Explorando el universo desde territorio nacional

Chile tiene uno de los cielos más privilegiados del planeta, es por eso que gran parte del desarrollo astronómico se realiza en el país.

Los mejores astrónomos del mundo llegan hasta el norte grande del país para poder observar más allá de lo que pueden ver los ojos humanos. El territorio nortino chileno, destacado por las condiciones climáticas y geográficas, además de la casi inexistente contaminación lumínica, hacen que sea el lugar perfecto para tener diversos observatorios astronómicos, como lo es ALMA, siendo hasta el momento el mayor proyecto de estudio estelar en el mundo.

Actualmente, en Chile existen ocho escuelas de astronomía y variados posgrados, a los que llegan múltiples personas interesadas en esta área desde cualquier rincón del mundo. Debido a esto, se ha fomentado de manera exponencial el crecimiento investigativo de la ciencia estelar. El área gubernamental han visto con buenos ojos el crecimiento que ha tenido esta línea de investigación, por lo que en el año 2018 se implementó el Ministerio de Ciencias, Tecnologías, Conocimiento e Innovación, entregando incentivos educacionales y monetarios a través de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).

Chile posee el 40 % de la observación astronómica del mundo. Fotografía: clsemanal.com.

Fondos ANID

La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), tiene en mira el crecimiento exponencial de la astronomía, siendo de gran impacto tanto para el país como para el mundo, es por eso que existen diversos fondos para fomentar el estudio de esta área en sus diferentes magnitudes. Actualmente, existen tres financiamientos específicos para las investigaciones relacionadas con el universo.

Fondo ALMA para el Desarrollo de la Astronomía Chilena: consiste en apoyar la contratación de personal técnico y profesionales, necesarios para fortalecer el desarrollo de la astronomía chilena en universidades y centros de investigación. Está pensado para iniciativas en las cuales resulta más complejo encontrar fuentes de financiamiento, como programas de estudios de postgrado o proyectos de divulgación de la ciencia.

Fondo QUIMAL para el Desarrollo de Instrumentación y Tecnologías para la Astronomía Nacional: Teniendo en cuenta las grandes infraestructuras que existen en el norte del país, es fundamental desarrollar instrumentos y tecnología para operar los observatorios de manera idónea, este fondo busca financiar el desarrollo de estos a través de especialistas trabajando en universidades y centros de investigaciones nacionales; así como el desarrollo de tecnologías afines al quehacer astronómico, tanto para la investigación de frontera, como para los procesos de transferencia tecnológica de punta.

Fondo GEMINI para el Desarrollo de la Astronomía y Ciencias Afines: Tiene como objetivo subvencionar investigaciones, divulgación, docencia y formación de recursos humanos, desde lo teórico hasta lo observacional. Junto con esto, está enfocado en entregar recursos a proyectos, que por diferentes motivos, se les dificulta recibir otro tipo de financiamiento.

Chiara Mazzucchielli, es una astrónoma italiana que decidió migrar a Chile debido a su elevado desarrollo científico, considerado por ella el sitio ideal para trabajar esta disciplina. “Chile para todos los astrónomos, de cualquier sitio, es como un sueño. Es donde están los telescopios más grandes, donde están los cielos más bonitos, así que desde pequeña leía y revisaba los libros en donde se mencionaban a observadores de Chile, quedándose en un rincón de mi cabeza. Yo hice mi doctorado en astronomía en la Universidad de Heidelberg, Alemania, y debido a esto viajaba mucho a Chile para observar, así que después de mi doctorado mande la propuesta para ser parte de la ESO en el 2018, terminando en julio del mismo año en el Núcleo de Astronomía de la Universidad Diego Portales”.

Junto con los métodos de apoyo, anteriormente mencionados, ANID financia las iniciativas de investigación apodados Núcleos Milenio, los cuales se encuentran conformados por un grupo de investigadores, siendo de tres a diez integrantes, ligados a una o más universidades o centros de investigación. Ellos se asocian para abordar preguntas complejas, que se encuentran en la frontera del conocimiento de sus respectivas disciplinas.

Cada propuesta científica que resulte adjudicada, obtendrá una subvención de aproximadamente 860 mil dólares para Ciencias Naturales y Exactas, correspondientes al monto máximo a financiar en el período de tres años del proyecto y que estará sujeto a disponibilidad presupuestaria de ANID. Actualmente, la agencia tiene veintidós de estas iniciativas en marcha, de las cuales cuatro son de astronomía, que a pesar de ser de una misma temática general, abordan distintas aristas.

Actualmente, nuestro país cuenta con un gasto en ciencia y tecnología de un 0,36% de su Producto Interno Bruto (PIB) es decir, 1.133 millones de dólares. Fotografía: nvdes.com.

Núcleo Milenio de Formación Planetaria (NPF): como lo dice su nombre, pretende estudiar la formación planetaria mediante observaciones de alta sensibilidad y resolución, además de realizar modelaciones a través de simulaciones que combinan hidrodinámica, dinámica, entre otras áreas científicas. Junto con esto, busca participar del diseño y construcción de espejos de calidad para observaciones astronómicas en el infrarrojo medio.

