La deuda histórica: un desenlace lejos de la dignidad

Luego de más de 30 años de espera los profesores y profesoras víctimas del no pago de sus salarios completos en los años 80 podrían recibir sus asignaciones faltantes. Más de 70 mil docentes en todo el país serían parte de esta propuesta del Gobierno para indemnizar a los antiguos educadores afectados.

La deuda histórica recibe su nombre tras ser aplazada su liquidación por más de tres décadas. Esto surge producto de la municipalización de la educación en 1981 durante la dictadura militar y por el incumplimiento de la Ley N° 3 551 que definía el reajuste del sueldo base del sector público del país. El período de tiempo en que no se realizó el 100 % de los pagos es entre el año 1981 y el 1987.

Actualmente, son 84 002 docentes que poseen el adeudo por parte del Estado y se incluyen los jubilados, retirados y fallecidos. No obstante, más de un 12 % de las personas perjudicadas no podrán recibir su remuneración debido a su muerte.

La docente, Adela Huerta, parte de las víctimas de la deuda histórica destacó que “al comenzar a ser empleados municipales teníamos el derecho de recibir nuestras asignaciones completas. La presión durante los años de Pinochet nos causó miedo para reclamar nuestro dinero y quizás ese fue nuestro error”, añadió.

Una situación que se aleja de la dignidad por completo, ya que sobrepasar los derechos de los docentes de esta manera es irreparable. Sin duda, la responsabilidad no es de los docentes por no reclamar, más bien el Estado de Chile es quién debió hacerse cargo durante todos estos años.

Más de mil profesores han fallecido esperando el pago del perjuicio salarial.
Fotografía La Tercera.

Con el pasar de los años el sistema no entregó buenos resultados y en el año 2016 comenzó el proceso de desmunicipalización de la educación producto de la mala administración de los recursos. En gran parte de las comunas del país los establecimientos educativos fueron responsabilidad de las corporaciones municipales de las cuales hoy en día sólo quedan demandas y malas experiencias.

Los y las docentes son un pilar fundamental para el desarrollo cultural y a su vez es una de las ocupaciones menos reconocidas en todo el país. La deuda histórica da cuenta de la vulneración de los derechos que han sufrido los profesores en Chile con la actual legislación y además expone la necesidad de realizar un cambio profundo en el sistema educativo nacional.

La propuesta del Gobierno

En el año 2017 el Ministerio de Educación publicó la nómina de los y las docentes que forman parte de la deuda histórica. Esta lista luego de cinco años se hará efectiva a partir de la propuesta del actual Gobierno, quién asegura que el Estado devolverá todos los fondos.

Actualmente, las víctimas pueden revisar si son parte del grupo que será remunerado con el proyecto de ley. En el sitio web registrodocentestraspasados.mineduc.cl deben ingresar su RUT y así los educadores podrán verificar si figuran en la lista entregada.

A pesar de la gran cantidad de querellas y demandas realizadas en las últimas décadas aún no se hace efectivo el pago de los dineros. Se espera que el proyecto de ley de reparación que presentará el Gobierno le ponga fin al perjuicio salarial que sufrieron miles de docentes en los años 80.

El Colegio de Profesores ha sido parte de todo el proceso para presentar el proyecto de ley.
Fotografía Colegio de Profesores.

Los montos de la deuda histórica en algunos casos alcanzan los 90 millones de pesos, una suma inconcebible para la realidad económica del país. Por ello, el compromiso de las autoridades es grande y de ser efectivo sería un hito importante para los trabajadores de la educación en Chile.

La delegada presidencial, Marta Pizarro, profesora de historia relató que “el retorno de los y las docentes al sector público trajo diversas complicaciones, pero en definitiva acabó con gran parte de la corrupción de la educación chilena. Nuestro Gobierno se ha propuesto devolver estos dineros a quiénes forman parte del listado presentado en 2017 y será un desafío importante”, agregó.

El avance que ha tenido el Ministerio de Educación con respecto a la deuda es esperanzador para quiénes llevan más de tres décadas esperando su dinero. Cerrar esta cicatriz que dejó la dictadura militar será uno de los objetivos principales del Gobierno de Gabriel Boric.

Una mirada histórica de la deuda

La migración hacia los municipios fue perjudicial para los y las docentes en más de un sentido. Este cambio en la legislación causó que los trabajadores de la educación ya no pertenecieran al sector público y por lo tanto perdieron todos los beneficios que otorga esta posición laboral por más de 30 años.

Como resultado de la municipalización de la educación los docentes de la época debieron ser finiquitados al cambiar de empleador. Dicho finiquito nunca llegó y actualmente existe la deuda histórica, no obstante, en la primera década del siglo XXI se hicieron reclamos por parte de los profesores, quiénes no fueron escuchados hasta ahora.

