La estrategia del caracol, una mirada cinematográfica al drama del déficit habitacional

Una obra colombiana aclamada por la crítica latinoamericana y ganadora del festival internacional de cine de Berlín 1994 que muestra el poder de una comunidad vulnerable que ideó una creativa solución ante la expulsión.

El avance temporal de esta película estructura su fuerza sobre el valor que posee la unión comunitaria dentro de un inquilinaje. La pobreza de aquella sociedad desamparada manifiesta la carencia de un Estado de bienestar interesado en políticas habitacionales que brinden dignidad a sus ciudadanos.

“La estrategia del caracol” retrata el contexto histórico de la migración campo-ciudad y la segregación habitacional, demostrando la fuerza de los colectivos y la unión para las ocupaciones de ciertas superficies materiales.

La comunidad inquilina dentro del edificio abandonado representado en la película, estuvo por años sustentada en la falta de opciones estatales; la agrupación vivió por una larga temporada en un lugar que fue transformado en hogar, y la llegada del “verdadero dueño” de aquella infraestructura destrozó la certeza de aquella afirmación.

La autodeterminación, la diversidad y la horizontalidad relacional fundan las características homogéneas de la asociación corpórea de esta pequeña ciudadanía, que busca desesperadamente opciones constitucionales que les permita seguir utilizando esta residencia.

Fausto Cabrera, actor y director español, falleció a los 91 años dejando un gran legado en la industria de la televisión colombiana.
La película, donde interpretó el papel de “Don Jacinto” fue dirigida por su hijo Sergio Cabrera.
Imagen de: Mubi.

Haciendo alusión a su nombre, llega un punto del film en que las opciones legales -muchas desde la voz de un integrante de la colectividad inquilina que practicaba la abogacía- se hacen insuficientes ante el drama, y frente a los intentos por desalojarlos por la fuerza, la comunidad elige seguir una estrategia poco conocida: llevar su hogar pieza por pieza en su espalda en semejanza a un caracol.

De esta forma, deciden crear grandes estructuras para transportar y remover lo esencial de la construcción, concluyendo en la entrega del caparazón morfológico.

Entre melancolía, esperanza, orgullo y meritocracia el espectador de esta puesta en escena no manifestará desilusión a la hora de apreciar su tiempo exacto, es más, su trayectoria no entrega pie al aburrimiento; aún con un mensaje tan importante, como lo es la participación grupal y la autonomía de la emancipación.

Este largometraje es posible de digerir por cualquier persona que quiera apreciar su historia vehemente frente a las injusticias sociales y políticas.

Una obra latinoamericana que disponible fácilmente a través de diversas plataformas de streaming.

Manuel Ignacio Rosales
Estudiante de Periodismo UdeC
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