Splice y su experimento de análisis social

A pesar de que este filme fue estrenado el año 2009, hace 13 años ya, su mensaje sigue intacto.

Con una producción que demoró tan sólo tres o cuatro meses y una edición magistral que consiguió el premio a los mejores efectos especiales en el Festival de Cine Sitges el mismo año de su estreno, Splice es de esas películas que se mantienen vigentes a través del tiempo y te hacen reconsiderar los límites que tenemos como sociedad.

Si para muchos esta película, del género terror y ciencia ficción, significó sólo un momento de entretención frente a algo que jamás va a suceder, para mí este filme avivó mis dudas acerca de la moral y la ética que tenemos arraigadas como sociedad, ¿hasta dónde somos capaces de llegar para conseguir un “avance”? ¿El fin justifica los medios?

La trama es sencilla, dos científicos que intentan hacer nuevos descubrimientos a través de la genética para poder sanar diversas enfermedades de la humanidad, pero el verdadero inicio de la película se da cuando este proyecto es redireccionado a la creación de un híbrido humano-animal. Aquí es donde desaparecen todos y cada uno de los límites tanto éticos como morales que los investigadores pudieran tener.

·       El 2019 el Gobierno japonés dio la autorización para implantar células humanas en embriones de ratón y rata para investigar nuevas vías de trasplantes de órganos.
Créditos de imagen a ElIndependiente.com.

Actualmente estamos en una época científica y es debido a ella que podemos estar vivos. Probablemente nadie se ha olvidado de la esperanza que nos dio la ciencia cuando anunció la vacuna contra el Coronavirus, pero si para conseguir ese anticuerpo hubiéramos tenido que romper nuestros límites ¿lo habríamos hecho igual?

Si la moral y la ética son distintas para cada persona ¿cómo podemos diferenciar lo correcto de lo incorrecto? Personalmente creo que definir un límite sólo provoca que la gente quiera romperlo, pero vivir en sociedad se trata de eso, de ser humanos. No somos robots que vienen con sus acciones predefinidas, todos hacemos y deshacemos según nuestros valores adoptados en la niñez, costumbres o ambiente en el que crecimos.

Esta reseña no puede concluir sin mencionar que además de ser premiado por sus efectos especiales, este filme fue el más taquillero de Canadá el año 2010 y obtuvo el Golden Office de Telefilm el año 2011. Finalmente, si te gustan las películas de ciencia ficción, que aspiran a ser futuristas y te dejan marcando ocupado una vez que la terminas, Splice: Experimento mortal definitivamente es para ti.

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