Las transformaciones que se generaron durante la dictadura sin duda marcaron a la sociedad chilena. Cuando el miedo y la falta de valentía son presentes no se puede enseñar de buena manera producto del contexto, porque un ambiente sano siempre es necesario para la formación de los y las jóvenes del país.

La licenciada en historia, Constanza Poblete, experta en temas de dictadura comentó que “durante un período político donde reina la desinformación es inconcebible mejorar la sociedad. Transformar la educación fue uno de los principales motivos de la pérdida de la memoria chilena”.

Educar en dictadura fue un gran desafío para los profesores de la época y además contar con una deuda que se extiende por tantos años no optimizó el rendimiento de estos. Por ello, la historiadora Constanza Poblete concluyó que “fue una estrategia política de parte de Pinochet para debilitar la red popular que se generaba en los establecimientos educacionales”.

Atacar a la formación de un país es debilitar la base cultural de este y a su vez compromete un gran riesgo en el capital cultural de la población. Todo parte en la educación y perjudicar los procesos fue una de las más grandes heridas que dejó el período militar en Chile.

La educación histórica en dictadura fue sumamente censurada por los militares.
Fotografía Repository.

“Trabajar educando a los jóvenes y niños durante los años 80 fue el mayor desafío que tuve en mi carrera de profesor. Omitir temas contingentes generó que en muchos casos se perdiera el sentido crítico de los estudiantes y eso se ve reflejado ahora con el miedo de las personas para cambiar este país”.

Carlos Gaete, profesor con más de 40 años de experiencia.

Siempre es importante revisar la historia para comprender las causas de los problemas. La deuda proviene de un período político complejo para el país y que durante muchos años fue omitido por la población. En la actualidad los docentes siguen reclamando su dinero y al parecer esta vez será realmente devuelto.

El desenlace de la educación municipal

En el año 2016 comenzó el proceso que pondría fin al sistema de administración educativa que se heredó de la dictadura militar. Con la desmunicipalización los y las docentes volvieron a ser empleados públicos y las corporaciones fueron reemplazadas por el Servicio Local de la Educación Pública (SLEP).

Sin embargo, este cambio de empleador volvió a generar complicaciones económicas para los educadores en ciertas comunas del país. Producto de la mala administración de los recursos destinados se generó un endeudamiento irreversible en algunas corporaciones educativas.

En la ciudad de San Fernando a finales de 2016 y gran parte de 2017 se evidenció una situación sumamente irregular y alejada de la dignidad para los docentes. Producto del retorno de los trabajadores al sector público la corporación municipal tuvo que responder por todos los fondos faltantes que se acumularon por años. Como resultado el empleador realizaba los pagos a los profesores en porcentajes durante el mes.

Esta situación se extendió por más de 9 meses lo que generó una movilización histórica en la región. Los trabajadores de la educación se paralizaron prácticamente todo el año 2017 con el objetivo de recibir su dinero de manera regular. Durante este período de tiempo los salarios eran entregados por partes, primero un 20 % del sueldo, luego otro 30 % y así hasta completar el total.

“El municipio de San Fernando gastaba los recursos destinados a la educación en cancelar deudas internas producto de las irregularidades que dejó el alcalde anterior. Tuvimos que luchar exhaustivamente para conseguir nuestro salario de manera digna”.

Patricia Celsi, presidenta del sindicato Escuelas Rurales de San Fernando.

Sin duda, el sistema municipal dejó graves consecuencias en la educación chilena especialmente para los profesores. Luego de la resolución del caso de la comuna de la región de O’Higgins se persiguió a los dirigentes sindicales de la zona. Esto al punto de llevar el caso a los tribunales para lograr responsabilizar al municipio de este incumplimiento de las leyes. Actualmente, la investigación mantiene en prisión a gran parte de los responsables que figuran en la malversación de fondos, entre ellos, el anterior alcalde Luis Berwart quién cumple condena en la cárcel de Santa Cruz.

Sin embargo, el juicio aún no ha concluido y muchos de los responsables siguen en libertad e incluso ocupando cargos públicos en la comuna. Esto refleja la falta de efectividad en la justicia chilena y que la vulneración de los derechos es una realidad que todavía ocurre en el país.

Durante el año 2017 se realizó la marcha más grande de la historia de San Fernando en apoyo a los docentes.
Fotografía El Tipógrafo.

Como resultado del mal uso de los recursos la educación chilena se precarizó significativamente, ya que al no llegar los dineros a las escuelas se dificultaba contar con los materiales y herramientas necesarias para un buen desarrollo.

La deuda histórica es una de las muchas consecuencias que dejó la dictadura militar en la sociedad. Si no se posee conciencia del valor que tienen los profesores en el país es sumamente complejo avanzar en un desarrollo cultural. Por ende, es primordial colocar en la mesa de discusión la necesidad de un cambio integral en el sistema educativo de Chile y enfatizar en la importancia que tienen los y las docentes.

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