Núcleo Milenio en Tecnología e Investigación Transversal para Explorar Agujeros Negros (TITANS): en primer lugar y como se explicita en su título, se dedican al análisis de la formación de agujeros negros supermasivos, los cuales poseen una masa millonariamente superior al sol. En segundo lugar, estudian el crecimiento de estos fenómenos astronómicos, con la finalidad de recopilar imágenes de los alrededores del horizonte de estos eventos. Por último, investigan nuevas tecnologías para mejorar la comunicación satelital.

Núcleo Milenio sobre exoplanetas jóvenes y sus lunas (YEMS): aborda la dicotomía en la formación de planetas gigantes de corta edad, para lo que a cuerpos celestes se refiere, mediante el desarrollo de un nuevo método de detección implementado por ellos. Los objetos astronómicos en estudio juegan un papel dominante en la arquitectura de los sistemas planetarios, ya que contienen la mayor parte de la masa y el momento angular. Las respuestas a estas preguntas requieren conocimiento de dónde y cuándo se forman los exoplanetas.

Núcleo Milenio de Evolución Reconstruida del medio intereStelar (ERIS): pretende revisar y ver como se desarrolló la evolución de galaxias, como la Vía Láctea, utilizando árboles filogenéticos. Dado que este tipo de esquemas en forma de ramificaciones son estructuras matemáticas y grafos, implica la colaboración interdisciplinaria entre astrónomos, biólogos y matemáticos.

Todas y todos bienvenidos

El Núcleo Milenio ERIS, es encabezado por la destacada astrónoma chilena Paula Jofré. El quipo de científicos se encuentra conformado por la codirectora Patricia Tissera y por los Investigadores Principales (IP) del grupo Evelyn Jhonston y Álvaro Rojas. El desarrollo de esta investigación no solo se encuentra a cargo de estos cuatro astrónomos con destacada trayectoria, sino un sin fin de colaboradores, socios, estudiantes e investigadores, que a través de diferentes especialidades académicas se agrupan en los principios de una misma carrera, la astronomía. 

Paula Jofré es una astrofísica chilena, quien fue destacada por la revista TIME como una de las personas más influyentes de 2019. Fotografía: fosilesdelcosmos.cl.

Danielle de Brito Silva, alumna brasileña que forma parte del Núcleo Milenio, estudia en su teoría doctoral el pasado estelar. “Estoy trabajando activamente en el proyecto ERIS, puesto que uno de los principales objetivos de mi investigación sobre estrellas antiguas, es crear un árbol filogenético para reconstruir la historia de ensamblaje antiguo de la Galaxia”.

 “Lo emocionante de este proyecto es que cuando usamos galaxias simuladas, tenemos acceso a toda la historia de las partículas estelares, por lo tanto, podemos saber cómo se pueden identificar las estrellas acretadas en árboles filogenéticos. Esto es muy útil cuando se trata de develar el halo galáctico, ya que es un entorno muy diverso con estrellas de distintas galaxias progenitoras” comenta De Brito. 

Sara Vitali, es integrante de la agrupación astronómica, empezó con un bachillerato en física en su natal Italia y actualmente se encuentran terminando su doctorado en Chile. “Mi proyecto de tesis se centrará en el estudio de la estructura y evolución de la Vía Láctea y sus satélites. En particular, centraré mi trabajo en la galaxia enana llamada Sagitario. Planeo investigar su historia química y de formación estelar utilizando la información de las estrellas para reconstruir su evolución desde una perspectiva de fusiones galácticas, que se complementan con la búsqueda de los árboles filogenéticos”. 

Dentro del equipo también se encuentra Kacper Mielniczuk, quien es estudiante de la Universidad de Surrey en el Reino Unido y actualmente se encuentra en su año de investigación de maestría en ERIS: “durante mi tiempo en el Núcleo, estoy aprendiendo sobre el uso de estrellas para entender la estructura y evolución de la Vía Láctea, trabajando dentro del grupo de Arqueología Galáctica”.

Los talentos nacionales también son parte del Núcleo Milenio, Jenny González, oriunda de La Unión, en este momento está realizando su doctorado en conjunto al grupo de ERIS, comentando que: “actualmente, me encuentro estudiando el componente más externo de galaxias simuladas con el fin de colaborar en la interpretación física de los árboles filogenéticos. Estoy muy feliz porque mi grupo de trabajo está compuesto en su mayoría por mujeres. Hace un par de meses la doctora Patricia Tissera, me comentó sobre este proyecto interdisciplinario que combina principalmente biología y astronomía”.

A través de diferentes investigaciones, se puede vincular la astronomía con la física, biología, química e incluso la arqueología. Sin importar la nacionalidad, el área específica de investigación o el grado académico, nadie queda fuera, todo conocimiento es bienvenido. Hay que seguir fortaleciendo y difundiendo las investigaciones para posicionar al país como un territorio que prioriza esta ciencia, aunque a veces parezca ajena, tiene importantes contribuciones a la sociedad, mostrando desde donde venimos y hasta donde podemos llegar.

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