Apuestas y fútbol: una industria beneficiada por la pandemia

Las casas de apuestas digitales tuvieron un explosivo aumento de usuarios durante la pandemia de Covid-19, esto gracias al cierre momentáneo de los casinos tradicionales y los contratos firmados con casi todos los equipos profesionales del fútbol chileno.

Los números detrás de la industria de las apuestas y casinos online se han acrecentado significativamente durante los últimos años. Es uno de los negocios más rentables y de rápido crecimiento, y se espera que se siga expandiendo aún más. Ante esto, prácticas como las apuestas deportivas pueden llegar a ser vistas como una “inversión”, en un mercado que gradualmente acapara más participantes.

Primeros antecedentes

Mientras que la pandemia de Covid-19 obligaba a los grandes casinos a cerrar sus puertas hasta nuevo aviso, los sitios de apuestas digitales se convirtieron en el nuevo hogar para ludópatas y aficionados. Empresas como Coolbet o Chile Bet se han ubicado como los ganadores frente al público, auspiciando grandes eventos deportivos e invirtiendo millones de pesos en publicidad.

A pesar de la proliferación de las apuestas digitales, en donde grandes cantidades de dinero pueden perderse a través de unos pocos clics, éstas prácticas funcionan al margen de la ley en nuestro país. Sebastián Benítez, abogado e hincha acérrimo del equipo futbolístico Arturo Fernández Vial, cuenta que hace menos de un año la empresa Chile Bet optó por auspiciar a la cuadrilla aurinegra, entre varios otros equipos del Campeonato Primera B.

Al ser consultado al respecto, el letrado afirmó que está consciente de la ilegalidad de estas empresas, sin embargo, dice que estos sitios han impulsado a varios equipos de fútbol pequeños que no contaban con recursos, y a la vez siente que se ha “reavivado” la pasión de muchos hinchas, quienes ahora tienen una razón más para emocionarse cuando su dinero está en juego.

“Hace poco me enteré que el equipo femenil será auspiciado por Alegrebet”, menciona Benítez, “esa no la conocía, debe ser nueva”, finaliza. Tal como el abogado supone, esta empresa es relativamente reciente y pertenece al conglomerado West End Gaming, quienes también cerraron un importante contrato con el Club Deportivo Palestino a principios de 2022.

Apuestas y salud mental

“Es tiempo que el Gobierno se haga cargo e identifique este problema”, menciona Ruth Parra, psicóloga de Chillán, quien ha tenido que lidiar con casos de ludopatía, principalmente potenciados por el reciente casino inaugurado en esa ciudad. “Antes de su apertura no me había tocado ver ningún caso, pero una vez que se instaló, fue cosa de meses para que empezaran a llegar personas con problemas”, indica la profesional.

Parra dice que con la pandemia de Covid-19 se esperaba un cese en este tipo de casos, sin embargo, las personas ludópatas siempre buscan alguna forma de saciar su necesidad, momento en el que las casas de apuestas empezaron a crecer en popularidad. Ante esto, nuevos individuos con esta enfermedad han aparecido gradualmente, todos ellos con familias detrás, quienes esperan detener el derroche de dinero que provocan sus conocidos, víctimas de un sistema sin regulación.

“Me tocó, incluso, atender a menores de edad con este problema”, finaliza la psicóloga. El crecimiento de las casas de apuestas digitales ha afectado a jóvenes y adultos, generalmente hombres. Empresas como Coolbet o Betano han inaugurado recientemente sus aplicaciones móviles, para que los usuarios puedan apostar en cualquier parte, mientras tengan acceso a internet.

Creando ludópatas

Nicolás Núñez, ingeniero informático, afirma que trabajó en el desarrollo de una aplicación de apuestas durante el 2021. “Yo y otros informáticos fuimos contratados por una empresa mediadora”, indica el profesional, “no se nos dijo el nombre de la casa de apuestas, sólo que desarrollaramos un prototipo de un modelo de casino digital”, agrega.

Según cuenta Nuñez, en el desarrollo de este tipo de aplicaciones, donde se requiera una carga monetaria de los usuarios, el cliente generalmente exige que las opciones para abonar dinero sean las más claras e intuitivas: con una alta variedad de formas de pago, la opción de convertir el peso a una moneda extranjera e incluso ofrecer a los apostadores promociones por agregar saldo a sus “billeteras digitales”.

