Este título poco después de ser publicado se transformó en un clásico de la literatura inglesa, incluso con el pasar del tiempo no baja su fama ni importancia.

La escritora inglesa Jane Austen es considerada una precursora del movimiento feminista y se vio directamente afectada por la discriminación hacia las mujeres, pues cuando decidió ser escritora tuvo muchas complicaciones por el machismo de la época, fue persistente y con la ayuda de su padre y hermano logró hacer su carrera. Sin embargo, la autora no recibió el reconocimiento merecido en vida, se estableció y ganó su popularidad a partir de 1869, pero falleció en 1817.

La obra maestra de Austin Orgullo y prejuicio a lo largo de las páginas critica duramente las convenciones sociales, el abismo entre clases y la ley de propiedad, que en ese entonces era solo por linaje masculino, razón por la que las mujeres de la época se debían limitar a la casa y a regir la familia, mientras que los hombres dominaban los espacios públicos y finanzas.

El escrito destaca a Elizabeth Bennet interesantemente, pues para la aristocracia no era alguien talentosa. Una joven para ser consideradas una buena opción tenía que tener un buen estatus social, belleza y carisma, junto con conocimientos como idiomas, canto o saber utilizar instrumentos; pero es ella misma quien niega tener varias de esas habilidades y aun así destaca entre las personas.

La protagonista es valiente y rompe con los esquemas, por ejemplo, asume sin dramatismo la amenaza de la soltería, en un contexto donde existía un gran estigma al respecto; no es que estuviese en contra del matrimonio, sino que detestaba los valores que motivaban a la gente a casarse como la conveniencia, por lo que decide solo casarse por amor.

Lo que realmente marca esta inmortalidad en la literatura para Austen es su protagonista, pues ninguno de sus otros personajes sobreviviría tan bien en el siglo XXI como lo hace Elizabeth Bennet, quien rechaza a pretendientes indeseables, es valiente usando una lengua afilada con la aristocracia y demuestra su independencia eliminando estereotipos de género, todo esto hace que permanezca en el lector más allá del papel pasando por siempre a nuestra memoria.