Reducir riesgos en los viajes: los accidentes en los aeropuertos y los procedimientos para prevenirlos

El reciente impacto entre un avión y un camión de bomberos en un aeropuerto de Perú ha generado dudas en torno a los protocolos que se deben seguir para evitar estos hechos.

Resulta común que, ya con poco tiempo por delante para que finalice el año, la gente comience a planificar actividades de cara a las vacaciones, donde es frecuente que las familias tengan la intención de viajar.

Uno de los medios de transporte cuya demanda incrementa bastante en estas fechas son los aviones, esto debido a que hay una amplia cantidad de personas que prefieren llegar a sus destinos por esta vía, más aún si la distancia es mucha.

Y es que resulta normal que las aerolíneas incrementen su flujo en esta temporada, una donde abundan los recorridos no solo a lo largo del país, sino que también en el plano internacional, proporcionando a los usuarios la posibilidad de conocer otras partes del mundo.

Lo cierto es que, más allá de la comodidad que proporcionan los viajes aéreos y lo considerablemente más cortos que resultan con respecto a los terrestres, aún parece existir bastante gente que se mantiene reticente a este tipo de transportes.

El hecho de que los accidentes en aviones sean bastante visibles mediáticamente fomenta en parte esa sensación de inseguridad, lo que se complementa con que, comúnmente, estos traen una cifra elevada de víctimas fatales. A pesar de ello, los datos reflejan que en realidad el traslado por vuelo es la forma más segura de movilizarse, lo que queda claro en las declaraciones de Oscar Guardia, prevencionista de riesgo.

“A pesar de que bastante gente tiene temor a subirse a los aviones, las estadísticas reflejan que es el medio de transporte más seguro. Hay muchísimos más accidentes automovilísticos, pero estos no suelen generar tanta sorpresa”.

Oscar Guardia
En el año 2022 se realizaron aproximadamente 25 700 000 vuelos, dejando veintiséis accidentes aéreos de los cuales siete fueron mortales. (Fotografía: National Geographic).

Hay que destacar que esta percepción también está vinculada al desconocimiento general que se tiene hacia la inmensa cantidad de protocolos que se realizan para resguardar la seguridad de los pasajeros, tanto antes del despegue, como en el momento del vuelo y en el arribo a tierra.

El accidente en Perú

Un hecho noticioso bastante reciente asociado a esta temática fue la colisión entre un carro de bomberos que ingresó a la pista y un avión que cubría la ruta de Lima a Juliaca, lo que lamentablemente dejó a dos personas fallecidas.

Este acontecimiento ha generado diversas reacciones en torno a los cuidados que se deben tener en estas instancias y a si realmente se cumplen o no los protocolos que corresponden para prevenir tragedias.

De acuerdo con lo planteado por Rodrigo Ponce, supervisor en seguridad, salvamento y extinción de incendios de la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile, el suceso pasa principalmente por falla humana, al menos según la información que se conoce hasta el momento tal y como lo deja claro en las siguientes declaraciones.

“Yo trabajo en lo mismo que los colegas peruanos que iban en el vehículo. Según mi criterio es falla comunicacional, es según mi criterio porque todo aquello está en investigación, una que durará su tiempo. Si fuera como pienso yo, solo se deben mejorar las coordinaciones para que no queden espacios abiertos que induzcan al error humano”.

Rodrigo Ponce

El entrevistado añade que para este tipo de accidentes puntuales sigue siendo relevante la coordinación tras el impacto, siendo de vital importancia mantenerse en contacto con la torre de control para que, de ser necesario, se soliciten los apoyos externos correspondientes para aminorar las consecuencias.

Como resultaría lógico, al no ser este el único riesgo que corre el medio de transporte, hay más recomendaciones y protocolos que se adecúan a las diversas situaciones que pueden llegar a ocurrir.

Las precauciones en los vuelos

Un aspecto fundamental en la prevención de emergencias es el correcto funcionamiento de las aeronaves desde el aspecto técnico, un factor que se empieza a trabajar incluso antes de la fabricación de los aviones.