Los jóvenes chilenos viven actualmente en una sociedad que, si bien no ha legalizado las casas de apuestas digitales, estas son normalizadas por la población e incluso publicitadas. Estas empresas aparecen regularmente anunciando sus páginas en televisión, radio, incluso en letreros a lo largo de las ciudades. Ya no existen actualmente duelos futbolísticos que no cuenten con alguna representación de un casino online.

Torneos de póker, por ejemplo, cuentan en la actualidad con transmisiones en vivo, junto a comentarios de expertos y ángulos de cámara cinemáticos. Asimismo, existen personas que se dedican a predecir los resultados de los partidos de fútbol, en base a desempeños anteriores o simplemente suerte. Estos individuos, conocidos como tipsters, usan su conocimiento deportivo e influencia en redes sociales para acumular seguidores en base a éxitos monetarios.

Dada la prevalencia y visibilidad que los medios le otorgan a los casinos digitales, no es una sorpresa que muchos jóvenes sean atraídos por la gratificación instantánea que provoca ganar dinero con suerte. Entre las principales razones por las que apuestan es la diversión, adrenalina y la posibilidad de ganar grandes premios monetarios. Otras razones atribuidas a este fenómeno pueden ser, entre otros casos, liberar estrés, aburrimiento y depresión.

Mientras no exista regulación sobre las prácticas negativas de las casas de apuestas, como definir topes de dinero a los usuarios o implementar avisos sobre cuánto tiempo y dinero se ha gastado, los menores de edad seguirán accediendo a éstas a través de sus computadores o teléfonos, todos de manera anónima, pues los sitios no exigen una fotografía de la cédula de identidad, por ejemplo.

Víctimas silenciosas

Gabriel Erazo, músico proveniente de Santiago, dice que pasó momentos difíciles junto a su familia gracias a sitios como Coolbet o Betano. “Empecé apostando a Universidad Católica, el equipo que sigo junto a mi padre hace años”, comienza contando su experiencia, “a veces ganaba y a veces perdía, pero luego me di cuenta que podía hacer combinadas y ganar aún más”, relata Erazo.

Las “combinadas” que menciona el músico, son una serie de apuestas deportivas que un usuario puede agrupar. De esta forma, al ser todas correctas, el apostador ganará un premio mayor en base a cuántas logró acertar y qué tan improbables fueron sus predicciones. “Hubo veces que gané harto”, continúa Erazo, “más de 400 mil pesos en un día, con una buena combinación, pero generalmente todo ese dinero iba de vuelta a las apuestas, era un ciclo”, finaliza.

El Club Deportivo Universidad Católica es uno de los 15 equipos, de 16, que hoy son auspiciados por alguna casa de apuestas en el Campeonato de Primera División de Chile. El expresidente Sebastián Piñera, cerca del fin de su periodo, ingresó un proyecto al Congreso que busca regular y fiscalizar los casinos digitales. Por otro lado, parlamentarios de la UDI ingresaron otra propuesta, la cual busca acabar definitivamente con estas empresas y sus estrategias de publicidad, eliminándolas de las camisetas de los equipos que participan en los torneos de fútbol chilenos.

Al ser consultado sobre las páginas web de apuestas, Sergio Rojas, quien forma parte de la administración del Casino Marina del Sol de Concepción, menciona que efectivamente se vio una disminución en el público que asiste a las zonas de juego después de la pandemia. “Entiendo porque puede pasar, si sólo te gusta apostar, no hay necesidad de ir a un casino si lo puedes hacer desde tu casa”, dice Rojas, “afortunadamente, los casinos ofrecen hoy en día muchas otras opciones de entretención, por lo que nuestros otros departamentos no se vieron afectados”, agrega.

Es importante señalar que, según expertos, las apuestas digitales pueden llegar a ser incluso más adictivas que cualquier otro tipo de juego, esto gracias a las características en su estructura: accesibilidad, inmediatez y facilidad al apostar. Sin duda el internet ha alterado el paisaje de las apuestas para siempre, más aún si no se deben regular bajo ninguna ley o simplemente funcionar al márgen de ésta.

Las redes sociales, por ejemplo, se encuentran repletas de publicidad sobre apuestas digitales, ofrecen promociones y facilidades, incluso apuestas libres de riesgo para los usuarios nuevos. A través de hipervínculos, el usuario es redireccionado a páginas llamativas, pero que no advierten ninguno de los efectos adversos que puedan provocar a las personas.