La Bella y la Bestia: Otro ejemplo de naturalización de la violencia

Si bien la película animada se estrenó hace más de treinta años, la adaptación en live action, protagonizada por Emma Watson, revivió la sutil idealización del maltrato.

A lo largo de tres décadas, la película basada en la novela de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve y adaptada por Jeanne-Marie Leprince de Beaumont, versión que se utilizó para Disney, ha sido premiada por la calidad de la animación y las obras musicales. La producción logró lucir de tal forma la historia de amor que posicionó al film dentro del Registro Nacional de Películas de Estados Unidos por ser “cultural e históricamente significativa”, reconocimiento que otras cintas, como Pinocho o Blancanieves, no se llevaron.

Sin embargo, esta historia que pareció haber encantado al público, está lejos de ser galardoneada por convertirse en un símbolo feminista, ya que romantiza la violencia que puede ejercer una persona sobre otra en una relación y cómo aguantarlas puede llevarte al enamoramiento y al típico final feliz de la mayoría de las películas sobre princesas.

Cambios en su versión

Es por esto que cuando convocaron a Emma Watson para protagonizar la versión live action, se abrió el debate ya que el movimiento en el que ella representa a las mujeres no está a favor de los clásicos de Disney, cuyo discurso basado en estereotipos de género guiado por figuras corporales y el machismo es el posible impulsor de lo que la sociedad conoce como el amor romántico.

De esta manera, la actriz decidió aceptar el papel de Bella bajo ciertas condiciones para transformar algunas partes de la película y darle un perfil que pudiera justificar los sentimientos de la joven hacia el violento príncipe hechizado. Sin embargo, este cambio fue insípido y más que ajustar a Bella a un personaje feminista, las modificaciones se limitaron a personificar a Bestia como menos agresivo y, por razones obvias, no logró darle una versión más girlpower a la protagonista.

La última versión de Pinocho, a diferencia de su versión animada, le atribuye características morenas al hada mágica. Créditos: Futuro.

Otras películas con violencia adaptada

Este es otro de los intentos fracasados del nuevo formato de las películas de Disney, como Pinocho y Dumbo, que no logran conmover como lo hacen sus versiones originales sin quitar la violencia que traen de por medio. El muñeco de madera y el elefante volador tienen muy naturalizado el acoso y la homogeneidad de los cuerpos, que se ve también en otras películas como La Cenicienta, en la cual la actriz utiliza un corsé para minimizar su cintura y las hermanas del personaje tienen características específicas para ser desaliñadas.

Aún así, no hay que negar que la compañía hace su trabajo lo mejor posible. En otras cintas, como Aladdín y Mulán, se puede ver cómo integran el poder femenino a diferencia de sus versiones animadas.

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