Ruta del plástico: ¿A dónde van las botellas que queremos reciclar?

Por más intención que haya por parte de los habitantes, no siempre se encargan de recolectar los puntos verdes que disponen para reciclar. ¿Qué más se puede hacer?

El plástico es uno de los elementos que más usos tiene en nuestra sociedad actual, ya sea como botellas, envases, bolsas, estanterías y diversos componentes de objetos más complejos como autos. Debido a lo anterior es menester decir que este derivado del petróleo es una de las bases del consumo mundial y al mismo tiempo también es el mayor contaminante del planeta.

Lo peligroso de esto es que, a diferencia de otros desechos, el plástico es mucho más difícil de degradar. De hecho, según la fundación Greenpeace, la producción de este material llegó en 2015 a las 380 millones de toneladas a nivel mundial mientras que cada año se producen 500 mil millones de botellas de plástico, las cuales podrían tardar 450 años en descomponerse si está a la intemperie, de lo contrario, el tiempo podría rondar los mil años.

 Según la lista elaborada por la fundación Australiana Minderoo, Chile está en el lugar número 24 de la lista de los productores de plástico con 924 mil toneladas, en comparación con las demás naciones. Además, Fundación Chile recopila otros datos como por ejemplo, que en Chile se consumen 990 mil toneladas de plástico y de ellas solo 83 mil se recicla, es decir, solo un 8,5 % del total.

 Es por lo anterior que se le da la importancia a incentivar el reciclaje como forma de reducir los desechos, sobre todo del plástico. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, en América Latina sólo se recicla el 5 % de toda la basura producida. Por ello es necesario que se apoye a la economía circular la cual ayuda a reducir los desechos que se producen debido a que muchos de estos tienden a tener un solo uso y permanecen toda una vida (y unas cuántas más) en el planeta.

Conciencia ambiental

 Esto, ha provocado que poco a poco va aumentando la conciencia ambiental que han generado distintas actividades a nivel mundial como la COP25, los diversos programas presidenciales con propuestas que abordan emergencias ambientales y las innumerables campañas gubernamentales a nivel mundial para educar e informar respecto a las urgencias del planeta, es que las personas también han tenido que adaptarse a legislaciones nacionales como la Ley 21.100 que prohíbe al comercio entregar o vender bolsas plásticas y las nuevas políticas respecto al uso de envases plásticos para delivery.

 Con esto, no solo se intenta generar conciencia para reducir la contaminación por este material sino también reducir basura y reconocer lo potencialmente dañino que es para el planeta. De esta forma, es que las personas se reúnen, por ejemplo, a limpiar residuos en zonas rodeadas por ríos y playas que, inevitablemente, se llenan de botellas plásticas por el consumo humano en estos lugares. Asimismo ocurre en plazas y parques de la ciudad que no necesariamente cuentan con basureros disponibles para depositar esta basura. 

 Por otro lado, las municipalidades a lo largo y ancho del país, predisponen puntos verdes para que las personas puedan dividir la basura según su categoría y esto también ha motivado a que poco a poco las personas puedan tener educación ambiental. Respecto a esto, la socióloga de la Universidad de Concepción, Maccarena Mardones, comenta que este es un fenómeno producido también por la presión social que se puede generar “por la necesidad de hacer bien las cosas y cumplir con lo que la sociedad va demandando”. De esta manera se podría explicar que cada vez hay un aumento en el interés por reciclar.

Hay más de 500 puntos verdes en la región del Biobío. Fuente: Diario Concepción.

Centros habitacionales

 Sin embargo, frente a la disposición que hay de parte tanto de la entidad gubernamental como de las personas naturales, cabe la duda sobre qué ocurre con los puntos que se ubican en los edificios y condominios, ya que más de alguna vez seguramente se ha visto un colapso en los llamados puntos de reciclaje puestos en los espacios de residencia y se ven montones de cajas de cartones, botellas de vidrios y plásticos que no se deberían botar por el ducto de la basura, según sea el caso. 

 Frente a esto, vecinos se muestran molestos y preocupados por el descuido que hay, ya que temen que no se cumpla la función. Vanessa Urquiza es residente del condominio Vista Laguna en Concepción y comenta que ha visto colapsados los box puestos en la comunidad y que “es bueno que la gente recicle pero deberían estar las condiciones para que las personas puedan seguir haciéndolo, para que el servicio esté como corresponde. Además, si se dan cuenta que están llenos, deberían regular porque se colapsan y nadie hace nada, es más fácil tirar las botellas por el ducto de la basura”. Por su parte, César Solis, conserje del lugar señala que son dos empresas las que van al edificio a retirar, “una se encarga de las botellas plásticas y otra de los vidrios”.

 De esta manera, se ve la preocupación por el retiro de los desechos plásticos, vidrios y cartones que las comunidades depositan ya que además no solo lo han visto en sus propias residencias, si no también, en las calles.

Las empresas también quieren

 Existen varias pymes dedicadas únicamente al reciclaje, entre ellas, se pueden ver algunas que se mueven principalmente en redes sociales y que se encargan de retirar residuos a domicilio. Por otro lado, también hay otras más grandes que tienen como clientes a entidades e instituciones más grandes, como es el caso de BioBío Recicla, quienes se encargan de retirar residuos en lugares entre los que se encuentran la clínica Sanatorio Alemán, Prosegur, Universidad de Concepción.

