacionales palpable desde la vuelta a las actividades presenciales. La intención es alejar el incentivo lo más posible de los estudiantes con la esperanza de así reducir los problemas de convivencia que hasta ahora han sido tendencia en los medios nacionales. 

En una conversación con el profesor de matemáticas del Liceo Técnico Femenino de Concepción, Rodrigo Cayún, señaló que en la práctica es una medida imposible de implementar o al menos de fiscalizar, pues en los tiempos que corren el acceso a la multimedia, en este caso la música, es realmente sencillo para la totalidad del alumnado “prohibir el arte resulta un despropósito”, declaró. 

“Hoy en día se busca librar de responsabilidad a los responsables, en mi época se prohibían ciertos juegos por ser catalogados violentos y hace rato el k-pop corrió con la misma suerte”, afirmó Rodrigo, que destaca que uno de los culpables de los estallidos de violencia en los colegios es el encierro provocado por la pandemia, pues anterior a esto, los alumnos pasaban tanto tiempo en su liceo como en su casa y hoy retomar las dinámicas sociales puede propiciar la fricción entre estudiantes que en otro contexto, fuera de clases, no tendrían contacto. 

Sin embargo, como se mencionó anteriormente, el movimiento urbano en Chile resulta uno cultural que refleja la realidad de buena parte de los jóvenes, según Cayún: “muchas de las chicas ven su vida por primera vez reflejada en la música con estas canciones, hablan de lo que ven todos los días”, es por esto que también señala que al momento de prohibirse en los colegios es inevitable que incluso en el trayecto hasta el mismo será escuchando a estos artistas y mucho más en su propia casa. 

El psicólogo Felipe Coronado señala que “si bien el colegio tiene que ser un entorno educativo, también debe haber momentos de recreo para ellos, y si disfrutan sus recreos escuchando esa música, está correcto, es su escape de la rutina”, con esto se considera un factor hasta ahora no mencionado, la recreación de los estudiantes además de señalar a las artes musicales como una forma de entretenimiento. 

Felipe además apunta a lo incorrecto que puede ser para la formación de estudiantes de distintas edades asistir a un establecimiento en el que se priven sus gustos personales y se tachen como incorrectos “prohibir cualquier cosa a los adolescentes nunca es provechoso, pues siempre encontraran la manera de acceder a ello”, finalizó. 

Ante todos los puntos expuestos puede llegar a pasar por alto uno de los actores principales en el desarrollo de esta situación, es el caso de la opinión de los estudiantes afectados, que en su mayoría rechazan este tipo de medidas alegando que la medida resulta una total falta hacia ellos. 

Desde el emblemático Liceo Abate Molina de Talca los estudiantes alegan falta de conciencia en el proyecto de ley: “estarían prohibiendo la libre expresión y todas las personas tienen ese derecho, ya sea género, sexualidad, religión u otras cosas”, afirman. “Me parece ilógico que se crea que la música afecta tan fuertemente en el comportamiento de los adolescentes, es censura. Esas cosas dependen de la crianza”, declararon los jóvenes.

Es así como el proyecto presentado por parlamentarios pertenecientes a Renovación Nacional buscará avanzar en su camino para convertirse en ley con la esperanza de evitar más incidentes como los vistos en el último año en los colegios y liceos de Chile. 

Fotografía: Agencia Aton y Andina Difusión.