2001: odisea del espacio y su impacto en la forma de hacer cine de ciencia ficción

Una de las obras fundamentales del género estuvo hace poco disponible nuevamente en cines, donde muchas personas tuvieron la oportunidad de verla en la gran pantalla. Esta realización es el resultado de la mezcla de una trama hipnótica y un director obsesivo, quien logró dar un salto en su carrera tras su estreno.

Dentro de la ciudad de Concepción es difícil visualizar películas que se separan de lo mainstream, no existen tantas alternativas que hagan la diferencia. Sin embargo, de vez en cuando suceden ciertos eventos que revitalizan las ganas de ir a disfrutar del séptimo arte en su formato original junto a todo lo que ello conlleva.

En las últimas semanas varias obras clásicas han estado exhibiéndose en una reconocida cadena de cines, con nombres como Mad Max o La milla verde dentro de su catálogo. Una de las más recientes e interesantes que estuvieron en su cartelera fue 2001: odisea del espacio de 1968, dirigida por el aclamado realizador británico Stanley Kubrick.

Con 142 minutos de duración, se trata de la octava película del inglés y que al día de hoy se considera como un hito para la industria cinematográfica. Este ballet espacial se basa en la novela El centinela del escritor Arthur C. Clarke, quien colaboró junto al director en la redacción del guion. 

Kubrick utilizó un formato de 70mm para este rodaje, logrando esa expansión visual poco común con una relación de aspecto de 2.20:1. Fotografía: Espinof.

Desde el inicio en negro con un ruido abrumador que te envuelve y abruma, asciende el momento de clímax introductorio junto a la canción Así habló Zaratustra, simplemente no puedes evitar vibrar corporalmente cuando la disfrutas en una proyección tradicional..

La película aborda temas muy complejos para su época como son la evolución humana, el progreso tecnológico relacionado a la carrera espacial o la inteligencia artificial, entre otros. Hay que considerar que esta producción fue realizada un año antes de la llegada del hombre a la Luna, por lo que era un tópico que no se acostumbraba a ver en cines.

Este acercamiento al espacio exterior se logró con un trabajo muy dedicado y respetuoso por las leyes de la física, poniéndole énfasis a cada detalle posible dentro del rodaje. Además, el uso y ejecución de efectos especiales fueron sublimes, los que sirvieron posteriormente de inspiración para distintos realizadores como George Lucas o Ridley Scott.

Es interesante pensar cómo una película puede marcar tanto a una generación y al futuro, no se dimensiona lo suficiente cuánto aportó 2001: odisea del espacio a la industria del cine. La obra de Kubrick nacida en la Tierra hoy vive eternamente más allá de Júpiter y las estrellas

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