Es muy común ver que en distintos puntos ofrecen pomadas y gotas de extracto de cannabis para los dolores, trastornos de ansiedad y del sueño, pero también es común escuchar que no todos les han hecho los efectos que prometen.

En julio de este año vi en Instagram que la empresa nacional Real CBD estaba regalando frascos de 15ml con aceite de CBD y que el cliente solo debía pagar el envío, lo que me causó curiosidad por probarlas, ya que además justo esa semana estaba teniendo más insomnio de lo normal tras varios días con cansancio acumulado y estrés. Así que decidí probarlas con muy poca fe. 

En las recomendaciones se indican cinco gotas debajo de la lengua media hora antes de acostarse para que comience a hacer efecto. Por mi parte, seguí todas las instrucciones y, para asegurarme, apagué las luces y dejé a un lado el celular. Cerré los ojos al igual que las noches anteriores en las que no podía dormir.

Pudo ser peor

La primera noche no sentí gran diferencia, me sentí más relajada pero igual me costó quedarme dormida. Debo admitir que la sensación de relajo y tranquilidad fue más física que mental, pensando en que las gotas también dicen servir para la ansiedad. No logré dormir de corrido y desperté un par de veces, pero sin duda se sintió diferente a las noches anteriores en las que despertaba y no podía volver a dormir. 

En la noche siguiente hice el mismo ritual pero esta vez me acosté sobre las tapas de la cama con el celular mientras esperaba los treinta minutos. El efecto fue diferente, a los pocos minutos sentí los párpados pesados y no podía sostener el celular porque a ratos se me tambaleaba, “voy a aprovechar de dormir, es ahora o nunca”, pensé, así que me metí bajo las tapas y logré dormir hasta la mañana siguiente.

En la tercera noche decidí no tomar las gotas porque quería probar. La verdad no sé si fue psicológico pero me costó dormir nuevamente, así que repetí la primera noche pero me quedé mirando el techo, me giraba de un lado a otro, cerré los ojos y nada servía para invocar a Morfeo. Finalmente tomé cinco gotas y a los pocos minutos después tuve una sensación de relajo hasta que finalmente dormí profundamente.

Insisto en que no sé si fue psicológico, puesto que durante esas tres noches tuve sensaciones diferentes. Quizás necesite probarlo por más tiempo para resultados significativos pero lamentablemente ese envase no me iba a durar tanto. Buena la estrategia comercial que está usando la marca al regalar sus muestras, en total no gasté más de tres mil quinientos pesos. Si esa es la estrategia, está funcionando porque pude dormir, al menos esas tres primeras noches, y ahora pediré más.

Por: Karolina Castillo