 Entre los servicios que ofrece esta empresa, está la gestión de residuos, orientación para ubicar puntos limpios, consultorías y cursos, los que han permitido una cantidad importante de recuperación de residuos en la región.

 Aún así, no hay que dejar atrás a las otras pequeñas y medianas empresas que incentivan el reciclaje a pesar de no estar centradas en la reutilización de los desechos. Una de ellas es el restobar La Cocina, ubicado en Paicaví  246.

 El local posee puntos de reciclaje cercanos a su entrada. Según explica su gerente de operaciones, Cristian Ovalle, “es algo que hicimos por el 2015 más o menos, es una autogestión con Cristalería Toro”, señala. Y agrega que “esto no es una política municipal, es Coaniquem o la ya mencionada vidrieria las que te ayudan con eso” afirmó. También habla sobre cómo se hace el retiro de las botellas de vidrio “cada dos veces a la semana se retiran de los puntos que tenemos acá en Paicavi, no hay días exactos de retiro” explicó.

En Chile se producen hasta 25 mil toneladas de desechos plásticos. Fuente: Diario Concepción.

 Cristian continua con que La Cocina lleva bastante tiempo con el reciclaje, sin embargo “no solo de botellas trata el reciclaje, ósea, un restorán tiene varios desechos” explicó, y sigue contando que hay otros desechos que reciclan “puedes hacer separación en origen con la basura orgánica, con plástico limpio, plástico sucio, separación de pila, colillas de cigarro, latas, es como uno parte no más”, puntualizó. 

 Además con respecto a una posible ayuda del Municipio, afirma que “esto fue una iniciativa de nosotros, la municipalidad no tiene políticas de este tipo, no tiene políticas de reciclaje ni de ayudar a deshacerse de los residuos en estos locales” apuntó. Lo anterior lo expresa de manera muy crítica al gobierno local, ya que “recién el año pasado, por un proyecto hecho con la Universidad de Concepción, la municipalidad aportó con un fondo y entregaron algunos sellos verdes a unos locales que cumplían con los requisitos, pero como política propiamente tal yo no veo que haya”, expresó.

 En cuanto a los otros residuos como la basura orgánica, el gerente de operaciones explica de qué forma se encargan de estos “tenemos una compostera en el parque Cerro Caracol, donde la hicimos en conjunto con el parque, la Junta de Vecinos Plaza Perú Diagonal y el gremio de locatarios” explicó. Respecto a cómo trasladan los desechos hasta allá, señala que “todos los miércoles nos retiran la basura orgánica, entre las 11 y 12 en la plaza Perú, lo cual también es una auto gestión”.

Por otro lado, Cristian cuenta sobre cómo estas iniciativas fueron llevadas a cabo por el gremio de comerciantes “somos un gremio de 40 locales que estamos en esta misma dinámica de hacer separación de origen, de tener responsabilidad con nuestra trazabilidad de desechos, hemos coincidido con los horarios también en salida de la basura, que antes salía cada cualquier hora, hoy día nos coordinamos con el camión” aseguró.

 A pesar de todo lo anterior mencionado, sigue la duda sobre cuál es el final de los residuos que se retiran, y esto es aún más complejo porque la trazabilidad de la cantidad de basura semanal que se retira es enorme. Por otro lado, no toda la basura o residuos terminan en un lugar desconocido. Así como hay empresas que se encargan de retirar, hay otras que reciben para ocupar estos plásticos como materia prima para sus productos. Una de estas es Plástica, una empresa familiar chilena que trabaja desde casa en Viña del Mar. Según señaló Constanza Álvarez, cofundadora de Plástica, para Factor de Cambio de Canal 13 septiembre de este año, ellas utilizan plástico de baja densidad, como bolsas y envoltorios, y lo que hacen es joyería a base de plástico procesado y reutilizado con implementos de plata. 

 Esto es otra muestra de lo que señala Maccarena, “veo los puntos verdes como espacio con distintas posibilidades de reunión que desencadenan la idea de progreso, al utilizar los puntos de manera efectiva la sensación que deja en la población ocupante es de que algo se está haciendo por ayudar al planeta y al progreso”.

El reciclaje en la región

En términos generales, esta región tiene el Programa Regional de Reciclaje, el cual se implementó en 2019, y que, según el jefe de Gabinete del seremi del Medio Ambiente del Biobío, José Ramírez, “permite trabajar de manera estrecha con los municipios de la región, generando vínculos y retroalimentación directa con ellos”. Además, agregó que “esto permite conocer los principales problemas y brechas al interior de sus sistemas de reciclaje locales”.

Cada persona utiliza un promedio de 51 kilos de plástico por año. Fuente: Diario Concepción.

Respecto al reciclaje en la región, agrega que “existe una tasa diaria de reciclaje que supera las veinte toneladas en promedio de los materiales que fomenta el programa, es decir, el plástico PET1, papeles y cartones, vidrio y latas” explicó. Junto con ello también agregó que “hay más de 500 puntos de reciclaje instalados en la región del Biobío y alrededor de 10.000 personas capacitadas y sensibilizadas en torno al reciclaje”.

Finalmente, enfatiza que este tipo de medidas “permiten generar hábitos y conductas ambientales en la población”. Con esto, se espera que se puedan reciclar nuevos materiales, y gradualmente, existirá una mayor oportunidad para recolectar, reciclar y mejorar la economía circular en la región.

Reportaje realizado por Karolina Castillo y Agustin Rojel.

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