Durante el proceso de creación de aviones se realizan ensayos a escala real para obtener las certificaciones aeronáuticas, dejando registro de las situaciones anormales para tenerlas presente en diseños futuros. (Fotografía: Hispaviación).

Más allá de esta planificación, resulta indispensable que se realicen mantenciones periódicas a los aeroplanos, tal y como lo afirma Carlos Medina, profesor asociado del departamento de ingeniería mecánica, al comentar lo siguiente: “Respecto a eso, hay partes que se le hace mantención cómo a los motores y otras partes que se inspeccionan constantemente para hacer cambios, cómo por ejemplo una viga de un ala”.

El entrevistado añade que, para regular la aeronavegabilidad en Chile, existen normativas estrictas que obligan a examinar constantemente lugares específicos y así evitar fallos desde el punto de vista mecánico.

Si bien estos cuidados ayudan a disminuir la probabilidad de errores, lamentablemente no hacen que dejen de existir peligros en los viajes, los que, según lo comentado por Medina, se asocian principalmente al desacierto humano.

En lo relacionado directamente al proceso previo al despegue de los aeroplanos, la labor de resguardo operacional cobra mucho protagonismo. Así al menos lo describe Jaime Oyarzun, jefe de turno del servicio de seguridad, salvamento y extinción de incendios.

“Se deben realizar las tareas de supervisión de plataforma y área de movimiento, la mantención del estado de superficie en épocas invernal y mantener el área libre de objetos extraños que puedan dañar a las aeronaves”, comenta el funcionario activo de bomberos.

Jaime añade que, de ocurrir algo no pronosticado en los preparativos para el despegue, la torre de control debe activar una alarma mediante timbre, la que activa el servicio SSEI donde él se desempeña actualmente.

De esta manera se comienza un procedimiento que determinará la gravedad del imprevisto y si este puede desencadenar en medidas como el cierre de la pista o el impedimento de otras operaciones aéreas.

Vale decir que, según lo explicado por el entrevistado, en el peor de los casos se inicia la fase de investigación del accidente y posterior activación del plan de recuperación de la aeronave inutilizada, todo esto cuando el impedimento para realizar el trayecto es irreversible.

Para las emergencias ocurridas durante los viajes también hay diversos protocolos de acción, tal y como lo expresa Rodrigo Bravo, comandante del pelotón de aviación número cinco en la ciudad de Punta Arenas, quien indica que ante todo vienen los procedimientos de acción inmediata, los que pueden derivar en un descenso o aproximación para que se proporcione la ayuda pertinente.

“Desde el descenso, comienza con el procedimiento de cabina inerte o en silencio, para realizar el proceso de aproximación y aterrizaje. Depende del punto donde se produzca el incidente o accidente, es el procedimiento que se ejecuta”, complementa el oficial del Ejército.

Bravo explica que, ya con el avión en tierra, el primer procedimiento es el control de la aeronave y, de ser necesario, continuar cortando los motores, instancia a la que no se debiese llegar si se realizaron correctamente las actividades de prevención basadas en el sistema de seguridad operacional.

Un compromiso con los pasajeros

Teniendo en consideración todo lo revisado previamente, resulta comprensible que siga existiendo cierto grado de desconfianza con los viajes por vía aérea, ya que pese al sin fin de pasos que se llevan cabo para resguardar la integridad de los pasajeros, siempre habrá un factor humano que pueda desencadenar en alguna problemática.

Según información obtenida de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, el 75 % de los accidentes en aviación son producto de factores humanos. (Fotografía: TMAS Aviación).

A pesar de ello, esta limitante está presente en prácticamente todas las alternativas de transporte existentes actualmente, donde la posibilidad de errores no se traduce directamente a estar en riesgo.

La particularidad de los vuelos es que se ha trabajado constantemente en mejorar las tecnologías de estos para que no presenten fallas y, en el caso de que ocurran, tener las condiciones idóneas para corregir tempranamente.

Todo esto es logrado a través de una importante red de apoyos conformada por especialistas en el área, lo que permite detectar los factores que incidirán en los trayectos y no descuidar a quienes optan por esta alternativa para movilizarse, una que está en constante evolución debido a su compromiso con los pasajeros.

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